Al saber que iba a reseñar el disco de un grupo llamado Vereda lo primero que me vino a la mente fue esa gran composición de otros ya muy consagrados y que en algún momento comenta: "Y si fuera mi vida una escalera me la he pasado entera buscando el siguiente escalón". Pero que nadie se lleva a errores porque Vereda es una banda con nombre propio y entran dando la cara y no por la puerta de atrás.
 
Se nota a la legua que Vereda bebe a grandes sorbos de las influencias del rock patrio, pero eso no significa ni por asomo que sean una copia ni un plagio ni de todos ni de ninguno de ellos. Al revés continúan su aventura musical, precedida por dos maquetas, de una forma sincera, llana y honesta, luchando "Por un puñado de acordes".
 
Y éstos comienzan con un tema muy marcado por las guitarras y las baterías para continuar con otro corte también muy melódico. Suelen decir que a la tercera va la vencida y en esta ocasión en "Buscando melodía" se dejan acompañar por Álvaro, vocalista de una estupenda formación llamada Impulso, que nos dejó también muy buen sabor de boca con su disco.
 
Pero, para mí en este caso la sorpresa llega con "Nadie", uno de sus mejores temas, donde nos engañan con un principio reposado para ir poco a poco acelerando los ritmos y haciendo que las seis cuerdas echen chispas. Este guiño y juego de ritmos es lo que bajo mi punto de vista consigue diferenciar a la banda, porque si bien es verdad que en todos y cada uno de sus temas sobresalen las guitarras, aquellos en los que le dan una vuelta de tuerca a la canción jugando con los compases son los que se tornan más vistosos.
 
Personalmente las canciones pausadas no son el santo de mi devoción, pero en "Por un puñado de acordes" nadan a la perfección este tipo de composiciones con otras del estilo anteriormente comentado, y éstas son las que me hacen pensar que podemos estar ante una banda con bastante proyección. Y como una canción vale más que las mil palabras que aquí pueda escribir, sugiero encarecidamente escuchar temas como "Pago yo", "Te has cansado" (cuyo comienzo me recuerda inevitablemente a la misma forma de entrar en materia de un tema de Marea), "Domingo a domingo" y "El rincón de los sueños".
 
Y como todo lo que empieza tiene un final, la encargada de cerrar la puerta en este caso es "Nigeria" una balada estremecedora y una armoniosa composición en la que el aporte de la voz de Laura Ordoñez y el tono general de la canción consigue que se te erice la piel. Esta canción es sorprendente si contrastamos la temática general del disco con la que se trata aquí, pero como alguien dijo alguna vez la vida es como una caja de bombones.
 
Creo que Vereda es una banda que merece bastante la pena escuchar y además ahora nos lo ponen muy fácil porque acaban de poner su disco en descarga gratuita en la web.
 
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