Los consistorios de los pueblos siempre intentan elaborar un atractivo programa para sus fiestas patronales, lleno de multitud de actividades, cuya finalidad no es otra, que la que sus habitantes disfruten y se lo pasen lo mejor posible durante esos días. Eso si, la mayoría de las veces va marcado por un limitado presupuesto.
La música en vivo suele jugar un papel de verdadera importancia porque gracias a ella se puede lograr ese verdadero y fantástico ambiente de fiesta que uno siempre desea que haya en las festividades de su pueblo, lo que les condiciona el tener que recurrir a la contratación de grandes artistas. La comisión de fiestas de Hondarribia no quiso quedarse atrás y apostó por traer entre otros a Huecco.
Un artista madrileño propulsor del mestizaje lingüístico y estilístico en todos los sentidos y creador de una nueva moda, la rumbia. Unos sonidos la mar de bailables, ritmos latinos de regatón, sama, quebradizos mexicanos fusionados con otros estilos musicales como el hip hop, el rock, ka... y aunque sea una formula arriesgada y novedosa ha cosechando la verdad un éxito inimaginable e incluso ha acabado con las barreras establecidas.
Tal es la fama de este músico, que a pesar de celebrarse dicho concierto entre semana, el aclamo de público fue espectacular. La carpa instalada para albergar dichas actividades musicales, estuvo repleta hasta la bandera de personal, que vibró intensamente con esos estribillos tan pegadizos, que este genial artista ha sabido elaborar con mimo. |
La salida del artista se demoró más de la cuenta, casi una hora, lo que provocó un enfado considerable de gran parte del respetable, que con una reiteración de pitos y silbidos fue exigiendo, sin pudor, la presencia inmediata del músico sobre el escenario. El recibimiento fue de lo más lisonjero, una explosión de regocijos, un huracán de gritos y aclamaciones por parte de las féminas.
El madrileño acompañado de unos talentosos músicos mostró casta, perseverancia y generosidad con su fiel público, a quien conquistó con su simpatía y una inusitada destreza y energía.
Alternó canciones de su último trabajo, “Mis Cachitos”, “Reina De Los Angelotes”, “Cerezas”, “El Burro De Mayaba”, “Se Me Olvidó Olvidarte”, con las composiciones de su disco de debut “No Te Lloraré”, “Tacones Baratos” y “A Mi Guerrera”, que
supuso una conmoción dentro del mundillo y un gran éxito a nivel de ventas.
El carismático cantante se dejó la piel en el escenario y demostró que su propuesta musical gana mucho más enteros en directo. La pasión que desprendió a la hora de canturrear esas historias basadas en sus propias vivencias personales, acompañándolas con toda clase de ritmos bailables, culminó en una soberbia y merecida ovación final. Con anterioridad manifestó su solidaridad con la lengua y cultura vasca recitando dos estrofas del tema “No Te Lloraré” en dicho idioma y bromeando con que equipo de fútbol nos decantábamos con la Real Sociedad o el Real Unión.
Como suele ser habitual en esta gira, concluyeron con dos de sus grandes himnos “Mirando Al Cielo” y “Se Acabaron Las Lágrimas”, su reciente single, en el que expresa su máxima repulsa a la violencia de género. ¡Sentimiento y entusiasmo combinados al máximo esplendor! |