La 29 edición del Villa de Bilbao echa a andar, durante las próximas semanas os contaremos como se va desarrollando el concurso e iremos descubriendo nuevas bandas que harán lo máximo posible por llevarse el gato al agua. Por la magnífica iglesia situada en La Merced, nuestro Bilborock, hemos visto desfilar grandes bandas, a ver qué tal este año.

La primera jornada se celebró el pasado jueves 14 de septiembre con el trío barcelonés Speakers Cabinets con sonidos de rock psicodélico y electrónico, el post hardcore de los también de Barcelona, El Apuntados, y el trío alternativo punk de Barakaldo, Las Sexpeares.

Los primeros en subirse a las tablas de la Bilborock, Speaker Cabinets, con un rock psicodélico camuflado en electrónica, directas canciones bajo las influencias de The Killers o Artic Monkeys, con un primer disco de estudio titulado "Réquiem For Atlas City" recogiendo la conceptual idea de su temática, de cómo es vivir en esa gran ciudad, uno de los temas dedicado a las personas que lucharon en su guerra civil.

Representación directa con una amplia gama de matices, entrada de samplers y cantada a dos voces, guitarra y bajista, apoyada siempre por coros y por una sólida base rítmica. Un concierto que supo meternos de lleno en su música, con esos seis temas que tocaron dentro de un abanico diferente y variado, con algún que otro tema bailable que apareció en el ecuador de su concierto.

Los segundos, El Apuntador, posaban un directo frenético de noise rock o post hardcore, muy en la onda de At The Drive In o The Mars Volta, un torbellino sonoro que casi nos deja sordos, a pesar de que no contaron con una ecualización perfecta en las voces, pero sin duda dieron una lección notoria de superioridad en todos los sentidos ante el resto de bandas acompañantes.

Tienen un disco, "Animal", que grabaron en los Estudios Ultramarinos de la Costa Brava gracias a los hermanos Santi y Víctor García, y pronto quieren dar continuidad al proyecto grabando una segunda referencia.

Concierto serio y a la vez caótico por esos problemas de ecualización que antes hemos nombrado, a pesar de ello, sus canciones se transformaban rápidamente en nubes hipnóticas, flujos directos y constantes con cambios de ritmo y entrega de voces agresivas y agónicas. Entre los temas que escuchamos, está "Epílogo", en la que nos contaban que sus canciones eran de auténticos finales y en concreto ese tema, que desarrolla una historia para lanzar el instinto de patear culos.

Los últimos y terceros de la noche, la banda de Barakaldo, Las Sexpeares, con dos dichas al frente como son Belén a la voz y guitarra y María a la batería y coros, más el apoyo de su nuevo bajista, Aitor. Sonidos de punk alternativo con aires melódicos, con canciones que no llegan a los tres minutos y que, gracias a eso, se clavaron nueve temas en el concurso en la escasa media hora de actuación.

La presentación de su último álbum "Me Fui de Casa", editado en el 2016 a través de Gases Discos, les ha llevado a tocar por casi toda la península en estos últimos meses, por eso les vimos en la Bilborock muy conjuntados, han crecido como banda si les comparamos cuando les conocimos con esos primeros Eps, "Que Asco de Gente" 2010 y "Revoluzión Z" 2014

Un toma y daca de canciones rápidas con palpables influencias a los sonidos provenientes de Seattle, seguramente Nirvana les dejó huella al crecer con su música. Entre los que escuchamos, "¿Para Qué?", "Engendro" o "Mejor me Callo", salieron una tras otras sin apenas palabras, a excepción de una pequeña intervención de su batería, María, sobre las bandas tributos, que no tocan sus propias canciones, consiguiendo lo que tienen fácilmente, sin componer.

Melodías y estribillos melódicos iban cuajando una actuación, escuchando "Escuece" o "No Vuelvo a Beber", tema que bien nos recordó Belen, que en ese mismo escenario hace tres años, se desmayó tras un concierto, bromeando con ello, y pidiendo una cerveza para beber.

Cerraron con "Me Fui de Casa", pidiendo al público que se pasaran por su puesto de merchan para acarrear los pequeños gastos que les había dado este concierto, su viaje de metro y los ocho euros de la OTA, más "Combustión", que también cierra el disco, desplegando ritmos frenéticos con coros agresivos.