No siempre los buenos conciertos acontecen en las grandes salas de conciertos o en aquellos eventos promocionados por los medios masivos, sino en aquellos bares que apuestan por la música en vivo, dando la oportunidad a aquellas bandas que si bien no gozan del reconocimiento público, tratan contra viento y marea de conseguirlo.
El pasado 8 de febrero gran parte del protagonismo publicitario recaÃa en la decimosegunda edición de la Heavy Jaia mientras que el resto de eventos musicales en la ciudad donostiarra pasaban, como muchas veces ya, desapercibidos para el gran público, debido considerablemente a la elocuente falta de interés por descubrir nuevas bandas. En el bar Atabal, ubicado en el barrio de Amara, se daban cita dos formaciones, de las muchas que hay, a tener muy en cuenta, la emergente banda de Ermua Orihen y la veterana formación navarra Khous.
Los primeros rindieron muy por encima de lo que cabrÃa esperar de una banda primeriza, sin apenas fallos y con una equilibrada combinación de buenas melodÃas, vigorosos riffs y una variedad de registros que enganchaban a la primera escucha, fruto de la veteranÃa y estupenda predisposición de sus músicos, militantes en otros proyectos musicales, Cillo, cantante de Insohmnio. Andoni, bajista de Red Blaze. Moshky, bajista de Storbais y ex-guitarra de Luchando Para Cambiar. Maialen, guitarrista de Egara y Mikel, ex baterÃa de los desaparecidos De Ninguna Manera. Un rock-metal bien tramado y ejecutado que refleja la variedad de influencias y enfoques que plantean en la elaboración de sus composiciones "Trece", "Late Corazón", "Aguanta", Molestando", confeccionadas con tanta honestidad y amor por la música que los sentimientos que albergan se clavan directamente en el alma del espectador para no irse jamás, estupendamente acompañadas de alguna que otra versión a bandas como Millencolin, Bad Religion, Desakato y Berri Txarrak.
Por el contrario la música de los navarros Khous es una puerta abierta a una serie interminable de sensaciones a cada cual más increÃble, una de esas bandas-esponja que absorben lo mejor de cada estilo, lo asimilan, lo reciclan y lo hacen sonar como propio, satisfaciendo a los oÃdos de aquellos buscadores más exigentes que saben ver que hay mucha más allá de las murallas de doble bombo. Su nueva obra "Itsukeria ", la primera parte de una trilogÃa que lleva por nombre "Geroaren Haziak", sin implicar un giro radical en sus postulados ni en la lÃnea evolutiva, reemprende el camino allà donde lo dejó su anterior obra, "Loturak", aunque más unitariamente, más robusto y metalizado, pura masturbación guitarrera y con su vocalista iñaki matizando como nunca con su voz, la perfecta llave para abrir otras puertas. Música enraizada en los nervios creando en directo un espacio compartido donde banda y público se intercambian continuamente algo similar a tics nerviosos. Recursos todos ellos secundados y realzados por su descarnada e incontestable fuerza interpretativa en las virguerÃas instrumentales de "Begiak" , "Lege Berria", "Mutua Eta Itsua", "Ahotsak batzen" o "Spiders" de System of a Down, dándole al factor riesgo máxima prioridad.