Nuevo trabajo de los madrileños Asfaltika "Rompiendo el Silencio", que ha fortalecido a la banda tras sufrir varios cambios internos, en una lucha incansable de Javier Canseco, uno de los miembros fundadores que sigue reflotando y reviviendo al grupo de forma magistral.
Trabajo de trece canciones que sigue avanzando hacia un nuevo sonido de ópera rock, defendido con mimo y con la mirada puesta en traspasar fronteras internacionales, como bien hacen nuestros amigos de DarkMoor
Producido por Pepe Herrero de Stravaganzza, que ha puesto su granito de arena para reforzar ese amalgama de sonidos de Asfaltika, que va desde el rock sinfónico, pasando por el power metal para terminar con el rock progresivo, un logro y superación que deja muy atrás a su anterior trabajo "Mundo de Cristal".
Pistoletazo de salida, que tras su intro, "Desolación 3.0" a modo de carcajadas de varios personajes con un preludio instrumental de ambiente operista, nos lleva a un tono festivo medieval con "El Día Después", reflexión causal que si la revolución lleva a la libertad cargando muertes a sus espaldas. Un trabajo que nos hace reflexionar sobre los malos tragos que produce la soledad, la venganza, el poder, la vida, la revolución, todo sumergido en un sólo concepto, batalla y destrucción.
"Rompiendo el Silencio" nos descubre a una banda de tonos melódicos capaces de transportarnos con estribillos reflexivos con partes instrumentales de calado progresivo, un paso en el que se desenvuelven sin problemas donde van recobrando los trabajos con letras participativas.
"Amanecer" tiene tramos rápidos de power metal, "Alzar el Vuelo" cuenta con la gran colaboración de Tete Novoa, que refuerza los tonos melódicos que nos hacen llegar a "Luchar y Poder", donde vemos el granito de arena de Gema Vau, que deja su toque personal con esos registros increíbles que tiene, una voz capaz de conquistar a cualquiera.
Al final ha quedado un disco personal lleno de buenos pasajes de guitarra como podéis ver en "Ven hacia mí", o fuertes refuerzos vocales que bien nos dejan en "Cruel Verdad" u "Oscuridad", con esa mirada profunda y melancólica, esta última resalta por el aporte del teclado, que según se acerca el final tiene más peso. Y para terminar "Ahora toca regresar", uno de esos himnos peculiares que pueden ponerte los pelos como escarpias.
La intensidad se junta con la emoción, dejándonos uno de los mejores trabajos que nos hemos encontrado en el 2.014.