COLABORACIONES
 Crónica
 
Baiturock 2.008
  25/07/2008     
  María Gómez y Jorge Palacios     
  Jorge Palacios
  Recinto, Villarcayo, Burgos
www.insonoro.com

Llevábamos un año esperándolo y es que para nosotros nos da igual que toque el más mejor o pepito el de los palotes en primicia y en último concierto, porque la cita con el Baiturock la tenemos subrayada en rojo y en mayúsculas y es para nosotros lo mejor del año refiriéndonos al tema musical.

Creo que tendría que pasar algo muy gordo o muy malo para que nos perdiésemos este festival, al que hemos visto crecer y al que hemos acudido fielmente año tras año, y todo el mérito le corresponde a la organización que se ha ganado a pulso el aplauso y el respeto de todos.

A estas alturas poco importa quién toque  porque la comunidad del Baitu ha ido creciendo y superándose con el paso del tiempo y nos ha dado momentos y vivencias inigualables que estarán grabadas a fuego para siempre en nuestra mente y en nuestro corazón.

Una asociación de 40 personas que han conseguido año tras año hacerte sentir que realmente formas parte de lo que ellos han querido organizar para todos, y siempre han tratado de brindar algo nuevo y diferente, cargados como no de honestidad y de buenas intenciones.

  
Ambiente
 

Nosotros ya teníamos la pensión reservada hace muchísimo tiempo, mucho antes de que saliese el cartel, y este año al igual que el anterior decidimos empezar con buen pie y acercarnos a Villarcayo el viernes. Aunque sabemos que ya había mucha gente acampando desde el miércoles, la verdad es que tampoco nos importaría pillar una semanita de vacaciones y pasar en la tierra de las merindades cuatro días, porque el ambiente y el marco son incomparables.

Cuando se anunciaron los grupos que tocaban no pude menor que alegrarme por una apuesta tan sincera y honesta y por saber que aquello no estaba ni ha estado nunca dirigido por un puro interés comercial, sino por amor a la música. Creo que eso se nota tanto en los precios populares como en el permitir la entrada de bebida al recinto, al igual que en el módico precio de la entrada, o en el trato tan cercano y humano que saben brindar tanto a la prensa como a todos los asistentes.

Pero bueno, ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos, esto es como cuando subes en el ascensor y te toca el típico vecino plasta que siempre tiene cara de mala ostia, en invierno porque hace frío y en verano porque se torra de calor. Yo suelo decir que es lo que tiene el verano o que es lo que tiene el invierno, y me quedo más ancha que larga.

Este año la organización del Baiturock ha apostado por un cartel que les convenciese a todos, como hacen siempre, y resulta que ha salido algo distinto, con alguna banda a la que pocas veces podremos ver y que han demostrado en el festival por qué estaban allí, metiendo una cera y una tralla digna de tapar bocas y desenterrar esqueletos, por eso yo me alegré enormemente cuando vi que tocaban grupos de la talla de Subterranean Kids o The Real Mckenzies, y el tiempo me dio la razón.

  
Ambiente
 

Para otros muchos fue una decepción y decían que aquello era muy flojo y que iba a ir muy poca gente, cosa que luego se notó y que fue para bien porque estuvimos muy a gusto.

Y es que solemos ser tan necios que si tocan los mismos grupos de siempre los encargados de montar el evento no saben innovar, y cuando lo hacen, cuando modernizan (por llamarlo de alguna manera porque los miembros de los grupos menos habituales podrían ser mis padres), se les ha ido la olla y no saben donde se han metido. En fin, la ignorancia es la madre del atrevimiento, pero ya me parece triste decir que no se va a este pedazo de festival porque va a ser aburrido, con todo lo que representa en la cultura musical actual.

Además por si la oportunidad de ver un espectáculo diferente no fuese suficiente aliciente sólo se anunciaron el orden de actuación de un par de grupos del sábado, los que comenzarían a dar tiza, “Lendakaris Muertos” y los que se encargarían de cerrar la velada, “Insershow”. Luego en el lugar y en el momento oportuno se encargaron de que nos enterásemos de todo. 

Así que con la ilusión de todos los años, como si cada vez fuese la primera vez, como niños con zapatos nuevos, nos dirigimos camino de nuestra aventura Baiturockera para descubrir grupos, para ver a otros muchos ya habituales, y para disfrutar de un contexto excepcional que nos tiene más que enganchados.

  
Ambiente
 

Viernes 25 de julio

Desde hace varios años, el festival nos alimenta con varios conciertos gratuitos en la jornada del viernes, con grupos que fácilmente podían tocar al día siguiente en un escenario mayor y ante mucha más gente, pero todo no es posible en esta vida.

Los primeros en salir a escena un grupo de versiones, un grupo que esa noche debutaba ante un expectante público, Zutik, o lo que es lo mismo en castellano “En Pié”, tributaban a Kortatu de mano de dos cántabros, Nando (ex Los ke se bajan) y Javivi (Pandemonium Light) y de dos vitorianos como Iban (Sioux) y a la batería Kepa (Sioux y ex Kaos Etiliko).

Con “Gabon, somos  Zutik, un tributo a Kortatu y no vamos a tocar Mierda de Ciudad”  (más o menos dijeron eso), salieron a darlo todo, con un cantante (Nando) algo chulesco, como debe de ser, mostrando su rebeldía al  no quitarse las gafas de sol durante toda la actuación.

Los temas, muchos y muy dispares, “A la calle”, “La Familia Iskariote” dedicada a toda la gente de Palencia, “Jimmy Jazz”, “Hay algo aquí que no va”… Un buen debut, donde no faltaron los temazos de los irundarras, excepto uno,  “Zu atrapatu arte”, pero claro, cantar en euskera cuando ésta no es tu lengua natal, se hace bastante complicado.

  
Zutik
 

La lluvia hizo acto de presencia durante un rato y a cuenta gotas, y en algún momento vimos peligrar la actuación y el resto de la noche (el escenario no era cubierto), pero la cosa no fue a más y pudimos disfrutar del resto de los bandas.

Nunnery son una de las grandes promesas del metal estatal y su aparición en el cartel del Baitu no nos pilló por sorpresa, meses atrás han girado con Hamlet y esto les ha dado mucha publicidad, además vienen avalados por la editora Lengua Armada que últimamente está sacando muy buenos discos y dándonos a conocer a las bandas que reinarán en el metal de aquí a pocos años.

Apenas dos discos a sus espaldas y en su actuación un repaso de su carrera, sobre todo de su último trabajo “Wall of clouds”.

Empezaron con “Still in the line”, “Heads Down”, sin olvidarnos de “Narcolepsy” uno de sus grandes hits, y para cerrar, “First Strange Attraction”, “Autopsy of a glance” y “Straightjacket”.

Un buen concierto donde por fin vi a esta banda que me dejó un buen sabor de boca con el “Wall of clouds” y eso de que el metal no es lo mío.

  
Nunnery
 

La dilatada carrera de El Trono de Judas sobra nombrarla en esta crónica, todos sabemos de dónde vienen, quiénes son y qué tipo de música hacen, son más de 10 años dando caña al personal.

El Trono no es que sea un grupo que nos apasione y en esos momentos teníamos la mente más en irnos a dormir que en continuar la fiesta, el fin de semana anterior habíamos disfrutado de más de 24 horas de música, y entre eso, el curro, los viajes y todo lo demás, aunque nuestro cuerpo estaba presente nuestras neuronas reclamaban a grandes gritos la posición horizontal sobre una cama.

Además el día siguiente iba a ser duro y necesitábamos coger energías para afrontar todo lo que se nos venía encima. Pero antes de irnos escuchamos los primeros temas, “Tiempos locos” canción con la que empezaron, “Spitofrenia”, y el último antes de irnos “Txoko bizirik!”.

  
El Trono de Judas
 

Los otros dos grupos que tocaron esa noche fueron Zinc y Skontra, nosotros ya no estábamos, pero uno de los gemelos, Karlos, sí que se quedó, y gracias a él, tenemos unas cuantas fotos.

  
Zinc
 

Sábado 26 de julio

Amanece un día más, me despierto desconcertada como siempre, y pensando que aquel era un sábado del montón con la misma rutina de todos los días que vienen después del viernes. De repente empiezo a recordar dónde estoy y se me desata en la cara una sonrisa burlona y no puedo menos que levantarme de un salto de la cama.

Nos vamos a cargar las pilas con un buen café a un bar del pueblo, es increíble la cantidad de gente que llena los bares, los supermercados y las calles de Villarcayo. Nosotros por supuesto optamos por desayunar en un establecimiento colaborador con el festival, al que solemos ir y que destaca por sus buenos pinchos de tortilla, se me hace la boca agua al recordar lo bien que nos sentó en aquel momento, y es que parece que todo sabe mejor cuando estás allí.

Luego a disfrutar de la zona del río, y a ver de camino a gente bañándose, a conocer a otros muchos, a defendernos de una pareja que iba en bici y que querían ir los dos por la carretera a la par y nos espetaban para que nos apartásemos (esto me hizo muy gracia) y a observar como los pikoletos multaban a toda una hilera de coches por estar mal aparcados (esto ya fue el descojono).

Pero nuestro camino al río tenía un propósito que bien justificaba lo andado y era continuar con nuestra tradición anual de saborear la paella del gran amigo y mejor chef Karlos García Azpiazu. Todo un placer juntarse con gente como él y como el Lija y demás para comenzar el día de una manera tan buena.

  
Ambiente
 

Bajo un sol abrasador le tocó abrir el festival al grupo Lendakaris Muertos, a los que habíamos visto la semana pasada en el DerrameRock, pero la verdad es que cuando nos gusta una banda y más si es esta nos da igual ocho que ochenta, y es que creo que no nos cansaríamos de ellos ni aunque les viésemos 365 días al año, los 12 meses seguidos y las 24 horas del día.

Yo tenía las mismas ganas de ellos que siempre y no pude menos que entrar corriendo al recinto cuando empezaban con “Fuimos Ikastoleros”. Me parece que tocaron más o menos las mismas que hace siete días, ¡faltaría más!, ¡cómo para cambiar el repertorio en tan poco tiempo!, aunque creo que se marcaron algún temilla más.

Disfrutamos muchísimo con la actuación del grupo, y con sus himnos que lo dicen todo por sí mismos, y es de agradecer y mucho la frescura que esta banda imprime a sus conciertos, sin parar de moverse, y sin meterse en rollos ni movidas raras, más que las propias de sus temas, que ya tienen tela, vamos que me encanta que no se metan en la movida de dar discursitos y que sean tan ágiles y enérgicos.

Pasadas unas cuantas canciones Aitor preguntó que dónde estaba la manguera, poco tiempo después apareció y el cantante no pudo menos que saltar del escenario con una naturalidad increíble para aprovechar la ocasión y mojarse de arriba abajo, los demás también dimos buena cuenta de ella porque el calor era sofocante.

  
Lendakaris Muertos
 

Tal vez por ello no nos movimos tanto como habitualmente, pero nada tuvo que ver el grupo, que se marcó más de 30 canciones, y que contó con la habitual fuerza de Aitor, que no paraba de bajar para cantar con el público y que volvió nuevamente a dar un besito a un chaval en ”Besos gaztetxeros”, como si no lo hubiese hecho nunca.

A mitad de la actuación decidimos acercarnos al puestillo haber si este año habían sacado gorras, yo me la compré hace tiempo expresamente para ir al festival, pero debe ser que siempre se me olvida el calor que hace porque siempre me la dejo en casa. Viseras no había, lo que si tenían eran camisetas que, por cierto, contaban con un diseño muy atractivo, cada año que pasa se lo curran más, y consiguen tener un diseño muy profesional y llamativo.

Así que compramos un par de ellas porque siempre es un placer poder sentirse representado en cierto modo con la gente que estaba logrando que aquello fuera posible, y también porque es para ellos y se lo trabajan tanto que me duele menos que gastarlo en cualquier tontería, como dicen por ahí hay cosas que no tienen precio, y ésta es realmente una de ellas.

Volvimos al concierto de este grupo vasco que nos ha ido conquistando a cada actuación más y más y que no paró de escupir ironía con “Vine, vi y me vendí”, “Pasau de rosca”, “Házmelo tú mismo”, “Nuklearrik bai”, “Drogolegas”, “Marido y mujerta”… así hasta más de una treintena como ya he comentado. Aunque echo de menos “Hijos de puta” (ideal como intro) o de su último disco “Chorra cacahuete” y “A toda la hostia”, entre otras porque nunca las he visto en directo.

  
Lendakaris Muertos
 

Luego les tocó lidiar con el insoportable calor a los alicantinos Fuckop Family, que dieron las gracias a todos los allí presentes por aguantar el tirón, y que expresaron su enorme orgullo y satisfacción por poder estar allí tocando.
La banda descargó toda su energía y sus ritmos rap-metal así como toda la explosión de variedad rítmica de la que están impregnados sus temas, como así demostraron en el 2006 con “Antisistema Sound Connection”.

La verdad es que el calor hizo estragos y se redujo el público, nosotros a pesar de que ya les habíamos visto hace poco no queríamos dejar escapar la oportunidad porque aunque se les haya podido ver este verano en varios festivales, y se les verá, hubo bastante gente que se quedó, y es que es complicado verles fuera de su tierra o a no ser que sea de Madrid para abajo.

Ofrecieron en directo el tema que tienen colgado en su myspace (www.myspace.com/fuckopfamily), adelanto de su nuevo disco que verá la luz a finales de este 2008 y que lleva por título “Levante corruption”. Además también desgranaron “Escribe tu vida”, “Fuckop States”, “El capo”, “Revolución”, “Esto no es vida”, “La cultura del odio”…

Esperaremos volverles a ver cuando giren con “Levante corruption” haber qué tal suena en directo su tercer disco con temas propios y con versiones en castellano de bandas que les han influenciado como The clash, House of pain, Ratos de porao, o Eskorbuto.

  
Fuckop Family
 

Después le tocó el turno a Macarrada a los que teníamos un poco olvidados y que nos habían enganchado a la primera escucha con su primogénito “Mundialmente conocidos”.

El grupo formado por los grandes músicos Tonino, Elier, Lino y Josu (a los que les sobran hasta los apellidos) dio un conciertazo. Se mostraron enérgicos y muy contundentes y ofrecieron un gran espectáculo,  revelando unas formas y una calidad que muchos de 20 años querrían para ellos. Y es que la veteranía es un grado y en este caso le sirve a la banda para ser una opción excelente al aunar la experiencia con un aire macarra y socarrón sin precedentes.

Como llevábamos mucho sin ver a la banda de Bilbo en directo disfrutamos de lo lindo con sus temas y nos encantó volver a escuchar “Éramos punx”, “Señor fracaso”, “Me aburro”, “Buscando en psiquiátricos” o “La traición”.

Ojalá que no vuelva a pasar tanto tiempo para que podamos ver a estos bilbaínos que hacen “Punk rock de Bilbao pues” en acción y deseamos que nos iluminen el túnel cuando vea la luz este año su segundo trabajo, necesitamos que sigan reventándonos los oídos.

  
Macarrada
 

El hueco para la nostalgia se abrió a grandes pasos gracias a los catalanes Subterranean Kids, que no podemos olvidar son los precursores de hardcore en España.

Sé de más de alguno que ronda los cuarenta y tantos al que le hubiese encantado estar en el festival viéndoles.  A nosotros lo primero que nos llamó la atención fue la guitarra de metacrilato de Beni y el bajo de Alex sin clavijero, algo curioso.

El grupo grabó su  primer álbum en 1985 y tras siete años de incansable labor y en los que brindaron cuatro grabaciones: “Subterranean hardcore” (1985), “Los ojos de la víctima” (1986), “Hasta el final” (1988) y “Ya no hay tiempo” (1992), se separaron. En 1998 recuperaron sus tres primeros trabajos y el año pasado nos les ofrecieron al completo.

Ahora han vuelto para seguir descargando toda su energía con sus temas de antaño, haber si les pica el gusanillo y se deciden a componer algo con tanta calidad como lo que nos ofrecieron: “En casa me llaman loco”, “Amigo”, “¿Qué hacéis?”, “¿A quién queréis engañar?”, “La rabia”, “Sentirme libre”, “Aprendiendo a vivir”…

En fin, todo un placer poder conocer a grupos cuyo miembros podrían ser tranquilamente nuestros padres pero que meten mucha más caña de la que cualquiera de nosotros podríamos soñar.

  
Subterranean Kids
 

Disidencia volvían al festival después de muchos años, su actuación nos pilló en tierra de nadie, nos perdimos gran parte del concierto, y es que en algún momento teníamos que reponer fuerzas.

Pocos temas escuchamos, “Preso de la Vida”, La Priva”, “Ojo por Ojo” y “Hablaran las piedras”, tema con el que terminaron.

Una buena actuación pero muy lineal, a Disidencia le hace falta un pedazo disco con el que rompan con todo, que peguen el bombazo de una vez, porque lo demás lo tienen, buenos músicos, buen directo y buena comunicación.

  
Disidencia
 

Escuela de Odio transmiten pura energía y desde hace un año hasta aquí, han ido arrasando escenarios por donde quieran que han pasado, y así hicieron en el Baitu, donde también venían a presentar “Quien siembre miseria, recoge la cólera.”.

Y para empezar, los tres primeros temas del concierto, fueron los tres primeros temas del último disco, empezaron por “Una vida marcada”, “Los de Siempre” y “Gritos”. No dejaron atrás canciones del “De la esclavitud a las cenizas” como “En Guerra” y “Canciu de Lucha”.

De los más antiguos, resaltamos “Asturies Arde”, canción final de una breve actuación. Quien diga que esta gente hace un concierto malo, miente, todavía no le he visto uno así, todo lo que hacen lo hacen bien, casi perfecto, además de transmitir su rabia como nadie sabe hacerlo.

  
Escuela de Odio
 

Y de repente llegó la hora de poner un toque de diversión, fiesta y ritmos muy bailables, de ello se encargaron los 6eiskafes, que se presentaron diciendo somos los 6iskafes y venimos del psiquiátrico. Nosotros les pensábamos ver pero con esa referencia haber quien era el guapo que se atrevía a marcharse.

Ellos son como un gran familia bien avenida en la que todos los miembros son imprescindibles y aportan un toque de luz y de color a los temas, son nada más y nada menos que ocho, pero yo soy de la opinión de que aunque haya muchos componentes si no están bien coordinados y no tienen dominio de lo que hacen de poco sirven.

Pero los ocho encargados de transformar con sus manos los diversos instrumentos lo hacen bastante bien, y cada uno sabe ocupar a la perfección el lugar que le corresponde y defienden a capa y espada la trompeta (Daniel Francisco Hernández), la batería (Aleix Lloreda), el bajo y la voz (Israel Prieto), el trombón (Jorge Cuadrillero), la guitarra y la voz (Ignacio De Zaldúa), los teclados y la voz (Juan Manuel Tordable), la guitarra y la voz (Víctor Herrero) y el Saxo tenor (Laura González).

Os podéis descargar de manera gratuita en su web: www.6eiskafes.com su primer disco, titulado: “De cartera” en el que colaboran Pulpup, Juankar, Cifu, Goyo y Sendino.

  
6iskafes
 

A pesar de su poco tiempo de rodaje ya van cosechando éxitos y apareciendo en los mejores festivales. También tendrán el honor de ser uno de los teloneros de Ska-p en su único concierto en España el 27 de Diciembre. Todo un lujo que seguramente sabrán afrontar y no dudo de que estarán a la altura de las circunstancias.

El tiempo les dará la razón si siguen sabiendo afilar sus instrumentos y van evolucionando, porque la verdad es que en el Baitu dejaron una sensación muy buena, y seguro que disco a disco van creando hits de esos que se salen de la tónica general y que se convierten en himnos.

Sin duda alguna ellos tienen sus ideas bien claras y consiguen que te fijes en ellos ya desde su estética.

  
6iskafes
 

Y si anteriormente ya nos habíamos quedado impresionados con Subterranean Kids, The Real Mckenzies nos rompió todos los esquemas.

El grupo canadiense llamó la atención desde su llegada paseándose por el recinto con sus faldas escocesas, sus trenzas y sus largas melenas, sabíamos que esos hombretones eran los que pondrían la nota internacional más socarrona al festival.

Los seis miembros originarios de Vancuver  llevan desde 1994 metiendo caña con sus melodías punkrockeras y hardrockeras y que sonaron atronadoras e impulsivas, así pues nos ofrecieron “Bugger Off”, “Get Lost”, “Whiskey Scotch Whiskey” y “Drink The Way I Do”, por citar algunas.

No me extraña que la organización del festival flipe con esta banda, nosotros no conocíamos ninguno de sus temas pero no nos hará falta mucho tiempo para adquirir todos sus discos y recordar el gran espectáculo que ofrecieron en el Baitu, sin duda alguna el mejor concierto que pudimos ver.

  
The Real Mckenzies
 

La tarea de Dixebra era difícil ya que The real Mckenzies había puesto el listón demasiado alto para cualquiera.

El grupo asturiano, que lleva ya más de 20 años, hizo un recorrido por toda su trayectoria abarcando temas desde su primer disco “Grieska”, hasta el último, “N'acción”,y nos dejaron entre otras “Indios”, “Cañicon”, “Dime como ye”, “Canciu d’amor”…

El concierto estuvo bastante bien, pero tal vez deberían haber escogido temas más pegadizos y moviditos, más adecuados a un festival y a un público que proviene de muchos sitios y que podría no conocerles.

  
Dixebra
 

Y ya iba cayendo la noche y le tocaba resquebrajar el escenario a Habeas Corpus, ellos realmente me están obligando a sentir “Cada vez más odio”, odio por el tiempo en que inculta de mí no me atraían sus ritmos, pero bueno rectificar es de sabios, la letra con sangre entra, pero HC me han hecho afiliarme gracias a todo lo que dan sobre las tablas, a un no parar, a “La rabia” que transmiten, a su descarga sin concesiones y a que logran ponerme los pelos de punta.

Abrieron con “A sangre y fuego” para seguir ametrallando con sus melodías hardcore y con una magia que Mars se encargó de crear  conectando a la perfección con los allí presentes y desenvolviéndose como pez en el agua al igual que el resto del grupo, claro ejemplo de ello fue “Mano de hierro” en la que consiguieron como es tradicional dividir al público en dos para luego ponernos a poguear.

Contaron con la colaboración del cantante de Escuela de Odio en uno de los temas y la sorpresa vino de la mano de Nano,  exguitarra del grupo al que vimos en su última actuación en el Baiturock del 2006 y que decidió subirse a tocar con ellos los tres últimos temas, para crear un broche final espectacular.

Un espectáculo por todo lo alto que se convirtió en subliminal, y a pesar de haberles visto la semana anterior nos había entrado amnesia porque lo vivimos con la misma intensidad, ¿o será que este grupo tiene superpoderes?.

  
Habeas Corpus
 

Pasadas las tres de la madrugada y ya casi cerrando llegaron los valencianos Obrint Pas, muy esperados por muchos, y de los que solo vimos las tres primeras canciones porque ya no podíamos con nuestra alma.

Abrieron con “Benvingut al paradís”, primer tema homónimo de su último álbum publicado en 2007, para seguir con “Més lluny” y “Des de la nit” de “Terra” (2002).

Estoy segura de que la banda formada por 10 miembros dio de sí todo lo que pudo y más, desgraciadamente no pudimos comprobarlo por nosotros mismos, pero tampoco queríamos dejar pasar la ocasión de poder ofrecer unas fotos del grupo.

Siempre nos arrepentimos de no ver a los catalanes Insershow, que se han encargado tanto este año como el anterior de poner el punto final en el BaituRock, pero yo por lo menos cuando tengo sueño no pienso en nada más que en irme a dormir. Tendré que entrenarme a fondo haber si algún año consigo llegar hasta el final.

  
Obrint Pas
 

Lo que sí que sabemos, ya que nos gusta investigar, ¡jajaja!, es que al grupo de versiones les acompañó gente de varios festivales y organizaciones como El Lijabarda, SetaRock, ZurraRock, Baitu, Komando Etíliko Levantino, LuañaRock, A la contra producciones… y en cuanto a grupos Escuela de Odio, Obrint Pas, Baitukada… los temas que no faltaron fueron “Vicio”, “Motxalo”, “Carne pa la picadora”, “Cualquier día”, “Botes de humo”, “No hay tregua”, “Txus”, “Enamorado de la muerte”…

En fin el año que viene trataremos de aguantar el tirón porque luego siempre nos arrepentimos. Quiero concluir con un enorme GRACIAS a la organización del Baiturock, creo que sobran los porqués, simplemente por todo. Además quiero comentar que este año había un WC adaptado para minusválidos cosa que me alegra, haber si entre todos vamos rompiendo inútiles barreras.

Y por último felicitar a todas y cada una de las 40 personas que han hecho posible que estemos este año y todos tan a gusto, la verdad es que no sé cómo son capaces de abarcar tanto, no tengo ni idea de cuántas personas hacen falta para organizar algo así y llevarlo a cabo, pero supongo que alguna más no vendría mal.

  
Ambiente
 

Por eso, por su salud mental, decidan lo que decidan el año que viene espero que empiecen a pensar un poco más en ellos mismos, porque la política del Juan Palomo yo me lo guiso y yo me lo como acaba desgastando hasta al más pintado.

Yo no tengo experiencia en la barra ni en muchas otras cosas y tampoco me voy a meter en camisa de once varas ofreciendo una ayuda que seguramente no pueda dar, pero indudablemente encontrarán la manera de continuar el año que viene propagando el espíritu de su gran comunidad. Ojala que así sea. Y si se exprimen los sesos y dan con alguna forma en la que todos podamos colaborar no dudaré en hacerlo.

Espero poder comentar algo el año que viene sobre el Baiturock, sea lo que sea lo que decidan hacer, y si no siempre quedarán en nuestra memoria y en nuestros corazones todos estos años en los que nos han hecho creer en la música.

  
Ambiente
 
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