Si el primer día a las seis de la tarde el calor era insoportable, el segundo día a las cinco aproximadamente, no os podéis hacer una idea, es verdad que la jornada empezó a la una, pero de nuevo problemas laborales nos perdimos uno de los conciertos, esta vez el de Folsom Prison Band, así que nuestra jornada empezó con Los Brazos, grupo de Bilbao que ni por la poca afluencia de público a esas horas, ni por la temperatura reinante, se dejaron amilanar.

Sus conciertos se pueden definir de muchas maneras, pero creo que decir que un grupo te transporte a la mejor época del rock y del blues ya es decir bastante, la calidad y solidez que mostraron estos chicos fue auténticamente brutal, tocaron por ejemplo temas como ”Not My Kind”, el single de “GAS” o “Juice”, del trabajo “Welcome” mostrando en todo momento una calidad envidiable.

Si el día anterior tuve un descubrimiento con Tax The Heat, tengo que reconocer humildemente que Los Brazos se pusieron a la cabeza de los descubrimientos del festival. Poco más puedo decir cuando una banda nos mostró tanto en tan poco tiempo (40 minutos), pero joder que 40 minutos, de los de quitarse el sobrero, de mover las botas de vaquero, un auténtico lujo para el escenario del Garage Sound sin lugar a dudas, he descubierto oro en el desierto de Rivas con estos chicos.

Las finlandesas Barbe-Q-Barbies fueron otra de esas bandas que no conocía y que me sorprendieron gratamente.  No sé si el mayor impacto fue la caña que metieron o la potencia y ganas que pone Niki, su cantante, a pesar de su avanzadísimo estado de gestación (tenía toda la pinta  jajaj).

Ahora en serio, grupo íntegramente formado por chicas que rompió todos los moldes, con una grandísima calidad y aptitud, dieron un señor concierto, la pega fue no haber conocido bien su repertorio, cosa que nos habría hecho disfrutar el doble, pero ya me he puesto las pilas para que no me vuelva a pasar.

Con algo menos de calor y algo más de gente, se armó el taco, pero de verdad. Terrorvision llegaron con ganas de hacer lo que mejor se les da hacer, votar a la gente, y doy fe que lo consiguieron. Sencillamente magistrales, con una seleccionada serie de sus más conocidos temas pusieron el auditorio a bailar a pesar de las altísimas temperaturas.

Tony Wright, salió en éxtasis y se pasó el calor por debajo de la torre de Londres, no paró de votar, saltar y dar una lección de lo que se tiene que hacer en un festival cuando uno dispone de tan poco tiempo para tocar.

Un ejemplo, sus archiconocidos "Discotheque Wreck" y por supuesto “Oblivion” pusieron esa chispa que prometemos que no hacía falta, pero que por si acaso ellos se dedicaron a encender para caldear aún más el ambiente.

Un concierto de verdad genial en cuanto al sonido, y las ganas y la diversión que nos proporcionaron, chapó por los británicos.

No sé si fue culpa de Terrorvision, del calor, del cansancio o simplemente es que fue así, Ugly Kid Joe pasó por al festival sin pena ni gloria, por lo menos para un servidor.

¿Lo peor de todo? Que precisamente eran los que tenía más ganas de ver en esta segunda jornada, pero su concierto resultó soso, aburrido y sin chispa, a pesar de contar con bombazos como la versión de Mötorhead “Ace Of Spades” o su popularísima “Everything About You”, pero para mi opinión, no jugaron bien sus cartas.

Además, resultó realmente curioso que cuando todo el festival había transcurrido con un sonido fantástico, ellos fueran casi los únicos con acoples y fallos de sonido, eran mi carta ganadora del festival y acabé palmando.

Casi 20 años hemos tenido que esperar para ver a Extreme en España, aun así, muchos de vosotros no vinisteis. ¿Pues sabéis lo que os digo? Que os perdisteis una autentica genialidad. Estos chicos aterrizaron con ganas de demostrar que no estaban muertos, más bien estaban de parranda.

Con una banda súper conjuntada y un sonido perfecto, (que Iker Jiménez me lo explique), la banda liderada por un Gary Cherone que según creo desayunó dos bebidas energéticas y mojo barritas de proteínas (porque si no, es inexplicable la energía de este hombre), salió a comerse el mundo empezando por Rivas, pero hay amigo, cuando uno tiene al lado uno de los guitarristas más infravalorado en este mundo musical, ya puedes hacer lo que sea que te acabará devorando.
Nuno Bettencourt, bueno mejor dicho DON NUNO, así con mayúsculas, nos deleitó con un concierto soberbio, una actuación con el que no se si no fui capaz o simplemente no me dio la gana de cerrar la boca de admiración en todo momento.

Como podréis imagina soltaron toda su artillería con sus mejores temas, ¿Pero os he dicho ya que el guitarrista de Extreme me dejo sin palabras? Pues eso mismo, no digo nada más, que bienvenido al Olimpo de los elegidos señor DON NUNO, y por supuesto que no tengan que pasar otros 20 años por favor, que me vais a pillar muy mayor.

La noche estaba llegando a su fin con Thunder, pero desgraciadamente para nosotros fue este nuestro último concierto, por problemas técnicos no pudimos llegar a ver al genial grupo Nashville Pussy, pero como bien comenté en la reseña que hice del concierto de Madrid de hace unos meses, no dudo que fue el mejor de los colofones para el festival.

Los británicos Thunder nos trajeron la melodía y la nostalgia a la mayoría de los presentes, sobre todo a mí, uno ya anda cerca de los 50, aun recordaba los años donde los ingleses daban clases magistrales con su rock melódico y la verdad es que durante su actuación Peter Pan se hizo cargo de mi mente y durante su concierto me devolvió a mis 16, 20 años, ya que la banda no ha perdido ni un ápice de su calidad y buen hacer.

Una verdadera lástima todos esos años que decidieron separarse, ya que nos privó de ver y seguir a una grandísima banda como ellos. La forma en la que se mantienen Danny Bowes, Luke Morley, Gary 'Harry' James, Ben Matthews y Chris Childs es realmente ejemplar.

Con este gran sabor de boca abandonamos un festival en el que hubo un solo, pero, el público.

No sé qué más quiere la gente, un espectáculo como es que se había currado la organización, merecía mejor respuesta, además mucha gente que tenía las entradas, sólo aparecían para ver a dos o tres grupos y luego se marchaban. No sé dónde falla la cultura musical de este país, pero que un grandísimo espectáculo como fue el Garage Sound no fuera apoyado por la gente, me hace ver más cerca el final de estos estilos que mirar con optimismo al futuro, y es una verdadera lástima.

Por mi parte, enhorabuena por la variedad, la idea y la originalidad del festival. Se merecen un reconocimiento por mi parte, y ahora sólo cuento los días para saber el cartel del 2018.