La vuelta de Balance era una ocasión que ni podíamos ni queríamos dejar escapar, ya que es una banda con mucha proyección, que lo tuvo que dejar unos años atrás por motivos que no vienen al caso.

Para esta ocasión estaban acompañados de Septiembre, que esa misma semana decidían parar una temporada y que sean los tres conciertos que van a dar con Balance los últimos del grupo, al menos de momento.

El lugar para estos sentimientos encontrados era el Black Bird, donde se esperaba que acudiese mucha gente, como así fue, entre los que había amigos de otras bandas. Con máxima puntualidad comenzaron su actuación los chicos de Septiembre, que en esta ocasión contaba con su bajista Raúl sentado en una silla por una lesión.

Arrancaron con “Sangre y salitre”, una de las últimas canciones que han compuesto y que, debido al citado parón, no va a ser publicada, al menos de momento.

Tras agradecernos nuestra presencia, llegó el turno de “Días pasados”, una de las canciones que aparecía en su  única maqueta “Engorile!!”, para seguir con una versión del “Juerga” de Kaotiko, una de sus bandas más queridas.

“El parque de los recuerdos” fue la siguiente en sonar, otra de esas nuevas canciones de la que grabaron un video y en la que agradecieron a Gerar de Balance, su colaboración en dicha canción.

Se les veía muy motivados al mismo tiempo que emocionados y más aún cuando tocaron la canción que da nombre a la banda, y que, como ya he dicho en otra ocasiones, es una de mis preferidas de la banda. Otra de las influencias de la banda es Marea, de la que cayo “Alfileres”, tras la que regresaron a su maqueta con “Buscando la tormenta”.

Otras dos versiones sonaron, siendo la primera “Para que jueguen los gatos” de Mala Reputación, seguida del “Flojos de pantalón” con algún fallo achacable a los nervios. Su breve actuación termino con la única canción que quedaba de sonar de su maqueta, concretamente “Con agua de mar”, tras la que se despidieron.

Reconozco que me dio pena despedir a una banda que he visto crecer y que creo que aún tenían mucho que decir (ahí están sus nuevas canciones), pero que se le va a hacer. Ahora disfrutaremos de ellos por separado en próximas aventuras y en el futuro quien sabe.

¡¡Muchas gracias por todo, Septiembre!!

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Había muchas ganas de ver a Balance, además de conocer que músicos acompañaban a Bubu, cantante, y Gerar, guitarra, en este regreso. Duda resuelta: Daniel a la batería, Iván al bajo y Cristian a la otra guitarra completan la formación en esta nueva etapa.

Desde el primer minuto la banda salió muy motivada y es que se veía las ganas que tenían de tocar desde que sonaron las primeras notas de “Soplo de libertad”, de su Ep “21.40”.

Parecía que llevasen tocando toda la vida juntos, mientras sonaba “Distancia”, para antes de “Dudas suicidas”, recordar que hace 3 años les daban por muertos pero que aquí estaban para callar bocas. La primera versión de la noche fue “Corazón de trapo” de Dikers, una banda que forma parte de sus influencias, para seguir con Tentación” de su último trabajo “16.10”.

La tónica del concierto fue alternar canciones de sus dos trabajos, como “Sin compasión”, en la que pusieron la sala a botar, con alguna versión para animar el ambiente como el “Juntos tu y yo” de Boikot, en el que un eléctrico Bubu bajo a cantar entre el público.

Llego el momento de relajar un poco el ambiente con “Lo mejor de mí”, una canción muy especial para Bubu que se la dedicó a una persona muy cercana a él que había perdido a un familiar muy recientemente.

Tras este momento, vuelta a la caña con “Éxtasis” y “Réquiem”, con la banda animando constantemente a la gente a que saltase, al mismo tiempo que musicalmente tocaban a un gran nivel. Se despidieron con “Cada vez”, la versión de Desakato, que hizo que la gente se desatase y saltase y botase.

Volvieron porque aún les quedaban un par de balas en la recamara: “De forma inminente” y “En volandas”, la única canción de su maqueta “Prendiendo la mecha” y que fue coreada hasta la extenuación por todos los presentes, ya que es una de las más conocidas de la banda.

Y así, tras poco más de una hora, acababa Balance su actuación, dejándonos a todos un gran sabor de boca, con una formación muy sólida y compacta y que tiene pinta de depararnos muchas noches de gloria; ahora tienen muchos conciertos en la agenda para seguir demostrándolo, como ese que darán en mayo con Leize.

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Salí de la Black Bird con la alegría de la vuelta de unos Balance que están en plena forma y la pena por haber visto uno de los últimos conciertos de Septiembre. Así es la vida. Suerte a ambos en su futuro.