¡Vaya manera de arrancar el año! Ni los más optimistas dábamos un duro porque fuera así de ajetreado, sobre todo tratándose del mes más costoso de los doce, me refiero a la temible cuesta de enero, la dificultad de afrontar todos los gastos, después de un abismal despilfarro de dinero, en navidades, acrecentada aún si cabe, por la subida de los precios, y como no, por las inevitables consecuencias de la fatídica crisis económica.  Pues resulta que ha sido todo lo contrario, de lo más movido ¡Es para reírse!

Esto, no ha hecho nada más que empezar. Como sean así todos los meses, menuda la que nos espera, un año de infarto y de lo más jugoso. Lo que si podemos adelantaros es que los dos siguientes meses pintan pero que muy bien, por nuestra zona. Van a ser de autentica locura, por lo que los asiduos a conciertos vamos a tener que apretarnos más los cinturones, si queremos aprovecharlos al máximo.

Un esperanzador comienzo que se podría concebir como una continuación del año que dejamos atrás, hace muy poquito, el cual se recordará como el más fructífero de la década.

Lo que quizás me está llamando mucho la atención en este inicio es que la gente se este involucrando en promover iniciativas culturales, por cuenta propia , espero que no sea un espejismo y cada vez hayan más personas  aventurándose en organizar eventos musicales, sea de la magnitud que sea.

En este contexto podría situarse el que vamos a proceder a continuación, el Zerua Rock Festival, promovido por Koldo, el dueño de uno de los bares bilbaínos más conocido y visitado por los amantes del metal, el Zerua Rock, situado en una de las calles con más solera de la ciudad “Iturribide”, junto a las famosas siete calles.

Tres bandas de death melódico tuvieron la oportunidad mostrarse ante un buen número de público y en una de las mejores salas de Bilbao, el Kafe Antzoki. Los locales Rise To Fall compartieron escenario con los asturianos Sound Of Silence y los tarraconenses Laments Of Silence.

Sí que es verdad, que el cartel reunía a bandas aún poco conocidas, entendiéndose como una oportunidad de brindarles una mano en este duro mundillo, además de ser propiamente una fiesta dirigida a los clientes asiduos al bar y a los amantes de los sonidos más duros, en general.

La asistencia fue bastante aceptable, unas 150 personas, quedando de manifiesto que cuando se hacen las cosas como deben, anunciando el evento meses atrás, a través de Internet y con una gran pegada de carteles por los bares de la ciudad, la gente responde, en gran parte porque se entera con bastante antelación, como para planificar el asistir o no a la cita.

Ante ese colosal escaparate se presentaron Laments Of Silence, con la intención de comerse al público pero se encontraron con un duro hueso de roer, unos espectadores de sangre fría, por lo que esas fantásticas intenciones se desvanecieron en un plis plas, siendo si cabe una complicada papeleta a solventar.

La pasaron como pudieron, menos mal que estuvieron arropados en todo momento por seis seguidores de Rheus, porque sino se hubieran derrumbado ante tal desoladora acogida . Dejando eso de un lado, comentar que realizaron una correcta actuación, con una genial predisposición y dedicación, aunque encontré un aspecto negativo que espero vayan mejorando en el futuro, escasa movilidad a la hora de transmitir, exceptuando su vocalista una alma que siente lo que canta, moviéndose de vez en cuando y envolviendo los temas de unas atmósferas hipnóticas, merced a unas convincentes facultades, garra, talento y entrega, a partes iguales.

Su propuesta musical discurre entre el metal, Death Metal y unos sonidos industriales, una mezcla curiosa que a veces guarda bastantes similitudes con la legendaria formación Fear Factory, aunque poco tiene que ver con   lo que éstos practicaban. Aprovecharon para obsequiarnos, durante sus 45 minutos, con una colección de temas, que supuestamente irán incluidos en su nuevo disco,”Restart Your Mind”, que saldrá a la venta en febrero, gracias a la discográfica italiana My Kingdown Musir. 

Canciones totalmente desconocidas, excluyendo ”Restart Your Mind” y “Paper Dolls”, las que ya había tenido el gustazo de escucharlas, con las que fueron despertando algo de interés.

Me extraño mucho que no recurrieron a ningún tema de su último EP “Reset”, auto producido, el cual se puede descargar desde su myspace.

Temas como “Hate” o "Solitude” sonaron brutales intensificados, en base a una extraordinaria labor a las teclas, pero si he de elogiar alguno sería ”Scream In The Darkness”, un broche final afiligranado por una desorbitada precisión y actitud desbordada, mostrando definitivamente unas favorables sensaciones, las cuales con anterioridad habían sido bastante escasas.

Tras ellos, una de las potentes bandas emergentes en Bizkaia en estos últimos años, Rise To Fall, una de las grandes promesas actuales de nuestra tierra.

Un espléndido y acertado calificativo que han ido adquirido principalmente por su frescura y fortaleza mostrada en vivo, el cual ha quedado refrendado, tras alzarse con el título de ganador del prestigioso concurso villa de Bilbao de este año, en la modalidad metal. Solo espero que no recaiga sobre ellos la maldición del villa, grupo que gana el villa, grupo que se separa.

Gracias a ese galardón monetario podran sacar, por fin, a la venta su primer disco “Restore The Balance”, bajo el sello Coroner Récords el día 22 de febrero, cuya presentación oficial tendrá lugar 4 días después en la sala Bilborock, junto a dos bandas amigas, Wicked y No Drama. Por otro compromiso no podremos asistir, por lo que les deseamos un éxito en convocatoria y desarrollo del mismo .

Rise To Fall son una formación que en directo nunca defraudan. Tanto Dalay, Hugo, Javier, Iñigo y Xabier desprenden feeling a patadas, son capaces de conmover y perturbar a toda la concurrencia con una entereza, energía y vistosidad, impropias de una banda debutante.

Solo basta con acudir a un concierto de ellos y darse cuenta de todo ello, la banda salen a escena como cinco chavales del instituto que saben que tienen que montarla bien grande. Ya con sus dos primeros cortes “Chasing Infinity” y “Redrum” emanan una fuerza y eficacia notoria, imprimiendo un ritmo trepidante, que saben mantenerlo durante toda su actuación.

Es innegable que están logrando una excelente aceptación y reputación por la zona, cada vez cuentan con más seguidores en sus conciertos, esa noche quedó en total evidencia, tras acabar su bolo, muchos abandonaron la sala.

Aunque soy de los que piensan que están llegando al techo del umbral, empezando a saturar con tantos conciertos, creo que va siendo hora que intenten abrirse camino en otros lugares, utilizando por supuesto las mismas buenas dosis de técnica y actitudes.

La convivencia era genial, una comunión entre músicos y público, privilegiado de digerir aquella noche un buen metal, perfectamente elaborado.

Hemos de señalar que aunque la mayoría de sus temas están influenciados por el death metal sueco,  desprenden, a parte de energía e intensidad, calidez, y mucha personalidad. Una abundancia de factores que les está llevando a convertirles en un potente y auténtico revulsivo para la escena estatal.

”Kills The Reason” y “Rise From Drama”, tema en la que casi siempre suele colaborar Aimar, cantante de No Drama (En esta ocasión no) fueron inyectadas de unas revoluciones superiores a las habituales. Un final totalmente exuberante, correspondido por una respuesta intachable de sus incondicionales.

Rise To Fall están rompiendo todos los esquemas, muchos tendrán una percepción a primera vista de banda principiante, para nada, lo tienen  pero que muy bien estudiado. Dejarse la piel en cada descarga y desarrollar el cometido con absoluta devoción y profesionalidad.

La última banda en discordia fueron Sound Of Silence, un exponente contundente del metal asturiano. Una formación que se desenvuelve en el terreno del deathcore, veloces riffs de guitarra, constantes dobles bombos y unas voces totalmente desgarradoras, que hicieron tambalear, con toda justicia, los muros de la sala.

Unos matices que representan en el sentido más estricto las características propias de dicho estilo. Era su segunda visita a la capital vizcaína, después de su victorioso paso por el Villa de Bilbao en la edición de 2008, en el que quedaron a las puertas del triunfo, un segundo puesto.

Esta vez nos presentaban su nuevo disco “El Funeral De Las Almas” , en donde el quinteto se ha perfeccionado, sobrepasando todas las facultades exteriorizadas en su  obra de debut,“Nuestro Amor a la Agonía”, exhibiendo una destreza y experiencia deslumbrante. En directo  son aún más lejos llevadas, sin dar tiempo ni para respirar, lo afrontan con una brutalidad ilimitada, enlazando bloques de dos o tres temas, a piñón fijo. Mientras los riffs de guitarra volaban a gran ritmo, deleitándonos con los sonidos de altísima calidad que emanaban, los dobles bombos, por el contrario nos machaban a una velocidad endiablada, al alcance de muy pocos.

Aunque el que más deslumbraba era su vocalista, que no bajo durante todo el concierto un pizca de su intensidad ni energía, unas infinitas habilidades. Si al principio del concierto nos presentaron temas nuevos como ”El Comienzo de Un Triste Adiós” o “Ultimo Suspiro”, más tarde llegaron otros que recordábamos de su anterior visita, como es el caso de “Presa De La Desconfianza” o “Viendo el Cielo Llorar”, éste último, uno de los más antiguos.

El último tramo fue apoteósico con “El Sonido De Mi Silencio” y “Delirios Silenciosos” que nos obligaban a mover la cabeza, unos ritmos devastadores que vuelven loco a cualquiera. Aunque el broche final lo pusieron con el corte que da título al disco “La Resurrección De Las Diez Almas”, certificando ser unos animales únicos en su especie y galardonándose  ,en mi entender musical, como la merecedora acreedora de reinar la escena metalcore nacional.

Y así se finiquitó la primera fiesta, con aniquiladores sonidos, buena crítica de lo acontecido e ilusión de una viable continuidad. ¡Viva el metal y el Zerua Rock!