Nada más y nada menos que cinco años nos ha hecho esperar Enrique Bunbury y Los Santos Inocentes para poder verlos en tierras cántabras, ya que en agosto del año pasado, tuvieron que cancelar su concierto programado dentro del Festival Amstel en la Magdalena pocos días antes, debido a la faringitis del zaragozano.

Y como no hay mal que por bien no venga, se sumaron las ganas de disfrutarlos en directo, tanto por los años de “sequía Bunburil”, como por escuchar en vivo y en directo el discazo que han sacado el 20 de octubre “Expectativas”, el cual contiene letras muy duras y directas sobre su forma de ver la situación actual en el país, como su opinión sobre otros aspectos como la industria musical. Todo ello con melodías muy oscuras (“Las Consecuencias style”) por un lado, como más actuales con riffs muy del estilo de Black Keys y sintetizadores incluídos, por otro. Todo pintaba demasiado bien.

En ningún momento vi anunciado que contasen con un grupo que les teloneara y efectivamente así fue, desde las 21:00 hrs. (Los fans os agradecemos la puntualidad) Bunbuy & Cía se hicieron dueños del Palacio de los Deportes, siendo los tres primeros temas de los más potentes del disco en mi opinión, como son “La ceremonia de la confusión”, “La actitud correcta” (donde los teclados de Jorge Rebenaque y Ramón Gacías (batería), juegan un papel importantísimo) y “Cuna de Caín”, además de la intro de “Supongo”. Siempre he pensado que es una gozada ver al público entregadísima a los temas del disco actual en lugar de pedir constantemente que toquen los clásicos, lo que denota que son una banda que han sabido evolucionar y ganarse la valoración de la gente.

También fueron un puntazo que lógicamente tuvieron bastante protagonismo, el estilismo de Enrique Bunbury con un traje blanco impoluto con la “X” de Expectativas en la espalda y la iluminación del escenario, algo que nos hizo ver aún más grande lo que estábamos viendo y seguramente, hacer las delicias de los fotógrafos (y fans) que cubrieron el bolo.

Y aunque era evidente que el público estaba encantado con los temas nuevos, nos dieron por el gusto haciendo un recorrido por el resto de su discografía con temas como “Los inmortales” “El anzuelo”, “El rescate”, consiguiendo que el público no se enfriase en ningún momento siguiendo con temas con tantísima fuerza como “Parecemos tontos” y “Porque las cosas cambian” temas con los que el público echó el corazón por la boca cantando los temas como si fueran propios y con Enrique Bunbury, el cual además de ser un profesional como la copa de un pino que no flojeó en las dos horas y cuarto que actuó, interpreta sus temas poniendo sentimiento de pies a cabeza, como si cantase a cada uno de nosotros personalmente.

Aunque sabíamos de sobra que quedaba mucho concierto, a éstas alturas estábamos más que satisfechos. Y como he dicho anteriomente, a Bunbu y Cía les encanta darnos por el gusto por lo que hicieron algo que nunca había visto en sus conciertos y es marcarse nada más y nada menos que cuatro temas de Héroes de Silencio, que aunque no soy muy devota de pasarse media vida tocando temas de viejas bandas, tengo que reconocer que lo hicieron como ellos saben, siendo unos musicazos que “tunearon” los temas “Tesoro” “Héroe de Leyenda”, “Mar adentro y “Maldito duende”, con percusión y electrónica incluídos. 

Tras “Maldito duende” parecía que el concierto se acababa pero no, Enrique y los Santos nos regalaron seis temas más (Casi nada) como “El extranjero”, “infinito” y terminando con dos temas que me encantan, los cuales respecto a ritmo son lentos, pero a intensidad son fortísimos como “Lady Blue” Y “La constante”, dando en el clavo para  finiquitar el concierto.

La conclusión de los admiradores que nos reunimos a la salida (muchos del País Vasco), es que fue una verdadera pasada lo que habíamos visto, gracias a una banda con una calidad y variedad instrumental y a unas letras que les permiten hacer lo que quieran, hacerlo bien y que nos encante, además de saber evolucionar con los años. Cuando después de un concierto, te pasas el día siguiente entero volviendo a escuchar el disco y viendo vídeos, es que ha merecido mucho la pena.