Es agradable comprobar cómo aún quedan grupos con capacidad de aguante y la pasión intacta a la hora de dar a conocer su música ya sea ante cientos de personas o una veintena. El sábado 14 de junio la sala Mogambo (Donosti) fui testigo de ello, tres bandas unidas con un único propósito brindar una noche para el recuerdo, hermanándose entre ellas y logrando ensamblar valores tan fundamentales como autenticidad, integridad y honestidad.
Los donostiarras Hybrid Moon estuvieron portentosos, manufacturando un death metal muy técnico con pasajes atmosféricos y virtuosos, voces ultraguturales y bases ritmicas que harían levantarse a un muerto.
Por el contrario los bizkainos Inner Destiny apostaron por un equilibrio perfecto entre melodía, sentimiento épico y técnica, a fin de que el público palpase la fuerza y la pasión que envuelven cada melodía. Un power metal clásico, a la antigua usanza, comandado por el todoterreno Ruben que se adapta con pasmosa facilidad a los retos que plantean cada tema, sin caer en lo obvio ni en el exceso fácil y gracias a la perfecta sincronización y agudeza del resto de músicos que se explayan con auténtica sabiduría mediante ataques directos al sistema nervioso y ambientes ensoñadores.
Los zarauztarras The Sublinary pulverizaron cualquier idea de lo que debe ser el emocore, con un post-hardcore imaginativo que rozaba muchas veces lo experimental a base de atmósferas depresivas de desoladora introspección.