Como bien dice el dicho “A la tercera va la vencida” . ¡Y eso es lo que realmente sucedió...!
Definitivamente los australianos Airbourne pudieron satisfacer la deuda contraída con los bilbaínos, tras dos aplazamientos anteriores, una por indisposición repentina de su cantante y guitarrista Joel O'Keeffe y la otra como consecuencia de la erupción volcánica de Islandia que colapso el tráfico aéreo, impidiéndoles el desplazamiento. Menos mal que las nevadas acaecidas los días previos al concierto no fueron lo suficientemente fuertes como para imposibilitar su llegada porque sino estaríamos hablando de palabras mayores, por supuesto la paciencia tiene un límite.
No se trataba de su primera visita por Euskadi, ya habían descargado su atronadora maquinaria sonora en un par de ocasiones,encima en dos incomparables marcos,como son el Kobetasonik y Azkena Rock Festival, por lo que todo el mundo era consciente del estatus de este cuarteto australiano y totalmente sabedor que sus shows son exhibiciones de fervor destemplando y galopantes acordes, si bien no se consumó un rotundo éxito de convocatoria. En mi opinión debido a dos factores bastante influyentes, la proximidad del concierto de Motörhead (Al día siguiente) y lo desacostumbrados que estamos de que los eventos musicales se lleven a cabo entre semana. Creo que si hubiera programado en viernes o sábado, evidentemente habría sido otro cantar.
Musicalmente hablando son muchos los que estiman que esta formación se encuentra demasiado sobrevalorada, en el sentido de que no aporta nada nuevo ni relevante y que en cierto modo se están aprovechando del nombre de AC/DC o Rose Tattoo. Pero ¿Que banda en el mundo no tiene influencias de otras? Así funciona ésto, las bandas emergentes deben intentar coger el testigo de las veteranas para lograr que ese espíritu nunca muera y permanezca eterno por vida
Airbourne es un gran aspirante para mantener vivo la esencia del hard rock y metal de los ochenta, acumulan grandes cualidades como para no quedarse a medio camino, pero hemos de reconocer
que aún les queda mucho por recorrer y mejorar. Les falta romper un poco con esa predominante linealidad musical y componer una colección de canciones imperecederas, que vayan marcando el camino y recorrido que deben seguir las futuras generaciones . Sin embargo su fenomenal sapiencia musical y presencia escénica arrolladora, les convierten en unas autenticas fieras sobre un escenario, por muy que siempre sigan un mismo cliché, tocar con un volumen descomunal y actitud desenfrenada. ¡Auténticos animales del rock n´roll!.
Motociclón
Ya son muchas las veces que los vallecanos Motociclon nos han visitado, sino me equivoco cinco o más, no obstante esta era más especial en cuanto a que podían a dar a conocer su heavy-punk desaliñado a un gran número de personas. Si bien, tampoco era su mejor público pero siempre es mejor que nada. La banda lleva un año francamente redondo, incursiones en grandes festivales y la publicación de su tercer disco “Gentuza”, una colección de canciones que cumplen con cada uno de los puntos que ha de tener un buen disco de heavy rock, capaces de taladrarte la cabeza y en donde los músicos han apuntalado un alza notable en sus aspiraciones de lucha por salir del circuito underground
Ya imaginábamos que firmarían un concierto incendiario, de esos que difícilmente se olvidan, pero lo que nos pillaba por sorpresa era el hecho que les costaría dios y ayuda entrar en la buena dinámica, imprescindible para un buen entendimiento con el público.
“Poblao Cale On Fire” y “Los Listos” constituyeron el pistoletazo de salida en lo que al terreno musical se refiere, primeros indicios de querernos patearnos el culo aunque el sonido no fuera el mejor para ello.
La potencia empezaba a marcar el ritmo de la actuación, no obstante seguía faltando un cierto ritual por parte de Robertez, quien aún estaba bastante comedido en sus gestos y expresiones escénicas, aunque poco a poco va rompiendo esas cadenas y mostrado ese animal que lleva dentro, tirándose por el suelo o lanzando el pie de micro por los aires, una actitud absolutamente macarra.
El público comenzaba a despertar por momentos y es que temas como “El Pico”, “Soy Un Mutante Del Rock”, “Crapulismo” o “Guitarras del Rock” hacen justicia al buen hacer de estos músicos en directo, dosis extras de potencia, motivación e impetuosidad.
Con “Air Guitar” nos invitaron al desmadre, a agitar la cabeza como si nos brotará heavy rock por nuestras venas. Su guitarrista, Oscar, nos llevó en volandas hacia ese sublime clímax, a todas las luces mermados por su abrumador talento como instrumentista
Aunque los madrileños cuajaron una estupenda actuación, hemos de ser realistas, no fue de las mejores que les hayamos visto ejecutar, en mi entender fue bastante intermitente, faltándole una culminación más salvaje y enérgica, dada las características de esa noche, ¡Se hizo extraño no ver a Robertez volar por los aires!
Indudablemente rinden mejor en salas de menor aforo pero no cabe duda que van engrandeciendo su nombre cada vez que se suben a una tarima.
Motociclón
Solo por el mero de contemplar como se desmadran estos cuatros australianos en vivo, merecía la pena pagar los 25 euros que costaba la entrada. Airbourne son considerados como los sucesores naturales de AC/DC y la nueva esperanza australiana. No ofrecen una propuesta estrictamente novedosa, si bien su facilidad por componer riffs directos y melodías contagiosas, con cierto regusto de hard rock clásico ha obtenido una inmejorable repercusión mediática e internacional.
Su disco debut “Runnin' Wild” les corono como uno de los grupos de revelación del 2007 y a partir de ahí ha sido un sin parar de ascender. En el plano concertístico tienen la partida ganada de antemano, en parte por las inmejorables críticas que están recibiendo, por todo el mundo, aunque siempre es mejor comprobarlo de primera mano.
Las cualidades de esos jóvenes músicos son impresionantes, una ejecución perfecta, compenetración a prueba de acoples y un repertorio arrasador (mitad de “Runnin’ Wild” y “No Guts”), por lo que les resulta simple ofrecer un show excitante y entretenido, yo creo que podrían atreverse a asaltar un cuartel militar con su música, seguramente que lo lograrían.
En hora y veinte hacen gala de un derroche de energía y vitalidad sin precedentes, no dejan de hostigarnos a un frenético ritmo de Heavy´n’ Roll hasta crear la interacción perfecta con el público y posibilitar la llegada de una propicia dimensión, en donde reine un excepcional espíritu de fiesta
La verdad es que uno va con la intención de ver algo bueno y diferente y lo que se encuentra es algo realmente excelente. Además por muchas veces que ya les hayas visto, siempre vas con esa incertidumbre de que ofrecerán esa noche, gracias a ese carácter imprevisible de Joel O'Keeffe, que es una persona capaz de todo, no le importa en absoluto poner su vida en peligro, como nos dejo claro en el Azkena Rock Festival, subiéndose con su guitarra a uno de los laterales del escenario, para tocar en las alturas. Esta vez tuvo que conformarse solamente con subirse en un par de ocasiones en los hombros de su pipa y recorrer toda la sala encima de él.
Airbourne
El feeling que destila este conjunto es muy fuerte, ya desde el arranque (“Raise The Flag” y “Hellfire”) se lanzan a todo trapo a trasmitir un buen rollo, que esa diversión y salvajismo tome cauces de un verdadero festejo de rock n roll. En “Chewin The Fat” ya nos dejaron claro que iban a por todas, Joel comienza a demostrar su habilidad rompiendo latas de cervezas con su cabeza, invitándonos a unirnos a su fiesta. Un gesto que fue ovacionado por casi toda la sala mientras los fotógrafos se disponían a conseguir la foto de su vida.
Esa actitud macarra que hace gala este frontman da un poco más de brío al repertorio de sus dos buenos discos, ya que si nos es por ello, creo que el recital no sería tan explosivo y convincente, pecando de bastante latoso y monótono por la linealidad de su música, un mismo estilo, sin concesiones, a sonidos más vanguardistas.
Pudimos comprobar que la energía de la banda es inagotable y lo bestia que es Ryan O´Keefe a la batería, que el más enérgico y divertido es Joel, a pesar de llevar casi todo el peso de la banda y que David Roads juega más bien el papel de cerebro musical.
La base ritmica iba funcionando con gran solvencia, de un calibre demoledor, por lo que se ya podíamos estimar que la descarga iba por el camino del éxito absoluto y más cuando nos devastaron con sonidos más contundentes como es el caso de “Too Much, Too Young, Too Fast” o “Cheap Wine & Cheaper Women”, las cuales fueron presas de las gargantas del público. En una de ellas no falto ese brindis por parte de Joel, acompañado posteriormente de un tremendo trago a su botella de vino.
Aunque lo que mantuvo el ambiente candente eran los momentos en el que el vocalista se dispuso a llevar a cabo sus disparates más divertidos y alocados, en “Girls In Black” o la devastadora “Born To Kill” llamando a su roadie para que le llevará en hombros por toda la sala y el público rugiese ante tal osadía. Pero estas internadas se quedaron algo insignificantes con la intrepidez que se le ocurrió en uno de los temas de los bises, tras la aclamación del personal “oe, oe, oe”, en concreto en “Runnin Wild”, arriesgarse a realizar un solo de guitarra en una de las barras y una vez regresado al escenario concluirlo mediante un nueva exhibición de como abrir latas con su cabeza y una inmejorable improvisación que denotó el buen gusto de la banda, algunos de los riffs del tema mítico de Black Sabbath “Paranoid”. “Star Up For Rock 'n' Roll” fue el último galopar de la noche.
Airbourne
Al final división de opiniones pero nadie puede negar que son unos aspirantes aventajados, que siguen erre que erre con lo suyo, imantados a unas formas y una contundencia ya habitual en sus conciertos. No sorprenden pero su música seduce, escuchas el primer tema y se despierta la ilusión de vivir algo grande aunque luego te des realmente cuenta de que cada canción está cortada por el mismo patrón. Convencieron pero no triunfaron del todo, les queda mucho aún para ser grandes de verdad.
Set List
Raise the Flag
Hellfire
Chewin' the Fat
Diamond in the Rough
Blonde, bad and Beautiful
Girls in Black
Bottom of the Well
Cheap wine & cheaper Women
Born to Kill
No way but the hard Way
Too much, too young, too Fast
-----------------
Runnin' Wild
Stand up for Rock 'n' Roll