“Un Día nada más”, así se denominó la fecha elegida por El Drogas para grabar su nuevo disco en directo, fue el pasado 2 de julio en la Ciudadela de Pamplona, una gesta que se recordará por el largo cartel de invitados y las cerca de seis horas de música, sin duda, un record nacional que sólo el titán de Enrique Villarreal podía llevar a cabo.

Muchos invitados se habían desplazado a la capital Navarra para participar en este acto, el listado lo componen: Fito Cabrales (Fito & Fitipaldis), Carlos Tarque (M Clan), Kutxi Romero (Marea), Luz Casal, Quique González, Rosendo, Ara Malikian, Leiva, Yosi Domínguez (Los Suaves), Gorka Urbizu (Berri Txarrak), Rulo (Rulo y la Contrabanda), Carlos Escobedo (Sôber), Álvaro y Ovidi Tormo de Los Zigarros, Iván Ferreiro, Vito (Sínkope), Julieta Itoiz (La Chula Potra) y Brick Paco (Benation). El día se mantuvo con nubes y claros, alejándose las probabilidades de lluvia y dejando que el rock nacional fuera el protagonista de la jornada en una de sus cunas, Pamplona, en pleno centro.

Una hora antes de abrir las puertas, había dos largas colas en la Avenida del Ejército, luego la entrada fue escalonada y organizada, para empezar con el espectáculo a las 19:30 h en el centro del Parque de la Ciudadela, allí nos esperaba El Drogas para darnos la bienvenida con una actuación especial, los primeros en acceder tuvieron el privilegio de ver claramente cinco temas en acústico, que tras el primero, “Sean Bienvenidos”, se pasó a piano mientras la gente lo rodeaba sentándose en la hierba.

“Voy Muriendo”, “Lobo Feroz” del primer trabajo discográfico bajo el nombre de Txarrena, luego unas palabras reivindicativas bajo una lectura hablándonos de las elecciones pasadas, donde los príncipes y princesas del cuento no siempre comerán perdices para continuar con el primer clásico de la tarde de Barricada, “Sofocao” terminando con “Llegan los Cuervos”.

Enrique salió rápidamente hacia la Casa de Armas donde le esperaba el resto de la banda, el eléctrico comenzaba revisando gran parte del disco “La Tierra está Sorda”, un recuerdo emotivo de parte de nuestra historia, la memoria histórica que no debemos olvidar.

Trece temas teníamos por delante, en un escueto escenario que el público podía divisar sentado en las sillas de madera que se colocaron, los más espabilados pillaron sitio, otros se situaron alrededor del escenario y el resto se sentó donde pudo.

Nuevos arreglos musicales para todas las canciones, que fueron grabadas dentro del disco “Sombras que la luz Grita” del proyecto El Drogas con la banda de la (Des) Memoria, un trabajo que ese mismo día vendían, es como esa caja de singles que han ido regalando en sus últimos conciertos con la entrada, bajo el logo mítico del grupo con ese caballo al revés.

El Drogas, cuando salió a escena el tema “Las 7 de la Tarde”, nos dijo que cerca de donde estábamos, perdieron la vida varias personas. Unos temas que transmiten y que han crecido con tantos arreglos instrumentales y nuevos acordes, dando protagonismo a su guitarra, Txus Maravi que nos dejó bellos pasajes de riffs. Flako al bajo y Brigi a la batería cierran una formación y una base rítmica espectacular.

Enrique se detuvo en varias ocasiones para presentarnos los temas con todo detalle, los entresijos de las letras y porque le llevaron a grabar estas canciones, revivir esas historias y visitando lugares en busca de inspiración cuyo resultado es este gran disco conceptual. Continuaron con “Es una Carta”, “Infierno de Piedra” donde la pandereta entró en acción, o “La Estancia”, recordando esos macabros lugares donde la tortura estuvo presente.

Papel importante tuvieron “Los Maestros” para dar conocimiento al pueblo, o “Matilde Landa”, figura rebelde importante cuyo tema se mantuvo en su formato original con tonos y arreglos acústicos. “Sotanas” con sonidos de armónica y guitarras silenciosas, “Suela de Alpargata”, emotiva y pasional, llegando a “22 de mayo”, recordando el monte Ezcaba y la gran fuga de presos, para dar paso a “Por la Libertad”, un grito en alto por el derecho fundamental. “Pétalos”, con los sutiles y murmulleantes coros de Flako, para terminar con “Una Lágrima en el Suelo”, matizada en sonidos psychobillys.

Así termina la segunda parte del evento, aún quedaba lo mejor, el escenario grande con invitados, pero antes la banda tenía que descansar un poco.

Cambio de ubicación, pasábamos a un escenario mucho más grande para afrontar las dos últimas partes del concierto, con un montaje espectacular, una grúa móvil y otro puesto de cámara debajo del escenario, captando unas imágenes impresionantes tal como pudimos ver en la pantalla que se montó en un lateral del escenario.

El primero bloque fue el espectáculo que montan bajo el nombre de Rythm & Blues Band, la banda al completo más dos coristas y un hammond, sin olvidarse de los primeros invitados de la noche. En total tocaron 26 temas, metiéndose al público en el bolsillo, cosa que era fácil, todos miraban a El Drogas con devoción.

“Ya no anochece igual”, “Así” o “Sólo Quiero tu Boca”, iniciaban el concierto mientras iba anocheciendo, en ese instante apareció el primero de los invitados, el cántabro afincado en Reinosa, Rulo, que puso su voz en “Con Tu Presencia”, que fue recibido con ganas, seguramente porque lleva muchos meses inactivo, descansando y ahora mismo preparando un nuevo disco.

“No das Pena” y “Héroes (Un Día Nada Mas)”, canción que en parte da nombre a este magnífico día, fueron elevadas por los coros de las dos chicas, que hicieron un trabajo excelente, luego vino el pirata Iván Ferreiro para poner su granito de arena en “El Punto Muerto”, pero no le perdonamos que recurriera a una chuleta para seguir la canción, sin duda, una de las colaboraciones que peor quedaron de toda la noche.

“Las paredes del Pozo” y “Sueños Rotos”, esta última con la participación del violinista Ara Malikian, un gran músico con una personalidad arrolladora, capaz de llenar el escenario él solito. Otro de los invitados ilustres fue el madrileño afincado en Cantabria, Quique González, que apareció con su guitarra acústica más su emotiva voz que nos llegó a emociona con “Demasiado Tonto en la Corteza”.

Enrique Villarreal seguía explicándonos algunas canciones, este fue el caso de “Debajo de Aquel Árbol”, de aquellas vivencias en las campas de la Txantrea, buscando ranas o renacuajos, también de las primeras historias de amor. En tono rockero y canalla aparecieron Alvaro y Ovidi de Los Zigarros, ambos electrificados con sus respectivas guitarras y dando voz a “La Hora del Carnaval” de nuestros queridos Barricada.

Nos volcamos en un tramo meloso y de medios tiempos, “Todo lo Enamora” y “Animal Caliente”, una canción mágica del lado salvaje de la vida y sobre todo de la noche, continuando con la colaboración del madrileño Leiva, que puso su actitud canallesca en “No sé qué hacer Contigo”, comprobando que su paso sobre el escenario era deseado por muchas féminas del recinto.

“Sin Reverencias”, otro de los himnos coreable, “Deja que esto no acabe nunca” seguían imprimiendo nostalgia y recuerdos tristes de cuando llegó el final de Barricada y todos sus componentes tomaron caminos distintos. Y como un miura a grito de “gabón Iruña”, apareció Carlos Tarque, que se cantó en tono reivindicativo el mítico tema que en los 90 tuvo protagonismo por el tema de las pateras (hoy en día, de actualidad), “Oveja Negra”.

“Cordones de Mimbre”, desgranando el drama fatídico de la pérdida de memoria por el Alzheimer, nos gusta escucharla, nos gusta recordar, Enrique tócala siempre. Pasando rápidamente a uno de los temas emblemáticos de Txarrena, “Todos los Gatos”, cogiendo otro ritmo, más fraternal tirando al lado animal. “Nada Sin Ti” con la colaboración de Fito Cabrales fue el siguiente, a la voz y guitarra, presentado como la persona más querida del rock nacional, uno de los grandes fichajes de la noche, arropado por Enrique, cariñoso y emotivo.

Uno de los momentos mágicos del concierto fue cuando interpretaron el tema de Alarma, quien sabe si el propio Manolo Tena hubiera estado allí esa noche si estuviera vivo, DEP maestro. Un repóquer de ases se juntó sobre el escenario, Fito, Carlos Tarque y el patriarca, Rosendo, este último se quedó para cantar otro tema de Txarrena, “Empujo Pa ki” al que se le veía raro sin su stratocaster.

Muchos aplausos se llevó Luz Casal cuando la vimos al lado de Enrique, siempre con esa gran sonrisa y ganas de vivir, sin olvidarnos de sus registros de voz característicos que bien volvimos a escuchar con “Que no me Silbes”, continuando con el último de los temas donde todos los invitados se juntaron en el escenario al son de “Otros Tragos”, saliendo en fila india para luego dar carpetazo a esta fase del concierto y descansar unos 20 minutos.

Afrontábamos la última parte del concierto en su vertiente más eléctrica, con el crudo sonido de El Drogas acogido en 17 disparos más la participación de los últimos invitados de la noche, empezaron con una intro rebelde, a favor de las mujeres del mundo y el fin de la violencia machista, “Están para Violarlas”.

“El Charco” les mantuvo contundentes esperando a un nuevo invitado, el extremeño Vito de Sínkope, con su potente voz que llenó de poesía rock el himno de Barricada, “Todos Mirando”, luego “Como Elefantes”, con esa vena reivindicativa que tiene el triple disco “Demasiado Tonto en la Corteza”, poniendo el dedo en la llaga.

También hubo recuerdo hacia La Venganza de la Abuela con “Cerocomasiete”, dando pie al tema más experimental de la noche, “Víctima”, con la Chula Potra a la voz y Brick Paco, donde el sonido rapero y el rock se juntaban en este tema tan singular. “Olvido y Rebeldía” mostró que la voz de la calle nunca la podrán callar, los conflictos por el carbón en León están ahí y aparecieron con grito en alto.

El madrileño Carlos Escobedo fue el siguiente en poner su voz, se cantó “La Silla Eléctrica”, tema con el que había crecido según dijo, luego vino el segundo recuerdo a La Venganza de la Abuela, “Fue 24 D. ¿y Qué?”, con un Drogas que se le veía disfrutar. Y por fin, tan divertido y jovial, vimos al gallego más querido del rock nacional, Yosi, que no se perdió esta cita, siempre feliz y así le recordaremos, aunque vaya a contracorriente y por detrás a la hora de cantar, eso sí, la armónica la tocó de maravilla.

Estábamos en la recta final, “Que Mal Rato” dio pie a que el poeta sincero Kutxi Romero dejara su divertida frase “no podemos vivir sin las drogas”, para luego cantar con el susodicho “Barrio Conflictivo” de los Barri. “Peine y Mantilla”, con los divertidos movimientos del final, exagerando los brazos y las manos, para luego ser Gorka Urbizu de Berri Txarrak el último de los invitados, tocando la guitarra y poniendo el euskera en el tema censurado en los 80, “Bahía de Pasaia”, para luego poner el tono verbenero con “No Hay Tregua”, montándose una muy grande!

Y ya en el final, “Azulejo Frío” para luego presenciar una de las sorpresas de la noche, contó como invitado con uno de los chicos que forman Motxila 21 para “En Blanco y Negro”, al que se le unieron el resto de invitados que no dudaron en levantar por los aires a Enrique.

Reto superado, Enrique Villarreal es un luchador incansable, ha seguido con su nombre firmando grandes trabajos dentro del rock nacional, siempre honesto, siempre elegante, siempre a gusto!!