COLABORACIONES
 Crónica
 
Bruce Springsteen & The E Street Band
  17/05/2016     
  Karlos García     
  Karlos García
  Get In
  Estadio Anoeta, Donostia, Gipuzkoa
www.insonoro.com

Han pasado unos días de la visita de Bruce Springsteen por la península, con paradas en Barcelona, Donosti, donde le vimos una vez más, y en Madrid. El disco “The River” en su 35 aniversario, puso a un Bruce Springsteen & The E Street Band de nuevo de gira, tocando ese doble disco de veinte temas al completo, al menos por el continente americano, ya en Europa esa cifra bajó a los doce, trece temas, según concierto, para dejar hueco a otros de su larga carrera musical.

Así que el pasado martes 17 de mayo pusimos rumbo al Estadio de Anoeta de Donosti para recibir con los brazos abiertos al Boss, pero no éramos los únicos, cerca de 45.000 tuvieron la misma idea, y las inmediaciones del estadio desde primera hora de la tarde estaban colapsadas por el tráfico, gente buscando aparcamiento desesperadamente, nosotros lo sufrimos y tuvimos que aparcar algo lejos (veinte minutos andando), muy cerca de la Policlínica de la capital gipuzkoana.

Hizo un día fantástico, sol y elevadas temperaturas, el ambiente de la tarde fue excepcional, había una carpa habilitada con música justo al lado del estadio y los bares de alrededor, con sus terrazas, hicieron buena caja, y mientras unos descansaban otros hacían cola para ser los primeros en entrar, y así fue, a las seis de la tarde se abrieron las puertas, allí había gente que quería coger la zona más cercana al escenario, un zona habilitada para 2.500 personas, a primeros en entrar se les daría una pulsera con derecho a disfrutar de dicha zona, además con ella podías salir y volver a entrar sin problemas.

En la entrada, intensos cacheos por la gente de seguridad, un recinto fuertemente rodeado por un amplio dispositivo policial, un evento de alto riesgo que las autoridades competentes así lo decidieron viendo los últimos acontecimientos de terrorismo que han sucedido en Europa. Respecto al tema organizativo, todo salió bastante bien, una organización fantástica a la altura de estos grandes eventos.

Se hubiera agradecido algún cartel indicando la situación de las taquillas, mucha gente estuvo dando vueltas para encontrarlas, y más cuando la zona trasera del estadio estaba acotada para la producción, a pesar de ello, el público entro con tiempo de sobra para ver el concierto, la entrada fue escalonada y progresiva, como tiene que ser.

Pocos minutos después de las nueve de la noche, el concierto comenzaba, primero con la salida de la E Street Band, el batería, y luego el resto de la banda, entre ellos el carismático guitarrista Steve Van Zandt, que extendió sus brazos saludando al público, y ya por último el mismísimo Bruce con su guitarra acústica colgando de su espalda, y lo primero que hizo fue gritar “kaixo Donostia”, se le veía cómodo, se sentía como en casa.

  
Bruce Springsteen
 

En los primeros temas mientras realizábamos nuestro trabajo de fotografía, estuvimos muy cerquita de la zona acotada para las 2.500 personas que lograron entrar primero al recinto y que tuvieron que soportar largas colas, allí también estaba algún VIP, que lógicamente entraron por otras puertas, como Karlos Arguiñano, Manel Fuentes, presentador televisivo muy fan del boos, es más, hasta tiene una banda que le tributa, también vimos a Mikel Erentxun que consiguió entrar a dicha zona en el ecuador del concierto.

Bruce hace días cumplió 65 años, seguimos diciendo que tiene un pacto con el diablo, está en plena forma, seguramente meta horas en el gimnasio o simplemente tire de su hobby favorito como es el surf, es un deportista nato que le hace darlo todo en los conciertos, además sus registros vocales siguen intactos.

Siempre muy cercano a su público fiel, le gusta estar cerca de ellos por esos en sus conciertos se ven varias plataformas elevadas que miran hacia el público, en el centro había una de ellas y otras dos en los laterales.

Working On The Highway”, “No Surrender” y “My Love Will Not Let You Down” encarrilaban el aclamado comienzo, tres temas para hacer las fotos correspondientes como marca “la ley”, lo malo que después de realizar nuestro trabajo perderíamos 40 minutos de actuación entre que vas al coche para dejar el equipo fotográfico y luego regresar (una vez hechas las fotos, no podemos meter la cámara en el recinto), un inconveniente que conseguimos agilizar en tiempo, pillamos un autobús que nos dejó justo al lado del coche, y luego para volver, un compañero de foso nos bajó en su coche dejándonos muy cerquita de la entrada, y es que a veces los astros juegan a nuestro favor y al final no nos perdimos tantos minutos. Gracias compañero!!

Llegamos justo al final del tema “Crush On You”, el décimo de su repertorio según nos cuentan, que esa noche fueron 35, un largo y generoso set list que bien agradecimos. Nos ubicamos sin problemas en un asiento reservado que teníamos en la grada derecha del estadio, muy cerca del escenario que divisábamos sin problemas, y allí situados vimos anochecer bajo los sonidos sinuosos del saxofón y del hammond siempre presente, sonaba “You Can Look (But Your Better Not Touch)”.

A estas alturas todos sabemos cómo funcionan los conciertos de Bruce, suelen caer temas que le pide la gente mediante sus pancartas, pero esta vez fue distinto y anecdótico, un abanico rojo indicaba “Fire”, y así fue, tocaron “Fire”, que por primera vez en la gira Europea apareció en escena, una canción que se sumó a los coros la rubia Patti Scialfa.

  
Bruce Springsteen
 

Sus temas nos pusieron la piel como escarpias, canciones melosas que poco a poco iban apareciendo, “I Wanna Marry You” con maracas por parte de el Boss, o la gran balada “The River”, que puso al público en pie, elevando la temperatura cuando la armónica entraba en juego. Tras ello, la banda rugía, la batería con mucho poderío y las guitarras aclamaban “Point Blank”, haciendo hueco rápidamente al saxofón, siguiendo con un tono más rockero para recibir “Murder Incorporated”, no sin antes dirigirse a las cámaras para que le enfocaran en un primer plano.

También vivimos divertidos momentos, en “Rumrod”, la banda al completo junto con Bruce nos dieron la espalda y movieron conjuntamente sus culitos, muy divertido la verdad, se nota que son una piña, una gran familia que disfrutan en cada momento y en cada concierto.

Entrábamos en la segunda hora de concierto, el ritmo iba aumentando pero también había huecos para los sonidos más pausados a ritmo de country, “Darlington Country” o el medio tiempo “I'm Going Down” que el saxo y el piano se le comieron de cuerpo presente. Otro de los momento llegó con “Waitin' On a Sunny Day”, un niña acompañó a Bruce para cantar parte del estribillo y nos dejó con la boca abierta viendo su desparpajo con el inglés, al final casí se canta el tema entero, por eso El Jefe la cogió y la elevó por encima de sus hombros, recogiendo el aplauso efusivo de todos nosotros.

“Drive All Night” y “The Promised Land” seguían revolucionando al personal, luego vino una de las primeras covers de la noche, el clásico de Patti Smith, “Because The Night”, cantado y coreado como se merece, un tema de la historia mundial de la música, buena elección jefe.

Y sin darnos cuenta, llegamos a la tercera hora del concierto, escuchando los temas “The Rissig” o “Thunder Road”, con un Boos muy entero y pasándoselo fantásticamente sobre el escenario, acercándose al público o interactuando con su banda que tienen total libertad de hacer lo que quieran durante el concierto.

La recta final se acercaba, las luces del escenario se encendieron por completo, allí estaban los grandes himnos del Sr. Springsteen, “Born In The Usa” y “Born The Run”, dos grandes ases que aparecieron a escena consecutivos, coreados por completo, mientras uno veía las caras de felicidad de la gente cercana, mientras abajo la complicidad entre los músicos era brutal.

“Glory Days” fue recibida con explosivas guitarras, saboreando las últimas palpitaciones de la noche, luego “Dancing In The Dark”, donde una chica se subió al escenario y se puso a bailar con Bruce, luego un chico se hizo un par de selfies con caras divertidas tal como pudimos apreciar en las grandes pantallas. Se despidieron con otra versión, uno de los himnos más fervientes del rock and roll, el tema de los The Top Notes, “Twist And Shout”, alargada para la ocasión para presentar a la Street Band.

Llegó el momento de los bises, los músicos se colgaron de nuevo los instrumentos e interpretaron “Bobby Jean”, tema melódico ideal para redondear una noche, luego se despidieron y volvieron a los camerinos, pero de forma inesperada el Boss regresó para tocar el solo y en formato acústico, más su armónica, se presentó bajo las palabras “working Man”, y le dio al tema “This Hard Land”, en esos momentos el estadio en silencio, sólo se respiraba aires melancólicos. Un pulso de nostalgia dedicado a la clase obrera, punto vital y necesario ante la sociedad capitalista que nos rodea.

Y tras 3 horas y 45 minutos, Bruce se bajó del escenario, con una mirada brillante y la satisfacción de un buen trabajo realizado. Y nosotros nos preguntamos, ¿Cuando no esté Bruce Springsteen, quien recogerá su testigo?

  
Bruce Springsteen
 
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Bruce Springsteen
 
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