Jhonny Rotten es una persona clave en la historia del rock mundial gracias a su labor al frente de los mítico e irrepetibles Sex Pistols y el hecho de su presencia en Santander al frente de Public Image Limited, la banda en la que ha pasado buena parte de su vida, un acontecimiento al que no podía faltar. Sobre el concierto en si hablaré más tarde, pero antes he de decir una cosa que no me gusto: el estricto celo con el que esta gente famosa guarda su imagen. Además de hacer firmar a la gente acreditada un contrato de derechos de imagen, lo cual puede seer entendible, lo que más me cabreo fue el que no dejasen a la gente sacar fotos con flash: vamos a ver que la gente ha pagado una buena pasta por entrar y que menos que tener derecho a sacar una foto con flash de recuerdo. Son cosas incomprensibles de los famosos y aun más sangrante viniendo de uno de los iconos del Punk. Sin mucho alarde y al grano comenzaron su actuación Public Image Limited, como lo hace su más reciente disco “What the world needs now” del pasado 2015, con “Double trouble” y “Know now”, dos grandes canciones en las que se puede ver la esencia más brillante de su carrera y donde John Lyndon demostró encontrarse vocalmente muy en forma. |
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A continuación sonó “This is not a love song”, quizás una de sus canciones más conocidas en la que la gente se acabó de animar. Mientras iban sonando las canciones me iba dando cuenta de la calidad de toda la banda, especialmente del guitarra Lu Edmonds, antiguo miembro de los primeros The Damned, acompañado de Scott Firth al bajo que ha tocado con las Spice Girls y el batería Bruce Smith fundador de The Pop Group. Como podemos ver todos ellos músicos experimentados y con una amplia y variada trayectoria. Con “Deeper wáter” recordaron su anterior disco “This is PiL” del 2012, el primero de su segunda etapa y el primero en 20 años. Tras ésta la intensa “Corporate” retomaba su actual trabajo. Con “Death disco” recordaron sus orígenes con una canción que recoge la esencia de lo que el grupo era en sus orígenes más cercano a un post punk del que ellos eran prácticamente fundadores. Casi sin darnos cuenta el concierto iba avanzando y es que la verdad lo estábamos pasando muy bien con los británicos, y más con piezas como “The body”, prácticamente bailables o ese extenso “Warrior” cercano a la música disco pero con el toque característico de la banda. El concierto iba concluyendo pero antes nos quedaban un par de temas: “Religion” de su primer disco de hace casi 40 años, en la que John Lyndon parecía un orador y “Rise”, una canción que me gusta bastante, con esa mezcla de Pop en los estribillos y el John Lyndon más punk en la forma de cantar en el resto de la canción. Tras éstas se retiraron pero sería por poco tiempo, porque antes volverían para interpretar “I’m not satisfied”, canción muy intensa de ese gran último disco, para terminar el concierto con la unión de “Open up”, canción fruto de su colaboración con la banda electrónica inglesa Leftfield en los años 90 y “Shoom”, con la que acaba su actual disco y con la que terminaron su actuación tras presentar a la banda y despedirse de los pocos asistentes. Un gran concierto, de esos que se te quedan marcados en la retina por la calidad de lo allí vivido y que pese a no ser uno de los estilos que más escucho consiguió engancharme durante las casi dos horas de concierto. Ni los caprichos de los protagonistas pudieron con su calidad sobre los escenarios. Inolvidable. |
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