El mundo de la música, o más concretamente de la industria musical, es muy azaroso y caprichoso, y pienso que la banda que nos ocupa hoy siempre mereció por su ya extensa carrera discográfica, su sonido y sus tablas e imagen un lugar mucho más privilegiado entre las preferencias del gran público o de los sellos.

Descubrí a Uzzhuaïa allá por el 2004, en un concierto en una sala de mi pueblo, Medina del Campo, y desde entonces se situó entre mis bandas favoritas, concierto tras concierto, y disco tras disco, donde el siguiente siempre parecía superar o al menos igualar al anterior.

Pero vamos a volver al 27 de octubre de 2018. Tras un largo parón de cuatro años durante el cual sus componentes iniciaron otros proyectos, Uzzhuaïa ha decidido volver a la carretera, con motivo del décimo aniversario de “Destino Perdición”, posiblemente su trabajo más redondo, para dar seis fechas a lo alto de nuestra geografía. La primera en Madrid, en una sala Cool Stage llena para la ocasión de un público sabedor de la importancia de este concierto.

A las nueve de la noche los cinco músicos saltan a escena envueltos en una marea de aplausos e ilusión. Nadie ha querido perderse este regreso. Baja California nos pone en nuestro sitio, seguida de Santos y diablos. Auténticos singles hardrockeros. Con los guitarrazos de Cuando ya no quede nada, una de las más cañeras, ya no hay nadie en la sala que no haya entrado en calor ni esté del todo sumido en el concierto.

Tras presentarse, vemos que no vienen a hablar mucho, sino a desgranar tema tras tema, sin artificios y en perfecta sintonía con sus seguidores más fieles, para disfrutar de este dulce regreso a los escenarios, y algún leve problema técnico al principio careció de importancia.

Se centran en sus tres últimos discos, sobre todo en el mencionado “Destino Perdición” -hay que ver lo rápido que pasan diez años-, tocándolo casi íntegro. Pero también hay lugar para “13 veces por minuto” y “Santos y Diablos”, que contienen temas tan importantes como Magnífico fracasado, No quiero verte caer, Una historia que contar o Bailarás en el infierno. De los anteriores tan sólo rescatan su cover de La chispa adecuada, No intentes volver atrás, La cuenta atrás y esa balada tan emotiva como es La otra mitad, que sirve como ecuador del show en el que Pau se cuelga la acústica y se emociona con la entrega del público. Precioso momento.

El concierto se nos va entre las manos y sin darnos cuenta vamos llegando a la recta final. Ellos a lo suyo, derrochando contundencia, complicidad y buen hacer. Y nosotros cantando, haciendo fotos y disfrutando como si no hubieran pasado ni cuatro, ni diez, ni quince años.

Y como es de esperar, aunque en el repertorio de esta banda sería complicado destacar unos temas sobre otros, caen los más significativos: 13 veces por minuto y Una historia que contar dan paso a mis dos favoritas de la banda, Blanco y negro y Destino perdición, o cómo transformar el fracaso en canciones, y las canciones en victoria.

No quiero verte caer y ese trallazo sonoro que supone en un momento así Desde septiembre anuncian el final. Un final a la vieja usanza, con Nuestra revolución, ese realista pero a la vez esperanzador himno de los Uzz. Todo el mundo lo cantó a viva voz, y seguro que con las mismas dos preguntas que tenía yo en la cabeza en ese momento: ¡¿pero por qué este grupazo no lo ha petado más?! y, si esta minigira sale tan a pedir de boca como la primera fecha, ¿no regresarán a la escena para quedarse? Es lo que queremos, y seguro que ellos también. Chicos, os necesitamos. Sois únicos, ¡y se os quiere!

Setlist:
Baja California
Santos y diablos
Cuando ya no quede nada
No intentes volver atrás
La mala suerte
Fugitivos
La chispa adecuada
Directo al mar
Magnifico fracasado
No somos perfectos
Bailarás en el infierno
La cuenta atrás
La otra mitad
La flor y la guerra
Antes del amanecer
13 veces por minuto
Una historia que contar
Blanco y negro
Destino perdición
No quiero verte caer
Desde septiembre
Nuestra revolución