COLABORACIONES
 Crónica
 
Islarock 2.010 - Parte I
  06/08/2010     
  María G. Guerrero     
  Jorge Palacios
  Recinto La Isla, Valencia de Don Juan, León
www.insonoro.com

A veces la vida te da sorpresas muy agradables. Una de las de este verano fue el nacimiento de un nuevo festival, el Islarock, que tendría lugar el 6 y 7 de Agosto en el pueblo leonés de Valencia de Don Juan.

En cuanto conocimos el cartel poca oposición pudimos poner para asistir, y es que a ver quién es el guapo que se resiste a un menú tan intenso y suculento. El viernes para empezar a abrir el apetito nos esperaban nada más y nada menos que Barricada, Segismundo Toxicómano, Koma y Karbon 14. El sábado la cosa tampoco se quedaba atrás y en  la carta estaban incluidos grupos deliciosos  como Esguinze de Frenillo, Bastards On Parade, 6Seiskafes, SK6, Kaotiko, Banda Jachis, Narco, Boikot, Escuela de odio y La Familia Iskariote.

Tenía la impresión de que no íbamos a ser los únicos que estarían dispuestos a dejarse empachar a conciencia en el festival, y todo hay que decirlo tampoco hacía falta ser muy listo para tener la certeza de que aquello iba a ser un éxito.

Así que tras un viaje más o menos tranquilo y con muy buena compañía, en el que también nos hartamos de comer, pero en esta ocasión no de música sino de las viandas necesarias para llegar y aguantar el tirón, llegamos por fin a Valencia de Don Juan. Y digo por fin porque aunque el camino se nos hizo corto estábamos impacientes por empezar a degustar grupos.

Nos tiramos como media hora dando vueltas por el pueblo intentando bajar a la zona del camping con el coche, y debió ser cosa de los nervios porque cuando logramos bajar caminando aquello estaba bastante lleno.

Como me gusta empezar por el final voy a comentar lo que me pareció en líneas generales el festival. Lo primero de todo lo que quiero decir es que para ser la primera edición la organización se merece más que un diez una matrícula de honor. He visto eventos mucho peor organizados y con muchos más años de andadura a sus espaldas.

En cuanto llegamos al camping hubo algo que me chocó bastante porque no lo había visto casi nunca, y es que la gente pusiese el coche al lado de la tienda de campaña, pero por lo visto lo suelen hacer habitualmente en el pueblo para bajar al río, que era la zona donde estaba la acampada. Y por otro lado, si no habríamos saturado el pueblo con los coches, y como buen pueblo que se precie no había demasiado sitio para aparcar.

Si lo sé me llevo una mascarilla porque aunque estuvimos poco en el camping, que nos quedamos en un hostal un tanto peculiar, ya teníamos para echar mocos negros durante más o menos una semana. Y es que había algunos listillos que pasaban con el coche por la chopera como si fuesen de rallye, parecía que estaban equivocados y que pensaban que por allí se llegaba todo tieso hasta Toledo.

Bueno, y hablando del río todo un lujazo. Para la que suscribe y también para los que me acompañaban era de las primeras veces que nos bañábamos en un arroyo, y el sábado nos vino como agua de Mayo o de Agosto (nunca mejor dicho) para tolerar mejor el sofocante calor que hacía a primeras horas de la tarde, calculo que algo más de 35 grados, así que un pequeño chapuzón se agradeció y mucho.

  
Ambiente
 

Otro punto a favor de la organización fue el bar que abrieron las 24 horas junto a la acampada los dos días del festival. Parece difícil que después de tanto tiempo logren sorprenderte con detalles como éste, algo que a nadie se le han ocurrido nunca. A nosotros nos vino de perlas para pillar agua o hielos entre otras cosas, y también cuando pasábamos se veía gente en las mesas bebiendo cachis.

En cuanto al espacio, simplemente envidiable. Como ya he comentado con el río, además la entrada eran dos torres de metal como si fuésemos a entrar en un castillo. Aunque éste también estaba presente y nos vigilaba desde arriba. También se agradeció y mucho que el suelo fuese de cemento, y es que aunque parezca una tontería todos recordamos esa horrible sensación de acabar con los pulmones llenos de polvo entre pogo y pogo.

En otro orden de cosas me quedé más que alucinada con el dispositivo de retretes que montaron. En la zona de los conciertos había nada más y nada menos que 16 completos  de los que se cierran, más dos o tres de los de de pie para los tíos, más el obligado (o así debería serlo) para minusválidos. Pero la cuestión no es sólo que hubiese 16 baños sino que contaban con agua, luz, espejo y jabón, además siempre estaban limpios y olían bien, y el papel higiénico y el papel para secarse las manos no faltaron en ningún momento.

En la zona de acampada también había baños más que suficientes como para tener que hacer poca o ninguna cola.

Refiriéndonos a los horarios casi perfectos sino llega a ser por imprevistos, que como bien dice la palabra no se pueden controlar, como que SK6 reventaran el bombo de la batería y tuviesen que montar la de 6Seiskafes, o que a Narco se le rompiesen las ruedas de las cajas en las que  transportan el material.

  
Ambiente
 

En cuanto a la seguridad, pues bueno, ya se ha comentado que allí había mucha más gente de la que pagó la entrada. Quizá la organización pagó la novatada de no pensar en los descarados y en la jeta que le pueden echar algunos al asunto. No pienso comentar nada más porque me sale la mala leche que llevo dentro y estamos comentando una fiesta y no procede. Cada cual es muy dueño de hacer lo que le venga en gana, pero lo que no es justificable no lo es. Así que no creo que nadie deba sentirse orgulloso por haberse colado, y si fuese así yo me lo haría mirar.

Por otro lado, como uno puede ser ingenuo pero no gilipollas, el Sábado se notó que la gente que controlaba el acceso al recinto estaba mucho más atenta y se fijaba más en las pulseras. Pero bueno, ya es triste tener que andar mirando si la pulsera es de ese festival o de otro, si la llevan pegada…

En cuanto a la organización de la barra no sé si debería comentar algo porque no se ocupó de ella el festival, lo que me parece toda una lección de humildad ya que es muy difícil controlarlo todo la primera vez. En líneas generales opino que hubo muy poca gente sirviendo y que los modales de alguna señora o señorita rubia que allí servía (no olvidemos las connotaciones que implica esta palabra en cuanto a simpatía o por lo menos respeto) dejaron mucho que desear, hasta tal punto que llegó a insultar y amenazar a la gente que se impacientaba (después de esperar 15 minutos) con no servirles si seguían reclamándola cuando llegaban otros después y continuaba sin atenderles. Llegó un momento que se me pasó por la cabeza la idea de tirarle un cachi a la cara pero no me iba a rebajar al nivel que ella misma marcaba.

En resumen, una barra caótica con muy poca gente, realmente se te quitaban las ganas de ir a pedir. Si contrataron poco personal para ganar más tal vez perdieron porque la espera desesperaba.

Por otro lado, el técnico de luces parecía sacado de la Non o de la Space. Aquello fue peor que un parto para los fotógrafos, todo el rato con las luces rojas, y las blancas que además no paraban de parpadear. ¡Todavía no me explico cómo no acabamos con un ataque epiléptico!. Menos mal que el Sábado Kaótiko llevaron a su propio técnico para darnos un respiro y la cosa por un rato cambió bastante.

Así que aunque haya comentado al final aspectos más o menos negativos creo que el balance de la organización del festival fue más que sobresaliente.

  
Ambiente
 

Primera Jornada: Viernes 6 de agosto

Cayó la noche y a las 9 en punto estaban los Barricada sobre las tablas para conseguir que los oídos de todos los presentes estuviesen más avispados que nunca.

Durante la primera parte de su concierto, en la que presentaron ese genial “La tierra está sorda”, estuvieron acompañados por Iker Piedrafita a la guitarra y a los coros.

Los de navarra dieron más que un conciertazo, hicieron uno de los mejores espectáculos del Viernes y del día siguiente también por qué no decirlo. Supieron poner la música en su sitio justo, en el que se merece, y es que cuando les miraba era inevitable pensar que en cierto modo son la más pura esencia del rock, son de los pocos perfumes añejos que quedan y que no se han corrompido con el paso de los años.

Cuando les miras, mientras van comiendo a dentelladas el corazón con su poesía hecha canción, es imposible no pensar en la eterna duda de quién mueve el mundo. Barricada demostraron esa noche que son grandes, más que grandes enormes, y logran mover todo un universo a su alrededor. Tienen ese gran poder que tanto respeto da, pero ellos logran congregar a varios miles de personas sin despeinarse y sin que se les note que están sofocaos. Seguramente un poquito lo estarían pero las tablas que demuestran hace que no se les note lo más mínimo. Puede parecer absurdo hablar de buenas maneras a estas alturas de las circunstancias, pero nadie dijo que el tiempo lo mejorase todo, a veces pasa justo lo contrario.

  
Barricada
 

Durante la primera parte del concierto fueron fieles a su promesa y pudimos escuchar enterito ese “La tierra está sorda”. Comenzaron su actuación con los tres primeros temas del mismo, “Desfilan” (gran tema), “Sotanas” y “Hasta siempre, Tensi”. Luego ya el orden literal se vio roto y fueron mezclando más los temas.

Tal vez la propuesta no fuese de mucho agrado para  la gente que no había degustado mucho este disco, que sin duda alguna se debe servir frio ya que el calor igual hacía estragos en el estómago. Todo esto lo digo con la salvedad de los que no tengan sangre en las venas ni entrañas en el cuerpo porque si este disco, tan cercano a nuestra historia y tan desgarrador, no te conmueve es que eres de otro planeta o estás hecho de plástico.

Por mi parte casi sin darme cuenta lo había oído unas cuantas veces, más de las que yo pensaba, me sabía cada estrofa y cada palabra, y en directo me gustó aún más. Sin duda alguna las intenciones de acercar esta parte de la historia y de despertar las ganas por aprender y por saber quedaron más que cumplidas.

Algunos comentaban que igual había sido mejor mezclar lo nuevo con lo clásico, otros decían que si no era un disco de directo porque los temas eran muy crudos… ¡A la vejez viruelas!. Hablando mal y pronto pueden hacer lo que les salga del moño.

Barricada crearon un ambiente muy intimista, dejándonos una primera parte de hora y media en la que los sentimientos salieron a flor de piel y nos recordaron que un “22 de Mayo” a “Las siete de la tarde” llovieron “Pétalos” dentro de un “Infierno de piedra” para dar color a unas “Casas viejas” que “Matilde Landa” había construido al grito de “Llegan los cuervos”. Aquello acabó como no podía ser de otra forma con “Una lágrima en el suelo”.

Pasado este tiempo que se esfumó con la velocidad del humo de un cigarrillo la atmósfera cambió completamente para teñirse de colores más vivos con pinceladas de 26 tonalidades diferentes formadas por esos temas tan clásicos. El primero de ellos fue “Sean bienvenidos”, utilizaron la misma música en forma de intro para empezar y para dar por concluida una actuación inolvidable.

  
Barricada
 

Pero entre medias nos dejaron grandes clásicos, que ya todos conocemos y que consiguieron llenar la noche y saciar nuestras ganas de Barricada, abriendo boca con las míticas “Todos mirando”, “Contra la pared”, “Esta es un noche de rock and roll”, “Sofocao” y “Objetivo a rendir”.

Y aquello continuó volviéndose un auténtico desenfreno que consiguió acabar con la poca voz que poseen nuestras cuerdas vocales, y es que todos y cada uno de los temas que en aquel momento pudimos escuchar son ya imprescindibles en nuestras vidas, en cualquier concierto de esta banda y en la música a nivel estatal.

Hablando de cualquier otro grupo resultaría raro que 26 temas (que no son pocos precisamente) sean vitales pero cuando hablamos de Barricada la cosa cambia bastante, y no son sólo más de una veintena los indispensables sino muchos más.

Nuestra experiencia con los de Iruña acabó de una forma apoteósica a ritmo de unas melodías que ponen los pelos de punta, y es que unir como colofón final una enorme cantidad de temas tan mágicos como “No sé qué hacer contigo”, “Lentejuelas”, “Okupación”, “Animal caliente”, “En blanco y negro”, “Balas blancas”, “No hay tregua”, “Esta noche” y “En la silla eléctrica” puede llegar a marear y es demasiado para el cuerpo.

Un placer “soportar” síncopes como el que nos produjo aquella noche Barricada.

  
Barricada
 

Hay que ver cómo cambian las cosas en tan sólo una semana, y si en el Salcedorock los Segis me dejaron un sabor de boca bastante amargo, siete días después allí estaban los cuatro para volverme loca de nuevo y para dejarme alucinada como suele ser habitual siempre que les veo, regalándonos una actuación que me pareció apabullante.

Sin duda alguna dieron el 2º mejor concierto de todo el festival después del ofrecido por Barricada minutos antes, tal vez ambas bandas pusieron el listón muy alto a las demás, pero ya estaba claro que eran dos de los platos fuertes del festival, por lo menos para mi paladar, que para gustos los colores. 

Me estaba remordiendo la conciencia por haber tenido que escribir una crítica tan negativa sobre el último concierto que dieron Segismundo Toxicómano, pero es lo que yo vi en aquellos momentos, así que me alegro enormemente de que me hayan tapado la boca con una actuación sobresaliente.

Comenzaron como la anterior vez que les vimos con “Apunta”, pero con una actitud totalmente diferente, estaban más que entregados y nos hicieron disfrutar como críos. Minutos después ya nos acabaron de ganar y desterraron cualquier duda razonable a ritmo de “Gaupasa” y “Pobredumbre”. 

En esta ocasión sí que se explayaron más con su nuevo disco dejándonos media docena de canciones que fueron mezclando con clásicos entre los que no faltaron ni “Patrones”, ni ·”Homenaje al insumiso” ni tampoco la emotiva “Atraco”, aunque tengo la sensación de que “Euskadi” ya ha empezado a ceder el testigo a otros temas.

  
Segismundo Toxicómano
 

De ese “Una bala” casi al principio se pudo escuchar la genial “Frente agnóstico” a las que sucedieron un poco después las más que imprescindibles y aclamadas “Odio”, “12 años” y “Realidad”. La fiesta ya estaba más que asegurada, y como es costumbre no hubo que llegar hasta aquí para que estuviésemos pegando botes sin parar y más metidos en harina que un panadero, al primer acorde se desató la euforia de un público siempre fiel y siempre dispuesto a dejarse embaucar.

La gran sorpresa, o por lo menos para mí lo fue llegó con “Por ti”, no sé si es porque la tocan en contadas ocasiones y tal vez como se suele decir lo poco agrada, pero este tema tiene algo especial que nos hace a todos espabilar, aunque ya estábamos más que despiertos. Me parece un gran tema de ese “Escapa!” junto a “Cualkier error” o “Mi vida” que por supuesto tampoco se quedaron en el tintero.

Pero para conseguir aguantar mejor la condena de vivir en tú prisión nos calmaron bien la sed a base de “Hoy como ayer”.

Los últimos coletazos del nuevo disco los pegaron con “Guerrilla”, “Último asalto” y “Las noches siguen sabiendo a sangre”, ese gran himno que lo dice todo y que es capaz de electrizar hasta el plástico. Pero aquello todavía no acababa y quedaban “Botes de humo”, “Atraco” y “Las drogas”.

Segismundo demostró una noche más que detrás de un nombre tan feo, todo hay que decirlo, hay algo más que un grupo. Sobra decir que ellos son algo más que actitud, la aptitud les sale por todos los poros de la piel. ¡Nos vemos en la próxima!.

  
Segismundo Toxicómano
 

Exhaustos ante tanta fiesta todavía nos quedaba un tercer plato bastante fuerte. Iruña también ha parido otra gran banda, nada comparable a Barricada en cuanto a estilo se refiere, pero sí muy consolidada también. Hablamos de Koma, que no se quiso perder la ocasión de estar en este festival.

Creo que no se puede escribir nada muy novedoso sobre esta banda con Brigi a la cabeza, sin olvidarnos ni por un momento del resto del grupo, que para los despistados son Rafael Redín (bajo) Natxo Zabala (guitarra) y Juan Karlos Aizpún (batería).

Los cuatro colmaron todas nuestras expectativas como siempre suelen hacer. Y es que si me preguntan por un grupo que nunca falle sobre las tablas y que anime al público como pocos, así a bote pronto la primera respuesta que se me viene a la cabeza es Koma.

Siguen presentando, aunque esta palabra ya se queda vieja, su particular Sakeo. De éste nos ofrecieron “Jipis”, “El pato”, “El sonajero” y el tema que da título al disco.

También destilaron algunos clásicos empezando por “Tío Sam” y “El catador de vinagre”, para seguir con ese tema que nos hace descargar a todos nuestra mala leche, “Imagínatelos cagando”.

En el tintero tampoco se quedaron ni “Jack Queen Jack” ni la ya más que legendaria “Bienvenidos a degüelto”, con la que me parecen que dieron por terminada la fiesta.

El concierto para mí fue más que corto, ahora eso sí en intensidad pocos les ganan. A ver si se animan a sacar un disco pronto, que tampoco estaría de más, ¿tendremos suerte el año que viene?.

  
Koma
 

Para finalizar el viernes nos esperaban Karbon14, que en esta ocasión jugaron en casa. A pesar de ello el hecho de que tocaran a altas horas de la madrugada les hizo un flaco favor, ya que se quedaron para verles más o menos un centenar de personas.

Nosotros les recordábamos algo más cañeros y con tintes más metaleros. Esta imagen fue la que nos quedó la primera y única vez que les habíamos visto en la octava edición del  Derrame allá por el 2003.

Pudimos escuchar para nuestra sorpresa la versión de “Mrs.Robinsons” de Simos & Garfunkel y algún tema más de ese estilo.

La verdad es que la propuesta de Ivahn, Rubo y Chucky era más que atrayente, pero teniendo en cuenta que ya llevábamos despiertos muchas horas sinceramente no dábamos más de sí.

Aunque estas líneas puedan resultar un poco sosas, no quería dejar de mencionar a la banda leonesa aunque tampoco me parece lícito inventarme algo que no he visto.

Ojalá podamos verles otro día en el que nos quede más espíritu para disfrutar de ellos.

Así que con el cuerpo reventado nos fuimos a descansar que lo que se avecinaba el sábado no era moco de pavo precisamente.

Segunda Jornada: Sábado 7 de agosto

  
Kárbon 14
 
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Barricada - Segismundo Toxicómano - Koma - Karbon 14 - Ambiente
 
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