El Satander Fest cumplía su cuarta edición y no quería perdérmelo por nada del mundo ya que, aunque solo pude asistir a la primera edición, es un esfuerzo que hay que valorar el de acercar los sonidos más extremos del metal a una ciudad como Santander.
La verdad es que esperaba una buena entrada en el Rockbeer The New a tenor de la envergadura del cartel y de la variedad estilística del mismo, que abarcaban desde el Grind de Rencor y Bisturí, al Doom de In Loving Memory, pasando por el Thrash Metal de Dominium. Sin embargo, la entrada fue mucho menor de lo esperado, dejando una vez más a las claras que el interés por el metal extremo en Cantabria es menor del que se presume.
Con muy poco retraso sobre la hora prevista, comenzaron su actuación los irundarras de Dominium, que quizás era la banda a la que más ganas tenía de ver, principalmente porque su estilo es más próximo a mis gustos personales.
Tras una introducción, arrancaron su concierto a fuego desde el principio con “Una vez más”, en la que su vocalista salió con una máscara que enseguida se quitó, para seguir con “Regeneración”.
Tras presentarse y saludar a los asistentes, siguieron desgranando su último disco, editado a finales del pasado 2016, con “Abismo”, tema que le da título, para seguir con “Portal de agonía”, inspirado en la obra de HP Lovecraft.
Con la gente animándose, siguieron repasando su actual disco, con “El lugar más oscuro de tu mente” y “Marcha al silencio”, de la que editaron hace poco un video y que critica la incomunicación en la que vive la sociedad actual.
Con “Madarikatuen herria” y “En la espiral”, sobre la evasión de los problemas diarios, dieron por concluido el repaso a su actual disco.
Sin embargo, el concierto seguiría repasando temas pretéritos como “La jaula”, “El precio de la fe”, en la que tras una rotura de cuerda tuvieron que comenzarla de nuevo y “Yersinia pestis”, del disco que esta última canción da título y que se editó ya hace 7 años.
La hora de actuación concluyó con “Mundo oculto”, canción que titulaba a su primer disco allá por el 203 y que se la dedicaron a todo el que ha sufrido algún tipo de agresión.
Me gustó mucho el concierto de esta veterana banda, que en sus más de 17 años de trayectoria ha editado 3 discos y que posee una calidad más que evidente no solo en estudio sino también en directo, como pudimos ver esta noche.
Hubo que esperar un poco para que comenzase la actuación del representante cántabro de la noche, los chicos de Bisturí.
Como no podía ser de otra manera, el trio nos dejó una gran demostración de su Grind clásico, en donde, durante media hora, nos hicieron un repaso por 25 canciones, que fueron interpretadas a saco, sin pérdidas de tiempo y transmitiendo mucha energía y brutalidad.
Su repertorio se basó en su demo “NTN” del pasado año, en “Prosopalgia” que se publicaba ese mismo día y en algunas canciones no editadas en estos trabajos.
Una vez más, hay que reiterar la compenetración existente entre los tres miembros de la banda, sobre todo al no contar bajo, lo que añade un valor adicional a su música; cada día los veo mucho más compactados y sobre todo se les ve que con un mínimo gesto saben cuándo hay que arrancar.
Indudablemente el ser la banda que jugaba en casa hizo que tuvieran un gran seguimiento, así como la complicidad de buena parte de los asistentes, conocidos ya de estos veteranos músicos de la escena cántabra.
No hay sorpresas si has visto a Bisturí alguna vez; son conciertos cortos pero muy intensos, donde la solvencia de sus tres integrantes queda por encima de cualquier duda.
Media hora de Grind al corte made in Bisturí, lo cual es sinónimo de buen hacer.
Después de una larga espera, nos adentrábamos en el mundo de In Loving Memory, banda vizcaína de Doom y que actuaba entre dos grupos de Grindcore. Esto, como todo, es para gustos y para mi jugo un poco en contra de ellos, ya que pasamos de canciones cortas e intensas, a paisajes largos y lentos.
La banda ha sufrido algunos cambios recientemente y se estrenaban con esta nueva formación en la capital cántabra, mientras esperan la publicación de su nuevo disco, "The Withering", que saldrá en breves.
Arrancaron su actuación con “November cries”, canción su último disco completo “Negation of life” y que nos mostró lo que nos iba a deparar la noche con esa perfecta combinación entre melodía e intensidad tanto en lo instrumental como en lo vocal.
Tuvieron que pasar por diversos problemas con el teclado durante buena parte de su actuación, mientras seguían interpretando “A path to deliverance”, de su mini cd del 2014 “Redemption”, para volver a su último disco que data ya del 2011 con “Even a God can die”, con unos sonidos algo más progresivos dentro de su esfera musical.
Tras pedir disculpas ante los reiterados problemas técnicos que estaban sufriendo, atacaron con “Intra nebulam MMXIV”, para seguir con la entrañable “Adversus pugna tenebras”.
Tras agradecer a todos nuestra presencia, nos dejaron con “Absence of truth”, una canción más extensa y más cañera que el resto, con la que dieron por concluidos su 50 minutos de actuación.
In Loving Memory demostraron tener mucha calidad y lo que vivimos esa noche fue una lección de cómo hacer doom con mucho gusto, en parte lastrada por algún problema técnico, pero que, pese a ello, nos dejaron un gran sabor de boca.
Pese a llevar más de 12 años en activo, no había escuchado a la banda y reconozco que me gustaron mucho y que espero verlos en más ocasiones, porque tienen calidad más que de sobra.
Y para acabar la velada, y ya en la madrugada del domingo, nos llegaban desde Almería la gente de Rencor, que atravesaban toda la península para participar en este evento. Solo por eso ya merecen todo nuestro aplauso.
Se presentaban en formato trio, y como previamente habían hecho Bisturí, sin bajista, por lo que cobra vigencia lo dicho en la parte referida a la citada banda en cuanto a compenetración.
El sonido de Rencor es aún más agresivo y violento dentro del Grindcore que estilan, y así durante la poco más de media hora de actuación que llevaron a cabo, arrasaron con todo.
Treinta minutos, treinta canciones, en una actuación en la que destacó la labor del batería que es una auténtica bestia parda; pero no por ello hay que dejar de citar al cantante que bajo a mitad del concierto a empujar a la gente buscando su complicidad y al guitarrista con una velocidad endiablada.
No hubo mucho tiempo para palabras en su actuación, aunque, como el resto de las bandas, nos agradecieron nuestra presencia.
Destacar que no solo repasaron sus 3 trabajos editados hasta la fecha, sino que también hubo tiempo para interpretar algunas canciones nuevas. Como dato curioso, decir que su último trabajo, el Split con Lead Coffin, le interpretaron en el mismo orden.
Gran actuación la de Rencor, que sirvió para poner la guinda a una noche especial de música externa en la capital cántabra.
Para acabar, solo decir que una vez más triunfaron las bandas, pero fallo el público cuya respuesta fue mucho menor del esperado; solo espero que esto no desanime a la gente que organiza estos eventos y que quizás algún día cambie la mentalidad conformista de la gente de nuestra comunidad. Gracias a Irra El y a Lydia por este concierto.
25/02/2017 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
Rock Beer The New, Santander, Cantabria
