Con las luces apagadas y los móviles en alto en esa semi-bóveda que es Vistalegre haciendo casi ver un cielo estrellado empieza a sonar la intro “La mísera de sus crímenes” para pasar al tema que da nombre a su último disco “Entre poetas y presos”.
Podría decir que era un concierto más, mismos temas, casi mismo orden... pero mentiría ya que fue un concierto en mayúsculas, con todas letras. Todo estaba pensado por y para que fuera una noche de diez y así fue, tema tras tema, canción tras canción, el espectáculo milimétrico resulto un todo.
A medida que avanzaban recorriendo toda su discografía la gente iba entrando más en calor (si es que se puede) y se iba implicando de una manera mayor rompiéndose la voz cantando “Suya mi Guerra” acompañados por la guitarra de Pilar América y un mar de banderas Republicanas llenando el tendido. Creando uno de los momentos más emotivos de la noche.
Y es que podría decir muchas cosas del concierto; que si luces, sonido…. blablabla, pero sería redundante, lo que sí fue destacable fue la pasión que pusieron al tocar y la complicidad que tuvieron con el público, caminado de la mano como si fueran uno.
Ya llegando al final pero con energía de sobra entonaron “Rueda la corona” canción con la cual la gente termino de romper las pocas rotulas que les quedasen.
Acompañados por varios colaboradores como Pacho de ZOO, Toni de los Chicos del Maíz, Joan Marc de La Gossa Sorda, Pilar América y tres coristas maravillosas, La Raíz hizo un directo de diez muy a la altura que un cierre de gira pueda esperar. |