COLABORACIONES
 Reseña
 
Luter "Como si nunca existieran fronteras en los besos"
  21/01/2013     
  Borja Triviño @borjatrivi
 
De la mano de la recientemente creada editorial Desacorde Ediciones, nos llega el nuevo libro de Eduardo García Martín, intérprete polifacético que dio sus primeros pasos en la música con Los Reconoces, y que en la actualidad preparara el tercer trabajo discográfico del proyecto que lleva su nombre, Luter.
 
Tras publicar en 2008 "Alegría, raíz y viento", esta nueva obra titulada "Como si nunca existieran fronteras en los besos", se convierte en el segundo libro de poesía de este músico y escritor madrileño. Artista que también ha realizado sus pinitos en el mundo de la fotografía, de hecho se puede disfrutar de algunas de sus instantáneas durante la lectura del nuevo ejemplar.
 
La obra, que cuenta con un prologo de Kutxi Romero, se compone de una selección de poemas del autor comprendida entre los años 2007 y 2011. Tras el citado prologo, en el que el líder de Marea elogia al bueno de Luter, llega el turno de la poesía. Una poesía de lectura sencilla, emotiva y sentida, en la que el autor nos traslada a diferentes emplazamientos, nos relata historias del día a día, describe a las gentes que pueblan las calles, se refiere a situaciones cotidianas y habla de amor, muerte y preocupaciones.
 
El libro se distribuye en tres partes bien diferenciadas: "Huiremos siempre hacia donde no nos llamen", en la que el rockero relata las historias vividas en algunos de sus viajes, "El hombre se lo ha ido comiendo todo", en esta segunda parte habla de las personas, su virtudes y defectos, y por último, "La vida es un juego sin pelota", donde nos encontramos con los versos más nostálgicos y personales de Luter.
 
Para que os hagáis una idea de lo que podéis encontrar en el interior de este "Como si nunca existieran fronteras en los besos", os muestro un par de poemas:
 
LACOMA
 
Lacoma huele a patatas fritas con huevos los domingos.
A cocido y suavizante los días de diario.
Cuando hay sol se acodan los borrachos en las ventanas
de las tabernas.
Cuando hay luna,
Algún coche pasa a 120km/h con varios individuos en su
interior gritando.
 
UN TONTO, DOS TONTOS, TRES TONTOS
 
Era un tonto.
Con gafas de tonto.
Con cara de tonto.
Que quería reinar.
Pero había más tontos.
Que seguían al tonto.
Sin ninguna voluntad.
Entonces el tonto.
Que sabía que era tonto.
Quiso remediar su fealdad.
Y ocurrió que aquellos tontos.
Que escuchaban al tonto.
Se quedaron solos,
sin su oportunidad.
Mientras el tonto reía
De haberse creído alguien especial.

 
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