Muchos son los factores que provocan que bandas surgidas desde lo más profundo del underground de repente se alcen como estandartes de movimientos minoritarios y acaben por traspasar la barrera de las grandes masas. En la actualidad nos encontramos con ejercicios de rescate y revivalismo que escapan de la clasificación simplista para recrear con frescura atmósferas y maneras que pertenecen al pasado, colmando a sus anchas las páginas de la prensa musical. No obstante, si se trata de romper esquemas, la escena death metalera se muestra la cuna perfecta para el desarrollo de nuevas propuestas donde aflorar la creatividad.

Los bilbaínos The Descent continúan exhibiendo buenas maneras para llegar bien lejos, un poderoso armamento musical, atravesando con ingenio las barreras del death metal tradicional, con imaginativos riffs vanguardistas y melodías llenas de cambios de ritmo que combinan intensidad y agresividad, por partes iguales. La webzine Herriko Burdina en su labor de difusión de bandas de metal vasco, organizó el pasado 31 de enero en la sala Doka (Donosti) un evento musical de metal extremo para cabecear sin control y desgañitarse como perros hambrientos, de la mano de The Descent, NoDrama y Kraussk.

Ejemplos como Kraussk, no son más que un símbolo significativo de que la evolución del metal vasco va por el buen camino, guitarras crudas y un desgarro vocal reminiscente que nos conduce a la pureza del thrash metal en una amalgama de influencias extremas digeridas y pasadas por la thermomix. La actuación no dio lugar a medias tintas sobre la descomunal fuerza y categoría del grupo, una descarga atronadora para provocar la algarabía total, sonando con una fuerza sobrehumana en "Gudaberria", poniendo patas arriba la sala en "Lehertu" y dejándonos los tímpanos totalmente perforados, sin posibilidad de cicatrización en un largo periodo en "Kareak Errez Ez Duena" o "Eten", bajo la batuta de su vocalista Beñat que no paró de moverse,  vaciándose por completo en cada tema e incitando al personal a que perdiese la compostura 

El tiempo que la banda de metal procedente de Sopelana (Bizkaia), NoDrama estuvo en el escenario lo supo aprovechar a la perfección, conjugando agresividad y melodía en medio de estructuras metaleras impredecibles.

Un despliegue total de un potencial que no se queda en esas melodías de sus guitarras, que tanto marcan a la banda. Cabría destacar la cantidad de cambios de ritmo que ofrecen sus canciones y como en directo el grupo funciona como una maquinaria perfecta, sonando como unos auténticos maestros del vanguardismo que nada tienen que envidiar a músicos internacionales. El grupo salió a por todas con el tema que da nombre a su único trabajo “The Patient”, continuando con “Undefined”  y rematando el arranque con “The Bite”, apreciándose con nitidez las melodías de guitarra y voz que tanto marcan su estilo.  Me sorprendió cómo en directo un tema tan melódico y accesible como “Visions” gana en fuerza y emotividad.

El buen sonido continuó siendo la tónica, lo cual contribuyó a que el público pudiese degustar en todo su esplendor artístico algunos de los temas que integrarán su segundo trabajo de estudio como “Exiled” , “A New Rebirth” o “Black River”, integrados de nuevos matices en sus texturas, cosechando en el tramo final significativos aplausos por la magia desplegada en “Untouchable Treasure” y “All Behind”, a través de envolventes atmósferas y punteos muy logrados. 

En contraste con sus compañeros de cartel, los bilbaínos The Descent optaron por un sonido mucho más endurecido dentro de los parámetros metaleros, un death metal melódico modernizado, no exento de virtuosismo técnico ni energía escénica. El ritmo frenético que imprimieron en su arranque con “The Web Of Lies”, “Sacred War”, “No One Cares” nos mostraban a una banda tremendamente rodada,  pero lo mejor de la descarga vendría justo después con uno de sus nuevas composiciones “The Times Stronger”, la cual formará parte de su segundo disco “The Coven Of Rats. Todo un derroche de fuerza y arrojo al alcance de muy pocos, con un vocalista metido en el papel representativo, aplastar como un tornado, consiguiendo poco a poco un mayor movimiento entre el personal.

Un talante que incitaba a realizar unos pogos bestiales. “Winter Hell” fue otro de esos trallazos que matan neuronas sin piedad, otro despliegue instrumental de lo más brutal. Si bien, toda la actuación cabría enmarcarla como se merece, hubo momentos en el que los músicos se mostraron como músicos intachables en su estilo, capaces de salir victoriosos de cualquier escenario, por ejemplo “Rejected By The Sun” que contó con la colaboración del vocalista de NoDrama en los coros, la nueva “Coven Of Rats” con matices más pesados y un tanto diferente en algunos aspectos y la mecha final con “The Day Affter”, en la que la banda se dejó la piel para demostrar que la potencia del disco puede ser emulada en directo. 

Si la actitud de la banda fue encomiable, en el aspecto musical no hay tacha ante unos músicos compenetrados que saben como sacar el sonido más compacto y potente. Un estilo que ellos ahora están ayudando a devolver a lo más alto .