Robe y sus detrozares: canciones para el fin de los MOVILES

Hasta mi padre, más extremeño que las bellotas, tarareó alguna que otra vez, aquello de los buitres negros del Monfrague… El que más o el que menos ha vivido influenciado por la obra de Extremoduro, sin encontrarme a día de hoy alguien que no haya escuchado algún tema suyo. Roberto Iniesta Ojea (Robe para la farándula), buque insignia de tan magnánimo grupo, hoy es tótem absoluto del rock estatal.

Llevando 4 años cabalgando en solitario y dos álbumes a la venta, en este 2017 se plantea una señora gira y como no, parada en Madrid, la ciudad de los brazos abiertos y con el de Plasencia, no podíamos ser menos.

La cita, en el mal llamado “Teatro” Price, Robe pidió un teatro y casi le dan una plaza de toros (por lo curioso del recinto), todo vendido desde hacía ya meses, 35€ la más barata, con la uncía consigna: NADA DE MOVILES.

¿Estaríamos preparados para tan soviética prohibición?

Yo por si acaso me lleve la libreta, no fuera a ser que se pusieran muy tajantes y os tuviera que contar el concierto del pasado año.

Sobre las 20:00 accedemos al recinto, gente de todo tipo, jóvenes, no tan jóvenes, eso sí, en su amplia mayoría lucían las mil y una camisetas de Extremoduro.

Nuestra situación ladeada, más bien mala en cuanto a visibilidad, dado que en la acústica para estos conciertos “sosegados” el Price es puntero en sonido.

Sentado de soslayo, a los 10 minutos me dolía todo, hasta que suena “Hoy al Mundo Renuncio” momento en el cual se me pasan todos los males, a escuchar al amigo Robe.

Estilismos aparte, estratégicamente sentado en el centro del semicírculo, escoltado por una autentica legión de multinstrumentistas como son los compañeros: David Lerman (bajo, saxo, clarinete, voces), Alber Fuentes (batería y voces), Álvaro Rodríguez Barroso (piano, teclados y acordeón), Carlitos Pérez (violín y voces) y Lorenzo González (voz y bajo)… Todos impresionantes en sus labores, pero Pérez y su violín se llevaron la palma… Portentoso de principio a fin.

Robe seguía el recital, esta primera parte muy pausada, muy intimista para ver, escuchar y callar. O, en palabras de Robe, para no dar por culo. Siempre irreverente, trasgresor como pocos, dio buena cuenta de sus dos discos con las colosales; “Querré lo Prohibido”, “El Cielo Cambió de Forma”, “Puta Humanidad” y la mejor “La Canción Más Triste” en la cual en un alarde de ponerse de pie, sacudió una soberana patada al micro.

Momento en el cual instaura un descanso, cual árbitro, cual tío que hace lo que quiere… ese es Robe, y con las mismas todo se para.

Momento para sacar el móvil, parece que la prohibición se levanta, parece que los guardianes anti móviles se toman un respiro. Conté hasta 10 personas contratadas solo para que nadie sacara el móvil, si, nunca había visto un despliegue de tal envergadura.

Apurando el piti, me vuelvo a sumergir en mi butaca de soslayo, modo avión para el celular y yo con todos los sentidos en lo que quedaba (Quizás lo de no sacar el móvil, venga a ser una gran idea).

Empieza la segunda parte, la eléctrica y que mejor manera que el primer guiño a Extremo, suena “Extremaydura” unida como si fuera una con “Cartas desde Gaia”  con un Robe de pie, pletórico, a ratos sonriente, ese es su sitio (El formato eléctrico) y así nos los deja ver.

Con Robe en estado puro, al interpretar “Lo Que Aletea en Nuestras Cabezas”. “…Y Rozar Contigo,  “De Manera Urgente” ese bamboneo de lado a lado, nos hacía ver al Robe de siempre, exánime delante de su micrófono portando su guitarra, con los ojos cerrados, ajeno al señor bolo que se estaba marcando.

Acabábamos la noche al sonar “Por encima del bien y del mal”, más dos bises, uno con regalo, haciéndose esperar hasta el final un tema de Extremo, por fin sonó el único: “Si te vas” y con el Robe y su gran banda desaparecen.

Allí paso Robe y sus  canciones intimistas, manuales de existencia, delincuente filosofal, el cual siempre busco la manera de no dejarle indiferente al público. Hoy con nota, demostró aquello de que ¿Para que sirve un filósofo si no es capaz de herir la sensibilidad?".