El pasado sábado 29 de octubre pudimos asistir a la segunda edición de un festival que empieza a sonar fuerte en el panorama musical asturiano: el Raposu Rock.

Un precio económico de entradas (anticipadas a 8€ y 10€ en taquilla), una sala con precios razonables en la barra, buena calidad de sonido, un atractivo cartel con artistas que no son precisamente novatos en la escena musical y un trasfondo solidario, eran los componentes ideales para predecir todo un éxito de aforo. Además, a los asistentes más madrugadores se les regaló una púa conmemorativa del evento y un disco de Sartenazo Cerebral, una idea genial para conseguir mejorar la puntualidad del público. Pese a los esfuerzos de la organización, no se cumplieron los pronósticos esperados y la sala no se llenó tanto como era de esperar. Los que asistimos sí que conseguimos el principal propósito del festi, además de pasarlo genial: superar el número de kilos de comida solidaria respecto al año anterior que iban a donarse a la Asociación Benéfica Cocina Económica de Oviedo.

Pasaban unos minutos de las 20:45 horas cuando saltaron a escena Sartenazo Cerebral, una banda de punk avilesina que nos hizo pasar muy buen rato a golpe de temas propios y ajenos. Con dos discos a sus espaldas, uno homónimo y otro recientemente estrenado bajo el título de “Actividades Extraescolares”, fueron capaces de sorprender, divertir y hacer saltar al personal. Y no fue fácil porque tuvieron que romper el frío de la noche. Con muy buena actitud y sonido,  poco a poco se fueron metiendo al público en el bolsillo con temas tan divertidos como “Typical Cachopo” o la canción de amor “Me estoy ahogando locamente”. Nieto, el vocalista de la banda, estuvo muy participativo y compenetrado con el público. Con las gafas de sol que salió a escena me recordó a los mejores años de Evaristo (aunque más joven y más agraciado).

Mención especial al original pie de micro currado con cadenas y una sartén decorándolo...¡ya quisieran los mismísimos Wasp tener uno de esos! Nos ofrecieron un extenso repertorio casi sin dejar descanso entre tema y tema, mostrándonos un punk de calidad, con unas letras divertidas, sarcásticas y con un puntazo de mala leche que no pasa desapercibido. “Tecnológicamente muy superior”, la antimonárquica “El cazador cazado” (con fan espontáneo ayudando en los coros), “Los punkis tenían razón” y “Nos vemos en Nabarra” fueron grandes momentazos del directo. Nos pusieron manos arriba con “Atraco” de Segismundo Toxicómano. Muy intensa fue “Matando el rato”, su intro con la voz en off de Chicho Sánchez Ferlosio recitando “Malditas elecciones”, perteneciente  al “Romancero de Durruti”, te ponía lo pelos de punta. Un tema más que apropiado para definir el momento político que estamos viviendo.

El “Carne pa la picadora” de La Polla retumbó en la Sir Laurens y daba el pistoletazo de salida para la potente recta final, seguida de “Un día de perros” con la colaboración de Carlinos de Skontra al micro. La divertida versión del grupo asturiano Madera Rock “Alopecia Terminal”, la movida “De bar en bar” y el clásico de Rip “Condenado” hubieran servido como un excelente cierre de bar, pero aún nos quedaba mucha noche por delante.

Caso Omiso fueron los siguientes en ocupar el escenario ovetense. Fuimos testigos de buen rock and roll de potentes guitarras, con un Oscar sublime con este instrumento deleitándonos con grandes riffs y solos en cada tema. Nos pasearon por algunos de los mejores temas de sus dos trabajos “Tarde, mal y nunca” y “Desórdenes emocionales”. “Luces de Bohemia” fue la encargada de abrir el repertorio y la verdad es que pintaba realmente bien.

Una intensa “Marejada” nos mostró que el lado fuerte del grupo son las guitarras, que sobresalen majestuosamente sobre el resto de instrumentos. No pude disfrutar tanto como me hubiera gustado de las buenísimas letras de las que hacen gala todos y cada una de sus canciones. La voz de Pumuky tampoco ayudó demasiado porque sonó algo baja, sobre todo al principio. “Náufragos” y “Puede ser” fueron de las más intensas, aunque noté demasiado estática y seria a la banda en general.

Quizás fuera la extrema concentración, pero parecían algo distantes con el público. Faltó chispa, aunque en la recta final se soltaron un poquito más. También tuvieron su dedicatoria al “nuevo” gobierno con “Habemus Democracia”, uno de sus ya míticos temas en directo. Rock clásico (mi mente recordaba a Stafas, Los Reconoces o Silenciados mientras les escuchaba), con tintes de blues en ocasiones, otras más cerca del punk como en “No salgo más de casa”, letras con mucha miga, comprometidas, sentimentales, mordaces… hay para todos los gustos. “Besos de cristal“, el “Escalofrío” más sensual y poético y “Toda la noche” fueron de las más coreadas y bailadas. Para cerrar apostaron por otro plato fuerte: “La sustituta”, con la que dejaron un buen sabor de boca al personal, aunque personalmente creo que pueden dar mucho más en directo. Están ya trabajando en su próximo material, así que habrá que seguirles la pista porque prometen.

Debruces se estrenaba en la capital asturiana presentando su último trabajo “Bala Vencida”. La banda de Hortaleza dejó muy alto el listón y nos hizo pasar un rato más que agradable y muy divertido. Tal y como viene siendo habitual, apenas dejaban tiempo para retomar el aliento entre canción y canción. Abrieron con dos temas de su primer disco “Con Trastes” , el clásico “Vagando perdido” y “Secuestrado”. A partir de ahí comenzaron con sus balazos “Fuerza en la calle” donde su nuevo bajista Javi (que ha entrado recientemente en la banda para sustituir a Fernin) nos demostró que se encuentra muy cómodo e integrado con sus compañeros de banda. “En la cuneta” pudimos unir nuestras voces para corear al unísono aquello de “Oviedo será la tumba del fascismo”. “Castillos de arena” contó con la ayuda de David “Suave” a la voz, que hizo de contrapunto al carismático Oskar.

El frontman de la banda se encontró como en casa y no nos defraudó con su expresividad y su buen hacer sobre el escenario. “Somos un@” fue dedicada, como no podía ser de otra manera, a las mujeres. “¿De qué lado estás?” removió conciencias acerca del cementerio en el que se está convirtiendo el mar y las fronteras de nuestro mundo. Una de las canciones más duras de la noche. Un espectacular popurrí con fragmentos de Kultura de Bar, Porretas, Ska-P, Piperrak, Reincidentes, Kortatu y S.A., entre otros no dejó a nadie quieto en su sitio. Y es que los DEBRUCES son únicos para montar un buen fiestón. Creo que la clave del éxito de esta banda se basa en disfrutar con lo que hacen sobre el escenario y eso, es gratamente contagioso. Para el sprint final dejaron “Arañazos” y “Mala Hierba”, esta última con la colaboración en el micro de Yol Madina (Horror Business).

La última fue “Jueves (otra y seguimos)”, la segunda parte y sustituta ahora de “Una y nos vamos” (que la echamos de menos, al igual que la tocaya o la de “Juantxo”...si chicos, el público asturiano se merece conocer en directo estos temas). Con el escenario repleto de artistas invitados y todo aquel que quiso compartir este gran momento desde el escenario se despidieron en esta ocasión. Extraordinario punto y final para una actuación que se nos hizo corta. A ver si repiten pronto por la cornisa cantábrica que la tienen un poco olvidada estos madrileños.

Finalmente Misiva daba por clausurada esta segunda edición del festival con un espectáculo directo, rápido y contundente. Punk rock de calidad que bebe de las raíces del punk americano, acelerado y agotador tipo Bad Religion, Rise Against o The Off Spring entre otros. Muy buen sonido y una gran calidad es una de las principales característica de la banda de Grado . Prácticamente sin parar fueron sonando los temas, con especial atención a los que componen su último trabajo “Invencibles”.

Fieles a su estilo y reivindicando el asturiano como lengua oficial sonaron temas como “Revolucion TV” con la que abrieron. “Muries de soledá”, “Pexes inertes” , “Lo que nun aprendí”, “Siempre fiel” o “Planeta gris” sonaron a la perfección. Sorprendiéndonos una versión de los suecos Millencolin y sus “Penguins and Polar Bears”, que ellos asturianizaron como “Gatos monteses y osos pardos”, una adaptación bastante buena, por cierto. Muy dinámicos y muy participativos, especialmente Humberto, vocalista y frontman del grupo con los espectadores que se dejaron llevar en todo momento por el frenético directo del grupo. En “Invencibles” y “Gran Mentira” nos demostró que su garganta goza de gran esplendor y registros. “Punk Rock” fue otra de las más bailadas y coreadas. Lograron poner en pie a todo el personal. Para el final dejaron el single y videoclip de su último trabajo “Foriatu na mio ciudá” y una versión en asturianu del “21st Century Digital Boy” de Bad Religion, con la que se despidieron.

Si hubo una constante en todo el festival fue el buen rollo y los agradecimientos de todos los músicos a la principal organizadora del evento: Rheme Peláez que, junto a su equipo, consiguieron que todos los grupos se volcaran en reconocimiento a su gran trabajo para sacar adelante el evento…y eso no se ve todos los días. La atención, el buen trato, la energía y la fuerza que esta mujer desprende es digno de resaltar. Su nombre fue coreado por toda la sala en repetidas ocasiones.

Tampoco estamos acostumbrados a contar con un sonido rondando lo excelente durante todo el festival, esfuerzo que debemos al buen hacer de Pablo Viña a los mandos del sonido.

También pudimos ver por allí, disfrutando del festival a numerosas caras conocidas de la escena musical asturiana como Maxi de Fe de Ratas, el grupo Crudo (que tuvieron ocasión de tocar en  la primera edición) o la gente de Franel Rock, entre otros. Además de divertirse como espectadores ilustres, con su presencia apoyaron un festival al que repetiremos sin dudarlo y os recomendamos que no os perdáis en futuras ediciones.

Felicidades y larga vida al Raposu… a por el III Raposu Rock 2017!!!