La Asociación Cultural Briviesca Arde ha vuelto a poner a la localidad Briviesca en el mapa del rock nacional. Y es que en esta localidad burgalesa que en 2006 acogió la última edición del Tintorrock se llenó los días viernes 15 y sábado 16 de junio de rock de buena música y ambiente festivalero por tercer año consecutivo.

Durante esos dos días el pueblo se volcó con el festival. Hasta el mismo se acercaron personas venidas desde provincias cercanas y la tercera edición del Briviesca Arde volvió a ser un éxito.

El apetecible menú para el sábado 16 lo componían las bandas Ramoninos, A ContraVerso, Poncho K, Sinkope, Reincidentes, Vendetta y Los del Humo. Un día antes habían sido las formaciones Sin Juicio, Eslabón y Banda Magnética las que habían pasado por la plaza de toros de Briviesca.

Si, este año la organización apostó por una sesión formaba por dos días y todo salió estupendamente. Seguro que para 2019 repiten la fórmula.

A las 17:30 horas la joven banda Ramoninos se encargó de encender la mecha con una original propuesta de rock que nos dejó versiones de bandas como Ramones, Eskorbuto, Siniestro Total o La Polla Records.

Ramoninos, que llegaba desde la localidad extremeña de Navalmoral de la Mata, es una banda formada por tres músicos y tres músicas de edades comprendidas entre los 9 y los 14 años. Rafa, Adrián, Carmen, Leire, Cecilia y Miguel son sus integrantes y sobre el escenario pudimos ver a unos artistas con muchas ganas y apenas sin nervios. Al sexteto no le importó ser los encargados de abrir el festival y actuar ante una plaza que ya presentaba un buen color.

La banda que acumula ya más de cien actuaciones desde que diese sus primeros pasos en el año 2014 disfruta sobre las tablas y hace disfrutar a quienes tienen la oportunidad de verles. El público les apoyó y cantó con ellos grandes himnos del punk-rock.

La banda, que cuenta con un grupo de adultos que les supervisa y ayuda, llegó incluso a mezclarse con el gentío bajo la tarima en el tramo final de una divertidísima actuación.

Desde Toledo llegaban A ContraVerso para presentar ante el respetable "Punto sin retorno", su última publicación. Un álbum que vio la luz en 2016 y que mezcla en sus canciones Rock 'n' Roll y poesía. La banda que tras ser invitada no pudo acudir a la segunda edición del festival, si lo hizo en esta ocasión y estaban allí para desquitarse.   

El cuarteto formado por  José a la guitarra y la voz, Alberto a la guitarra, Miguel al bajo e Iván a la batería regaló a los presentes un directo de mucho ritmo y melodía. El sol todavía golpeaba con fuerza durante la actuación y el público fue algo menos numeroso que con la primera banda de la jornada, pero eso no achicó a unos músicos que salieron a comerse el escenario y que no pararon de moverse sobre las tablas durante la descarga de cortes como "Conflictos internos", "Desatado" o "Sangre de Rock & Roll", con la que se despidieron de la plaza

A ContraVerso nos convencieron en Briviesca y ya estamos deseando reencontrarnos con ellos. Si es una sala y ante un buen número de personas mejor. Me dio la sensación de que es una banda de proximidad, de esas que se crece con el calor de los suyos.

Más poesía rock de la mano de Poncho K y su banda. A Poncho K le habíamos visto en acústico un par de veces en los últimos años y por fin, pudimos disfrutar de su versión eléctrica. El artista andaluz cuenta con un nutrido grupo de seguidores por todo el Estado y en Briviesca fueron unos cuantos los que le acompañaron.

El de Sevilla no sube con demasiada asiduidad al norte y su parroquia le respaldó desde la primera nota. Se cantaron con fuerza tanto sus canciones nuevas como las más veteranas y en el recinto pronto se creó un gran ambiente.

A las pocas canciones Alfonso Caballero ya se había despojado se su camiseta y la plaza bailaba y vibraba con canciones como "Borracho de la madrugá", "Que no me sale del coño", "Mentiras de sal" o "Manolito caramierda". Éxitos coreados al unísono por la plaza.  

El vocalista se dirigió al público en contadas ocasiones pero eso no importó a una audiencia que quedó con un muy buen sabor de boca y que ya es conocedora de que el artista no es muy hablador, el se expresa con su guitarra.

Nueva presencia extremeña sobre las tablas de la mano de Sinkope, quienes salieron a escena con algo de retraso y es por eso por lo que se vieron obligados a recortar parte de su repertorio aquella noche. La banda no se olvidó de disculparse ante los suyos.

El combo formado por Vito a la voz, Miguel al bajo, Alberto y Woody a las guitarras y Ferdi a la batería también es una de esas bandas que no se prodiga demasiado por el norte y unos espectadores entregados corearon sin descanso los grandes éxitos de los cacereños, quiénes también nos dejaron grandes dosis de poesía en sus canciones.  

Con "En parihuelas", "Abriéndose un claro", "Cuando no te pones falda" y "En tarros de miel", que dejaron para el final, los Sinkope se marcaron un gran directo y no se olvidaron ni de denunciar la censura sufrida por varios músicos en las últimas fechas ni la violencia machista que sufren las mujeres día tras día. ¡No es no! se gritó con fuerza en Bruviesca.

Otra noche más el quinteto extremeño volvió a demostrar que son una de las grandes bandas del rock estatal. ¡Que pena que se dejen ver tan poco por estos lares!

Reincidentes tiene nuevo trabajo y en el Briviesca Arde presentaron varias de las canciones que dan forma a "Vergüenza", su más reciente entrega. Un disco con altibajos y que todavía no habíamos tenido la oportunidad de escuchar en directo.

Pasan los años pero los de Sevilla siguen contando con el respaldo de un fiel público que en la localidad castellana, como en cada localidad por la que pasan, no les dio la espalda. Los suyos entonaron con contundencia "Huracán", "Grana y oro", "Rip Rap", "Terrorismo" y "¡Ay Dolores!", canciones con las que el veterano cuarteto ofreció un repaso a su trayectoria y deleitaron a sus más acérrimos seguidores.  

Faltó, por motivos de falta de tiempo, "La Republicana", himno que, como no podía ser de otra manera, sus fieles echaron de menos. No en cambio se "Acabó la fiesta", composición perteneciente a su último álbum y que ha dado que hablar en las últimas fechas al haberse grabado su videoclip en el Valle de los Caídos.

Vendetta trajo los ritmos más festivos a la tercera edición del Briviesca Arde. Los de Navarra, que se despedirán de los escenarios el próximo 29 de diciembre de 2018 en la 22ª edición del Hatortxu Rock, se encuentran ofreciendo sus últimas actuaciones y pese al cansancio acumulado  en los cuerpos de los presentes, pocos fueron los que se perdieron el directo del quinteto afincado en Pamplona.

Sus alegres melodías pronto contagiaron las ganas de fiesta a los espectadores y pronto la plaza bailaba al son de "La Parranda", "Pao Pao Pao", "Buonasera" o "Begitara begira" entre otras. Canciones en euskera y castellano con las que conquistaron al nutrido grupo de seguidores que les acompañó aquella noche.

Gran despedida de tierras burgalesas la ofrecida por Vendetta a su paso por el Briviesca Arde.

Los del Humo que llegaban desde bien cerquita y que habían acudido a las dos ediciones anteriores del Briviesca Arde como público, se encargaron de cerrar la noche con su punk-rock. Lo hicieron a altas de la madrugada pero con el calor de los suyos.

Y es que el quinteto que ya ha ofrecido un buen número de fechas de presentación de "Circo y pan", su disco debut, conquista a quiénes les ven con una enérgica puesta en escena y buscando en todo momento la participación de la masa.

Con canciones de punk directo como "Ignorante sociedad" o "Fuego al capital" y grandes versiones conocidas por todos, Chus, Mario, Hugo, Balle y Sergio consiguieron sacar una buena ración de aplausos y que la plaza acogiese los últimos pogos de la noche.

Sin Juicio, Eslabón, Banda Magnética, Los del Humo, Vendetta, Ramoninos, Sinkope, Reincidentes, A ContraVerso, Poncho K y como no, la Asociación Cultural Briviesca Arde y el público, fueron los culpables de que Briviesca volviese a arder un año más y de que durante las primeras horas de la tarde la plaza se convirtiese en un horno y durante las últimas horas de la noche el frío fuese menos frío.

¡Y en 2019 más!