Tras la conveniente pausa para el cambio de escenario, Blackberry Smoke hizo su aparición como la gran banda que ya es, con una puesta en escena de nivel, sin monitores y con todos los detalles cuidados al máximo. Empezaron con “Fire In The Hole” y “Six Ways To Sunday” y pronto fue patente porqué esta banda que hace siete años apenas reunió un puñado de gente en el Gruta 77 ha ganado tanta popularidad en tan poco tiempo. Los americanos son una banda de una calidad musical extraordinaria y en directo ofrecen una interpretación impoluta y sobresaliente de sus temas.
Charlie Starr se hizo con el peso escénico mientras el resto de la banda cumplía pulcramente con su cometido sin apenas moverse. Starr canta, es el guitarrista principal, hace solos y es el único que se mueve por el escenario. Sonaron “Let Me Help You”, “Good One” y “Working For The Working Man” con un toque más rockero que la versión de estudio, al igual que “Waiting For The Thunder” y lo cierto es que ese endurecimiento les sienta muy bien a los temas. El público, que se había rendido en los primeros acordes, disfrutaba de lo lindo.
El concierto se desarrolló sin apenas pausas entre las canciones, con la banda alargando los temas y realizando algunas jams improvisadas donde dieron rienda suelta a su elegancia musical. Hubo espacio para el rock n´roll bailable de “Let It Burn” y para momentos intimistas como la preciosa interpretación de “Ain’t Got The Blues”, que el público coreo hasta desgañitarse. “One Horse Town” fue otro de los momentos de comunión total entre la banda y los espectadores. No podía faltar un temazo como es “Up In Smoke”, que sonó imponente.
Blackberry Smoke intercalaron guiños musicales a una de sus bandas de referencia tocando “Your Time Is Gonna Come” de Led Zeppelin que mezclaron con “Black Dog” de forma extraordinaria para poco después sorprender con “Hey, Hey What Can I Do?”. Con “Leave A Scar” dejaron el set listo para los bises, que el público pidió con vehemencia. Entonces fue cuando interpretaron una excelente versión de “Oh Well” de Fleetwood Mac que llevaron a su terreno y volvieron a sorprender al tocar una parte de “Thee Little Birds” de Bob Marley. El punto final a hora y cuarenta de concierto lo puso “Ain’t Much Left”.
Blackberry Smoke hicieron un gran concierto, eso es innegable, y aún así la sensación fue que toda la energía que despliegan no llega a explotar en ningún momento. Quizás un poco más de locura, descontrol y suciedad les daría más fuerza. Aún así, para todos los que nos gusta el rock and roll es un gustazo comprobar cómo esta banda se está haciendo cada vez más grande. Ojalá ellos sean los abanderados del resurgir de una nueva época dorada del Rock. |