“I love rock and roll” fue la canción de Joan Jett que estaba sonando en la sala But de Madrid cuando la banda salió al escenario. Este tema define perfectamente el espíritu del disco en solitario que se ha marcado Carlos Tarque, alejándose de los planteamientos que venía haciendo M-Clan últimamente y decantándose por un sonido más duro.

Resulta una clara declaración de intenciones que la programe como introducción de los conciertos de esta gira.

Lo mejor de este preámbulo es que cuando los músicos empezaron a tocar “Ahora y en la hora”, el público ya estaba caliente como si hubiera habido teloneros durante un largo rato, tal era la fuerza de la introducción elegida como la expectación generada por la presentación de este disco, que hizo que se añadiera esta fecha en Madrid a la del día siguiente, para la cual se habían agotado las entradas rápidamente.

Así, cuando Tarque salió al escenario se produjo un estallido de alegría. Y empezó la mezcla de su potente voz con la tremenda fuerza de la guitarra de Carlos Raya, el incombustible golpeo de Coki Giménez a la batería acompañado por el preciso bajo de Iván Chapo González, lo que no es óbice para ponerse transcendente preguntándose qué pasará cuando se pare el motor sin que chirríe la letra frente a la dureza de la música de este “Ahora y en la hora”. Y es que Tarque siente claramente que ha llegado su hora en solitario.

Seguiría posteriormente con más temas de este disco: “Heartbreaker”, “Bailo”, “Juicio final” y “El diablo me acompañará”. Prácticamente ese es el orden en el que las está tocando hasta este momento en la gira.

Esta presentación de las canciones del álbum se vería interrumpida por “Perdido en la ciudad”, del primer disco de M-Clan, algo que indicaba las pautas que iba a seguir la estructura del concierto: todas las canciones del disco en solitario de Tarque, con temas intercalados de M-Clan (nunca sus mayores éxitos comerciales sino otros también muy apreciados por sus fieles seguidores), versiones de clásicos del rock duro tanto europeo como americano y algún homenaje al rock estatal.

De forma que de M-Clan sonarían también “Se hizo de noche cuando te conocí”, “Calle sin luz” y “Miedo”. 

Por si había alguna duda de dónde le ha venido la inspiración, la influencia y de las fuentes, entre otras, que ha bebido para pergeñar los nuevos temas, nos las mostró claramente:

De la citada introducción al concierto: Joan Jett (baste escuchar “Juicio final”).

De Free, que harían una versión de “Fire and water”, tema que dio título al mejor disco de los británicos, siendo una grata sorpresa que no versionaran su gran éxito “All right now”, también incluido en aquel álbum. Aunque hay quien opine –y no le falta parte de razón- que el mejor disco de Free fue el primero de Bad Company.

La versión de Tarque tuvo mucha más garra que la original, tanto instrumentalmente como en la voz de Carlos, aunque la interpretación de Paul Rodgers resulte más emotiva.

De Cactus, banda americana de la década de 1970, de la que harían “Evil”.

Es de constatar que tanto las canciones de Tarque como las versiones ahora citadas tienen tal similitud musical que conforman un repertorio muy homogéneo.
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Habría también otro sentido homenaje a mujeres míticas del rock, el soul y el jazz ya desaparecidas, en esta ocasión con el tema original de Tarque, “Janis, Amy, Billie”.

La serie de versiones y homenajes acabaría con “Sólo una canción”, de Leño, aprovechando la circunstancia de que al día siguiente Rosendo tocaba en Madrid por última vez en su gira de despedida, después de cuarenta y cinco años de carrera.

Se le ve muy satisfecho a Carlos Tarque con este disco: está haciendo el estilo de música que más le gusta; y está muy motivado en esta gira: lo da todo sobre el escenario.

No paró de moverse, acercarse a cantarle al público de la primera fila cara a cara, jugar con el pie de micro, interactuar con los músicos –con los que tiene una gran compenetración y complicidad-: ellos cuatro se bastan y sobran para generar rock and roll de alto voltaje que atrapa a quien lo escucha.

Otro momento álgido de la noche sería cuando Carlos bajó del escenario y cantó “Calle sin luz” mientras caminaba entre el público. Abandonarían el escenario tras el tremendo huracán que es “Electroshock”.

Pero la velada acabaría con “Donde nace el rock and roll”, que era el tema que faltaba por sonar del disco y es con el que suele cerrar los conciertos de esta gira. Concierto este de Madrid que, por cierto, supo a poco a los asistentes. Pero una cosa nos quedó muy clara: Tarque loves rock and roll.