La calidad en directo de un grupo viene firmada especialmente por la desenvoltura de los músicos sobre un escenario, el grado de entrega, la energía y como no, la chispa a la hora de convencer, no podemos olvidarnos también de aspectos fundamentales como el ingenio, la clase y el virtuosismo en la ejecución. Muchas veces no topamos con bandas que no lograr plasmar en vivo todo ese talento reflejado en sus discos, pecando de poca experiencia y soltura, mayormente o viceversa siendo del todo proporcional.

Muy rara vez encontramos a formaciones que demuestren una grandeza inusitada, de la cabeza a los pies, como si hubieran nacido con un especie de don, para ser unas verdaderas estrellas y convertirse con el paso del tiempo en unas autenticas leyendas.

El jueves 11 de marzo en el Kafe Antzoki bilbaíno fuimos testigos de algo maravilloso, que podríamos clasificar de celestial, un espectáculo sonoro digno de enmarcar en el top ten de los mejores conciertos vistos en estos últimos años y no es para menos los cuatro músicos irlandeses de The Answer son capaces de desprender cualidades estratosféricas, una tormenta de ingenuidad, creatividad e imaginación y una pura pasión por los sonidos del hard-rock y rock-blues setentero, influencias de maestros como AC/DC, Led Zeppelin, Thin Lizzy, pero es evidente que para que esas canciones fragüen divinamente es necesario que tras ellas se escondan unos músicos que sean capaces de interpretarlas con una cabal entrega y sepan dotarlas de unas conmovedoras texturas, unas preciadas sonoridades acompañas de emoción y sentimiento.

Tras su paso por nuestro país como teloneros de lujo, de las majestades del hard rock, AC/DC, los irlandeses The Answer regresaban nuevamente a nuestro país, en una mini gira que servía para justificar que no había sido mera cuestión de suerte o un regalo caído del cielo, el haber sido elegida como acompañante de los australianos en gran parte de la gira, más bien por su magistral forma de rocanrolear, no exhibiendo exclusivamente un cierto virtuosismo, desprendiendo a la vez unas inmejorables actitudes, una fibrosa expresividad vocal y unos continuos arranques de furia en base a riffs demoledores, que podrían levantar a un muerto de su tumba.

Creo que se debe valorar la excelente respuesta de público, siendo un día atípico, entre semana y habiendo una oferta musical excesiva este mes, eso si se debemos felicitar al promotor por haber puesto el comienzo del evento en una hora temprana y asequible para aquellas personas que no disponían de vehículo propio y no les quedaba más remedio que hacer uso del transporte público.

Las cientos de personas que abarrotaron el Kafe Antzoki, esa noche, aprendimos una fabulosa lección ser en cierto modo más crédulos, el hecho de aceptar que los conciertos memorables pueden suceder muy a menudo, puesto que lo que presenciamos fue inolvidable, un espectáculo que no hubiéramos imaginado ni en nuestros mejores sueños. The Answer escapan de lo habitual, van más allá de lo mostrado en sus grabaciones enlatadas, se coronan como unos maestros apasionados del rock, perfectamente cualificados  para ofrendar altas descarga de adrenalina y energía.

El público estaba predispuesto a disfrutar, y con un repertorio como el suyo, no dudábamos en ningún instante de que iba ser una gran noche, más habiéndoles visto en dos anteriores ocasiones. Sus argumentos, lejos de lo excepcional, fueron confeccionados en directo mediante ciertas líneas de actuación entrelazadas, hard rock de herencia setentera, blues eléctrico en la que los músicos fueron fluctuando diversos niveles de intensidad según el instante. “Tonight” y “Demon Eyes” fueron el punto de partida, un rock & roll de alto voltaje que reflejaba a unos tifones sobre el escenario Cormac Neeson, frotman con carisma y magnetismo, capaz de cargarse a sus espaldas el peso entero del concierto a través de sus movimientos espasmódicos y una voz privilegiada. James se desenvolvía perfectamente en su tarea de apalear su batería, mientras que Michael Waters embellecía los temas con sus excelentes coros y el inigualable Paul Mahon rasgueaba su guitarra sacando esos riffs que tanto gusta a los amantes del buen hard rock. Se decantaron por una presentación de lo más exhaustiva posible de su última obra “Everyday Demons”, volcándose también en los temas más representativos de su disco debut “Rise”, como fue el caso de “Never To Late”, “Come Follow Me” y “Under The Sky”, una de sus mejores composiciones, con un ritmo acelerado dejando en evidencia sus claras influencias Zeppelianas, en donde Cormac mostró también sus dotes a la armónica, haciéndonos tocar el cielo continuamente y dejándonos con el brillo en los ojos.

El saludo no se hizo esperar “Bilbao, Ongi Etorri” al que le siguió “Cry Out”, un tema más blusero y hipnótico, en el que las líneas melódicas que perfectamente dibujaba la voz de un Cormac se diluían en los riffs ambientales de un Paul que representaba el contrapunto escénico de su compañero, una posición demasiado estática.

El intercambio de energía entre público y banda era cada vez más intenso, un clímax que iba subiendo a ritmos frenéticos debido al desparpajo del rubiales que pedía en ocasiones las palmas del público, como fue el caso de “Never To Late” y “Evil Man”, en esta última haría las delicias del público, sumergiéndose entre la multitud que alucinaba de tanta pura dinamita y talento.

El motor emocional volvía a rugir a pleno pulmón en “Comfort Zone”, su reciente single, una balada que contagia en cuanto a sus impresionantes y ricos matices armónicos, gozosa en donde los haya. Encararon la recta final más sueltos si cabe , interpretando el resto de joyas que guardaban en la recámara, destacando “Dead Of The Night”, “Under The Sky”, “Evil Man”. Tras este bloque llegaban el correspondiente par de bises “Highwater” y “Preachin”, fuerte explosión de entusiasmo, en la que Johnny Winter hizo gala de su técnica con un asombroso slide, mientras tanto su compañero Cormac volvía hacer de las suyas, jugándose el tipo, cruzando media sala, para situarse ahí y quemar sus últimas dosis de energía, quien ya mostraba cansancio y una camisa hundida de sudor por tal derroche físico.

Tal fue el cúmulo de sensaciones vividas y emociones que nunca olvidaré, ni yo, ni creo que ninguno de los presentes el concierto de esa noche. Alma y pasión difíciles de ver hoy en día sobre un escenario. ¡Lección magistral! Se manifiestan como un revulsivo dentro del panorama rockero internacional. ¡El hard rock sube como la espuma!

Set List

- Tonight
- Demon Eyes
- Come Follow Me
- Walking Mat
- Cry Out
- Never To Late
- Too Far Gone
- Why’D You Change
- On & On
- Evil Man
- Confort Zone
- Dead Of The Night
- Under The Sky
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- Highwater
- Preachin