Ratos de Porão y Suicidal Tendencies pasaron por Vitoria-Gasteiz y convirtieron la Jimmy Jazz en una auténtica caldera.

Brasileños y norteamericanos compartieron cartel en suelo alavés el martes 27 de junio y el público, llegado desde diferentes puntos, respondió agotando las entradas (25€/30€) semanas atrás y llenando el local desde bien temprano.

Los presentes en la cita pudieron vivir una autentica velada de crossover trash y hadcore punk con dos bandas nacidas en el año 1981 como protagonistas. Suicidal Tendencies que llegaban desde Los Ángeles y Ratos de Porão que lo hacían desde São Paulo, y que ejercieron de teloneros de lujo.

Pasadas las 20:30 horas hacían aparición en escena los cuatro componentes de una formación que no necesita presentaciones y que cuenta con 36 años de trayectoria a sus espaldas. Ratos de Porão abrieron fuego algo más tarde de lo previsto pero con una fuerza envidiable y acto seguido conectaron con un público que ya comenzaba a sudar de lo lindo.

"Tatto maniax", "Ignorancia", "Crise geral" y "Morrer" fueron algunos de los primeros temas que cayeron durante un espectáculo que se alargó hasta poco antes de las 21:30h. y que para deleite de un entregado personal dejo una veintena de canciones interpretadas. Canciones con las que la temperatura en la sala iba en aumento y que provocaron innumerables pogos.

Con los de  João Gordo sobre el escenario tomarse un respiro era impensable y la banda fue disparando éxito tras éxito en un concierto en el que repasaron su extensa trayectoria. No fueron solo los temas clásicos los que levantaron al respetable, la entrega de los músicos sobre la tarima, sus saltos, bailes y el poderío con el que el vocalista interpretaba cada una de las composiciones hizo enloquecer a una audiencia que no dejo de saltar y vibrar durante todo el show.

El cuarteto brasileño que estaba regalando a los suyos un directo corrosivo y rabioso, quiso despedirse de la Jimmy Jazz y dar paso a Suicidal Tendencies con " Sentir ódio e nada mais" y " Crucificados pelo sistema". Dos temas que el entregadísimo público coreó, y con los que cerraron una brutal actuación.  

Tras el primer envite de Ratos de Porão teloneros de lujo en esta gira, compartiendo cartel exclusivamente en las fechas de Barcelona y Gasteiz, llegaba el plato fuerte de la noche, de nuevo venían a Euskadi los Suicidal Tendencies, una cita que no podíamos dejar pasar y más cuando hace pocos meses visitaron la cercana Sala Atabal de Biarritz con un sold out, cosa que en la Jimmy Jazz también ocurrió. Un dato importante, las entradas se habían agotado dos semanas antes, y hoy en día eso es difícil que se cumpla en nuestras salas.

Pioneros del hardcore punk crossover, la banda de Los Angeles nacida en el 81 siguen manteniendo su rumbo liderados por el frontman Mike Muir, reaventándose disco a disco manteniendo el espíritu underground de sus inicios, marcados por los sonidos de skate punk y escribiendo su propia historia, hasta el bueno de Mike encontró su sitio cobijándose como bajista sustituyendo al gran Robert Trujillo de Metálica o el paso de Dead Pleasants.

Su nuevo disco fue editado a finales de septiembre, y les ha vuelto a poner en la carretera, hablamos de “World Gone Mad”, incorporando a sus filas al magistral batería Dave Lombardo (ex Slayer, Grip Inc), impulsando aún más a los angelinos, generando un directo que no pasar desapercibido, tampoco nos queremos olvidar del bajista latino Ra “Chile” Días, y Jeff Pogan a la guitarra, que compagina funciones con la banda de metal progresivo Oneironaut.

Muchos sudores y ambientes húmedos, el aire acondicionado no estaba funcionando y al final salimos de la sala empapados, a eso hay que sumar que nos pilló una gran tormenta que nos persiguió durante todo el camino hacia el coche.

Trece temas teníamos por delante en un horario bastante ajustado por el retraso acumulado, los Ratos empezaron más tarde, pero tampoco hubo recortes de actuación, pasadas las doce de la noche terminó el concierto, la sala tuvo manga ancha para dejarles quince minutos más, cosa que se agradece teniendo en cuenta que llevan el horario a rajatabla.

El público se entregó desde el primer tema, pero antes apareció uno de los roadies para presentarlos, y uno a uno, como si de un huracán se tratase, empezaron a salir a escena, el último, Mike Muir, más delgado que de costumbre, moviéndose constantemente, desafiando al respetable mostrando una energía brutal.

“You Can’t Bring Me Down” fue el primero de los temas, poniendo patas arribas la sala que estuvo acorde a las circunstancias, las primeras filas lo vivieron salvajemente, como tiene que ser. Continuando con un tema rebuscado de su repertorio, “I Shot The Devil” para después ir presentando canciones más recientes, como el primer single del nuevo trabajo, “Clap Like Ozzy”, manteniendo las formas y el sonido actual de la banda, no todos iban a ser clásicos esa noche.

“Freedumb”, un asalto activista de la libertad, con el guitarrista y bajista que empezaban a tener más protagonismo, alimentando su faceta individualista para dar empuje a sus sonidos actuales, tipo Body Count. “Trip al The Brain” mostrando su lado más festivo y “Get Your Fight On!” fueron las siguientes, este último del último disco con aires que nos recuerdan a los Beastie Boys.

Ya en el ecuador del concierto entró a escena un clasicazo de las pistas de skate, “Possesed To Skate”, inmortalizando una recta final de vértigo que se nos venía encima, botando y sudando, moviéndonos de un lado para otro, al igual que la banda, que lo dio todo sobre el escenario.

Una fecha histórica para la Jimmy Jazz, nosotros al menos no la borraremos de nuestra cabeza por muchos años, y eso que a los Suicidal Tendencies les volveremos a ver próximamente en el festival de Viveiro, Resurrection Fest.

Tres últimos bises con ”I Saw Your Mummy”, “How Will I Laugh Tomorow”, otro de sus himnos aclamados que les sirvió para presentar a la banda y “Pledge Your Allegiance”, canción con gran peso instrumental, poniendo la puntilla a uno de los bolos del año, al menos para nosotros ya que les situamos en el pódium de honor del 2017, que por ahora estaba vacío.