Jueves, día entre semana, el que suscribe no suele ir a conciertos que no caigan en viernes o sábados, pero había que hacer una excepción si el grupo parisino Sticky Boys tocaba al lado de tu casa, en La Tribu de Muriedas, Cantabria, ya que lo que habíamos escuchado en Youtube de esta banda nos transmitía buenas vibraciones.

Y así fue, en apenas una hora ventilaron un concierto intenso y enérgico, dejándose la piel sobre el escenario y plantando su primera semilla en la tierruca, con un buen puñao de gente que son fieles a La Tribu y se apuntan a un bombardero, seguro que estos franceses repiten en su próxima gira, que esperamos sea en el 2019 ya que en el 2017 visitaron el país, este 2018 también, pues la regla de tres nos dice que el año que viene “habemus tour”. (ojalá).

Son un trío, como se suele decir “power trio”, con Alex Kourelis a la guitarra y voz, J. B. Chesnot al bajo y coros apoyando en la mayoría de las canciones y Tom Bullot a la batería y coros, con una sonrisa de oreja a oreja desde el inicio hasta el fin del concierto.

Iban sin set list, eso quiere decir que se sabían el concierto de memoria y que lo repetirían durante el resto de la gira, tanto en Vitoria-Gasteiz, Barcelona, Madrid, Malpica y Cangas Do Morrazo.

Digamos que lo suyo es el hard rock tipo Motörhead, con mucha actitud y coros por todos los lados, como nos gusta, dejando huella como temas como “Bang That Head” o “This Is RocknRoll” editados en el 2012, o uno de sus últimos temas “Better Days” elegido en su día para un videoclip, una canción de su último disco hasta la fecha, “Calling The Devil”.

Concierto ensayado hasta la mínima expresión, con momentos para agradecer al público su presencia, y como no, al amo de La Tribu, Fran, que siempre se porta genial con las bandas y les ofrece brebajes no aptos para débiles, también se presentaron en un largo tema ya en la parte final del concierto.

La noche se animaba poco a poco y el grupo se les veía a gusto sobre el escenario del local, y ya no les bastaba con los chupitos que Fran les llevaba, son que se acercaban a la barra en pleno concierto, con instrumento en mano, para solicitar su gasolina. ¿Qué tendrán esos licores? Nosotros a las doce allí les dejamos, seguro que la noche fue larga, muy larga…

Y para finalizar, una versión llevada a su terreno, “Surfin USA” de los Beach Boys, pero no, Fran les “exigía” que tenían que tomar más o si no, no había bebida, así que la banda se reunió de nuevo en el centro del escenario, eligieron que tema tocar, y volvieron con un tema que ya interpretaron durante el concierto.

Estos conciertos molan, un local rockero donde los haya, concierto intenso de una hora, y grupo y público comprometido.

Al final va a ser eso verdad de que los jueves molan.