PRIMERA PARTE DE LA CRÓNICA, CORRESPONDIENTE AL VIERNES 31 DE JULIO

Sábado, 1 de Agosto del 2009

Menos mal que hice caso a una amiga y me atreví a mover el coche, a altas horas de la noche pasada, de la zona de acampada donde lo tenía aparcado a un lugar con sombra, porque sino no hubiera podido dormir ni tres horas seguidas.

El día amaneció de lo más soleado, provocando de nuevo una elevada sensación térmica, nada agradable. El calor desde horas tempranas era insoportable pero se podía combatir con valentía y espíritu de lucha.

Pongo la mano en el fuego de que nadie se hubiera atrevido a pronosticar que esa misma tarde fuera a llover, pero se dio tal circunstancia y a punto estuvo de chafarnos el festival. Menos mal que la organización puso todo su empeño por salvar los muebles.

Otros hubieran optado rápidamente por la suspensión, asumiendo en todo caso las consecuencias que pudieran ocasionarse. Aquí, es donde quiero alabar la correcta actitud y disposición de los promotores. Lo único en que quizás pecaron, en algo de novatos, fuera en la tardanza de tomar una u otra decisión, continuar o no con el festival, y en comunicar al público lo que había sucedido, los destrozos ocasionados por la lluvia y el viento, puesto que la gran mayoría desconocía lo ocurrido.

Una vez recuperado fuerzas con un suculento desayuno, me encaminé definitivamente hacía el recinto y es que en menos de 30 minutos daba comienzo esta segunda jornada. Por el camino me iba encontrado con algunos conocidos. Unos aún de juerga y otros mosqueados porque hasta las once de la mañana no habían abierto las duchas. El peor parado, un chico al que le habían robado todo de su tienda. Sigo opinando que es mejor pagar por acampar y que haya seguridad, que exponerse a que te pase lo que le paso a éste. Es un asunto que se debería estudiar. Yo este año he estado en el Metal Way (Zaragoza) y allí el recinto de acampada estaba vigilado las 24 horas del día, y que yo sepa no ocurrió ningún hecho de este tipo.

Como el día anterior le tocó abrir a una banda del pueblo, esta vez a Dios Es Kristo, que aunque también contaran con un escaso público y bajo un calor aplastante, dieron todo de si, impresionándonos con su frescura y divertido punk rock, muy en la onda de Disidencia.

Lograron sacar las castañas del fuego con un enérgico directo y un show apoteósico en el que sonaron entre otras, “Llorando Sangre”, “Triste 36” y una estupenda versión del “Envenenado” (Parabellum). Antes de despedirse reprocharon a la organización el hecho de haber tenido que esperar cinco horas el día anterior para que les colocaran la pulsera de músicos. ¡Algo bastante incomprensible!

De repente el cielo se nubló e hizo acto de presencia una media galerna, acompañada más tarde de una intensa lluvia. Tanto los técnicos y empleados del festival, como los dueños de los puestos de ropa, se las vieron putas por contener la fuerza de viento. Los últimos luchaban por intentar que no se llevase por delante toda su mercancía.

Al final lo solventaron como pudieron, recogiendo parte del género, sujetando ellos mismos las estructuras ó colocando unos toldos para que frenara algo y no volará todo por los aires.

Viendo que el techo del escenario corría también peligro, la organización se vio obligada a tener que bajarlo, por si las moscas y a recoger igualmente la mesa de sonido, que se encontraba al aire libre, sin ningún tipo de protección.

Al rato dicho temporal cesó y tal era el deterioró del equipo e infraestructuras que los promotores decidieron echar a todo el mundo del recinto, alegando solamente que lo cerraban durante un rato y que más tarde lo abrirían de nuevo.

En un principio desconocía porque nos hacían esto, pero después me enteré del motivo, que era sin más, porque debían evaluar los daños y decidir si el recinto estaba en óptimas condiciones, sin ningún tipo de riesgo. Sigo pensando que si nos hubieran comunicado esto con anterioridad, no hubiera pasado hechos como ocurrieron, el lanzamiento de piedras, latas.

Acciones algo reprochables pero sinceramente algo comprensibles y es que no se puede tener así a la gente, durante casi tres horas sin darles ningún tipo de explicación.

Con posterioridad, una vez solventados todos los problemas, comunicaron por megafonía que el festival seguía su curso pero que no iban a tocar Honoris Causa, Envidia Kotxina, Escuela De Odio ni Def Con Dos, y que las actuaciones se reanudarían a eso de las 6 y media, con los catalanes Kop.

Una estupenda noticia que calmó la furia y animó bastante el estado de descontento en el nos encontrábamos. Lo curioso del asunto es que mientras el recinto estaba cerrado las taquillas continuaban abiertas, vendiendo entradas, como si nada.

Algo que me llamó mucho la atención. Eso si, más tarde por ese detrimento ocasionado, la imposibilidad de disfrutar de los grupos anteriormente mencionados, se rebajó el precio de la entrada en 10 euros. ¡Algo razonable! Lástima que los que tenían la entrada comprada con anterioridad, no recibieran también algo como compensación.

Que mejor forma de animarse de nuevo y olvidarse de todo lo acontecido horas antes, que desinhibirse con el metal hardcore de los catalanes Kop, quienes hicieron una exhibición de fuerza y poderío increíble e inconcebible.

Sin duda alguna, esta banda si que está hecha para los directos. Menuda entrega y correcta disposición sobre las tablas. Además son unos auténticos maestros en fusionar ritmos la mar de apabullantes con unos textos politizados, de lucha y antisistema. Durante su actuación volvió la lluvia y algo de viento, obligando a los técnicos a tener que amarrar mejor los amplificadores. Menos mal que esta vez fue pasajera y en unos minutos ceso porque sino ya nos temíamos lo peor. Del repertorio de los catalanes destacar “No Te Rindas”, tema que versionaron en su tiempo Habeas Corpus, la potente “Freedom” y “Solidarios”, una composición que nunca falta en su shows.

Cambio radical de estilo musical de la mano de Gatillazo, banda donde actualmente milita un viejo conocido, el carismático Evaristo, que una vez más demostró estar en un sensacional momento de forma, y eso que el hombre está a punto de cumplir los cincuenta años. No paró ni un momento de divertirnos con su peculiar modo de cantar, bailar, saltar y sus habituales posturitas.

Esta vez salió ataviado con una camiseta bastante curiosa, en la que se podía ver una tarjeta de demanda de empleo sellada como Parado.

Desde el comienzo, con “Nº 1 En U.S.A”, el single de su último trabajo, ya enloquecieron a un público que esperaba con muchas ganas dicha descarga, hasta tal punto de volar Katxis por los aires, cosa que enfadó bastante a Evaristo. No faltó el recordatorio al pasado con “Estrella Del Porno”, un clásico de La Polla. ¡Con ellos comenzaron los primeros bailoteos de la tarde!

Los alaveses Kaotiko son unos de los grupos con más solera actualmente en el panorama musical. Hemos de reconocer que sus directos convencen, por estar compuestos de pegadizas y divertidas canciones, las cuales incitan a la alegría y jolgorio de quien las escucha. Fueron, sin duda, los grandes triunfadores del día.

El público no se canso de corear temas tales como “Sucio Criminal”, “Adrenalina”, “OH Caroline", "Mi mejor Kolega"… ¡No defraudaron!

Soziedad Alkoholika era la formación más dura en cuanto a sonidos de esta jornada y otra de las más esperadas. Como va siendo habitual dieron una lección majestuosa de poderío y dominio absoluto de sus instrumentos. Es asombroso su talento y profesionalidad.

Aunque les duela a muchos, son una de las formaciones punteras dentro de la escena metalera de nuestro país y que goza de un reconocimiento como tal, dado que se encuentran a años luz de muchas otras. Hicieron un espectáculo dignísimo de cualquier grupo extranjero de primera línea. El show fue un cañonazo continuo de energía. Sonaron viejos clásicos, “Cienzia Asesina”, “Ratas”, S.H.A.K.T.A.L.E (Vomitaré En Tu Cara), “Palomas y Buitres”, “Nos Vimos En Berlín”, pero la nota anecdótica vino con la triste noticia de que se trataba del último concierto de su guitarrista Jabi. Desde aquí le deseamos que tenga mucha suerte en Hamburgo.

Tras el éxito obtenido en dos grandes festivales de Japón, el “Radikal Music” (Tokio) y el “Fujirock 2009” (Niigata), los madrileños Boikot pisaban de nuevo un escenario nacional y como va siendo habitual en ellos no defraudaron.

Sinceramente, aunque no fuera un seguidor de esta banda, no podría negar lo evidente, son un combo que en vivo le echan muchas ganas, dejándose los huevos en cada actuación. Les da igual actuar ante 20, que miles y miles de personas, que siempre dan el callo y es que además se les ve disfrutando a tope. Algo que deberían de aprender muchos grupos.

Como en el Viñarock contaron con un montaje visual alucinante, una pantalla a la derecha del escenario, donde fueron proyectando imágenes, aparte de una pequeña presentación por ellos mismos, que sirvió de arranque de su descarga. Se podría resumir la misma, de mucha entrega y un repertorio bastante acertado, temas de su último disco como “Amaneció”, “Skalashnikov”, “Bubamará” ó “Grito En Alto”, combinándolas con otras mucho más conocidas “Inés”, “Hasta Siempre”, “Con Mucha Clase”….

El final apoteósico Kosta tirando la batería de su compañero Grass por los suelos. El toque de humor lo trajo Albert bromeando que después de ellos venían Envidia Kotxina, algo que desconcertó bastante al público. Muchos se lo creyeron je, je.

Totalmente volcado estuvo el público con los navarros Lendakaris Muertos, que venían de actuar esa misma tarde en otro festival, el Salcedo Rock (Cantabria). A pesar de venir un poco agotados del viaje salieron triunfantes por la puerta grande. Buen rollo con los asistentes y mucha intensidad en su actuación. Aitor, su carismático cantante, estuvo pletórico, cantó perfectamente e hizo las delicias del respetable con sus cómicos comentarios y vistosas posturas. Repasaron canciones como “Besos Gaztetxeros”, “Centro Comercial”, “Veteranos De La Calle Borroka” y la fabulosa “Oso Panda” en la que un seguidor disfrazado de tal, le lanzó parte de su vestimenta, más concretamente su cabeza de osito. Éste ni se lo pensó dos veces, interpretó media canción con ella puesta para posteriormente colocársela a su compañero Asier.

Con anterioridad gozamos del clásico “Gora España”, en la que el cantante gesticuló inicialmente que no se atrevía ponerse la camiseta de la selección española, haciéndonos entender haber si le iba a suceder lo mismo que le paso en Madrid, que un impresentable le lanzó una lata.

No gozaron del tiempo suficiente para ofrecer un show completo, pero el público se quedo bien satisfecho.

El festival llegaba a su fin de la mano de los italianos Talco, que con sus ritmos Ska, Funk y Punk caldearon a un más el ambiente. El cansancio era inminente en el rostro de los que no quisieron perder la oportunidad de disfrutar de la música de tal reputada banda.

Uno ya estaba para muchos trotes y a mitad de su actuación decidí dar por finiquitado mi labor.

La organización estima una asistencia de cerca de 7.000 personas (algo exagerada en mi opinión) pero lo más importante es que la peña se lo ha pasado en grande y aunque haya habido algunos fallos debemos brindarles una nueva oportunidad y esperar a ver que sorpresas nos depara la próxima edición. Yo si no tengo ningún compromiso, allí estaré al pie del cañón.

No quiero dar por terminada esta crónica sin dar mi enhorabuena al gran comportamiento de la gran mayoría, que mantuvo la calma a pesar de todo lo acontecido y el buen trabajo de sus organizadores

¡Nos vemos el año que viene!