Parece que se está convirtiendo en algo habitual esto de salir de conciertos al caer la tarde, al menos en la capital, a unas horas que casi apetece más un típico Relaxing cup of café con leche que una cerveza. Así que prescindimos de la siesta para encaminarnos a eso de las 19:00 horas a la presentación en directo del nuevo disco de Porretas “Al enemigo ni agua”.

Para esta ocasión contaron con la presencia de Sonotones como banda invitada que tuvo que lidiar con una sala prácticamente vacía hasta casi la mitad de su actuación. El grupo tuvo mérito añadido porque romper el hielo a esas horas con tan poco público tiene que ser muy desmoralizador. A pesar de ello no se achantaron y cumplieron con creces su cometido. Llegamos cuando iban por su tercer tema “La casa de las sombras”, perteneciente a Sonotones III, sorprendiéndome gratamente el buen sonido que desprendían desde el escenario. La verdad es que una banda que lleva más de 16 años subida a los escenarios se aprecia en su calidad musical y los madrileños se marcaron un gran concierto que contó con clásicos de su repertorio como “Lo tienes que probar” o la archiconocida “La culpa fue de la ciudad”.

Para nada se notaron esos 4 años sabáticos que se tomaron hasta la presentación de su último disco “Salta la Banka”, que vio la luz a finales del pasado año. De éste sonaron “Europa está matándome”, una majestuosa e intimista “Ni contigo ni sin ti” que para mí fue de las mejores de la noche o “¡Qué escéptico!”. Demostraron estar a pleno rendimiento, entregándose a tope y retomando su vuelta a los escenarios con mucha fuerza y energía, como la que derrochó Toño Caballero al bajo, uno de los más participativos y comunicativos sobre el escenario, al igual que Javier Die que demostró estar al 100% de sus posibilidades, ejerciendo muy bien 3su papel de frontman y sacando partido a su potente y característica voz.

“Los buenos tiempos” se la marcaron con un comienzo de película, concretamente con los acordes de “Eye of the tiger” de Survivor, para motivar a los pocos que no movían sus pies a esas alturas del concierto. Rock en estado puro, con unas potentes guitarras a manos de J. Luis Fernández y Eduardo López y un ritmo marcado por Jesús Mª Reyes a la batería que demostraba que mancos no estaban ninguno. Letras ácidas y reivindicativas con un deje socarrón que no dejan indiferente a nadie, muchas de ellas con una vigencia que sorprende a pesar de los años transcurridos desde que vieran la luz. Se despidieron con una muy participativa “Salta la banka” y “Solo tienes una vida”, dejándonos con ganas de más, pero no mejor, porque el nivel lo dejaron muy alto, aunque mucha gente se quedó sin disfrutarles debido a las horas intempestivas. La anédota: acabar un concierto a la hora a la que habitualmente estábamos acostumbrados a iniciarlos, y hablo en pasado porque parece que se va imponiendo como algo normal en Madrid últimamente… ¿nos acostumbraremos o nos rebelaremos?

Estaba claro que Porretas jugaban en casa y no defraudaron a la afición. Desde la primera a la última canción fueron coreadas una por una y bailadas tanto en sector poguero como en el resto de la sala. Esta vez sí que puede decirse que hubo respeto y una mejor convivencia entre el público “tranki” en el que me incluyo (ya estamos mayores) hasta el más bestia de la zona central del foso, dejando trabajar mucho mejor a los medios de comunicación que allí nos congregamos.

Había expectación por ver cómo defendían su nuevo retoño “Al enemigo ni agua” y tras la clásica intro con la que abren y cierran todos sus espectáculos (“Always look on the bright side of life” de Monty Python) daba comienzo una descarga de buen ambiente, buen rollito y mucha diversión que empezaba con una clásica “Hortaleza”, casi enlazada con “Jodido futuro”. Tras ella, nos dejaron coger un poco de aliento mientras saludaban al personal para arrancar con el “Ahora lo llevamos bien” y hacer retumbar el lololorololo lorololololo por toda la sala. Tema que además nos dejó apreciar la marcada contundencia que han ganado las guitarras de Manolo y Bode, mejorando la versión en directo con unos buenos solos y riffs. Seguimos sin parar con “Vive y deja vivir” donde el Pajarillo nos demostró que sigue llevando muy bien la voz cantante, al igual que en la muy apreciada “Si nos dejáis” que sonó a continuación. Llegaba el turno de estrenar “Bankiarrota” y “En mi barrio” dedicada a todos los barrios de la capital y pese al poco tiempo que llevan en el repertorio fueron coreadas por la mayor parte del personal.

Y la nostalgia se hizo canción con “Y aun arde Madrid” donde el nombre del gran Roberto Mira volvió a ser ovacionado como si estuviera en el mismo escenario, se le sigue echando muy mucho de menos… Rober pa siempre. Contó con la colaboración de Perrín a los teclados que empieza a convertirse en uno más del grupo en muchos de los temas del directo. Y con los pelos aún de punta empezaba a sonar otro tema nuevo de los más serios que Porretas tienen en su discografía “En las cunetas”, con la colaboración a la voz de Vezino de Andanada 7. Había más amigos del grupo merodeando por la sala que podían haberse tirado el rollo y subirse al escenario como gente de Debruces o Boikot, pero no hubo suerte en esta ocasión, ¡a ver si se animan para la próxima!. Siguieron con “Dos pulgas” y “El deudor del condado de Hortaleza” donde se montó uno de los pogos más multitudinarios.

Nos contaron que “Si lo sé me meo” le pasó al Rober y de nuevo su nombre fue aclamado en una de las canciones más divertidas del repertorio. “Tripis” se ha convertido en uno de los que no pueden faltar en directo, con la colaboración de Elisa Ciprés a la trompeta animando a la concurrencia con su música y su entusiasmo sobre el escenario. Otra novedad “Atrapa a un ladrón” se dejó caer entre medias de temas tan famosos como “Haciendo el ganso” (también conocida como La C.I.A.) o “Si los curas comieran chinas del rio…” Y con aires de ranchera daba comienzo otra de las noveles y sumamente combativa “Jodido el pueblo” con la que todos y todas nos sentimos profundamente identificados.

Llegaba el turno del single y videoclip “Mi abuelo Amadeo” con la armónica de Osi contribuyendo  con su sonido en la composición y un ritmo vertiginoso de Luis a la batería que lo convirtió en uno de los más cañeros de la noche. Con los ánimos por las nubes y la gente divirtiéndose de lo lindo íbamos acercándonos a la recta final con  “La vamos a liar” y la liaron pero bien con “La del furbol”, en la que Bode ejerció como director de orquesta controlando que tanto coros como el wall of death salieran a la perfección, chorizo zamorano (de Valparaíso al parecer) en mano. Y para rematar la faena nos deleitaron con el famoso Popurrí de “Clásicos”.

Tras una merecida ovación volvieron a salir para despedirse, ahora sí, con el “Marihuana”, “Ska-pate”, terminando por todo lo alto con su canción homónima “Porretas” donde en esta ocasión la invasión de escenario fue comedida, con alguna que otra cara conocida como la de Alberto Pla (Boikot) y pudieron despedirse del público al finalizar el espectáculo, lo cual es de agradecer.

Todo un recital de saber estar, de saber mantenerse, de regenerarse con nuevos temas pero sabiendo elegir un repertorio muy acertado de entre su extensa carrera, unido a una gran calidad de sonido y musical hacen que el directo de Porretas sea de los más potentes y divertidos de nuestro panorama musical… ¡gracias maestros!