El rescate de los ochenta que ha traído consigo los últimos años parece que se está extendiendo por todos los ámbitos musicales. Algo que el submundo del thrash metal no iba a ser una excepción. Una nueva ola de bandas al más puro estilo, abanderada en nuestro país por los manchegos Angelus Apatrida, con la misma mala leche de antaño, riffs rompe cuellos y un doble pedal a un ritmo infernal, un sonido increíblemente preciso, de crudeza minimista y extensión apabullante. Un soplo de aire fresco a un género para muchos estancado. Es obvio que de tantas semillas acaba naciendo siempre una planta distinta pero con el sello inconfundible de la especie. Los catalanes Nuckin` Futs, pese a dejar al descubierto, sin ningún tipo de reparo, cuales son sus claras influencias Exodus, Overkill, Anthrax, se relevan en su primer trabajo de larga duración "Slavery" con notable distinción a cargo de una mentalidad abierta al desafío. Un gusto sustentado por el modernismo musical y progresismo musical para nuestra era, aunando raíces thrash-speedicas ochenteras con otros elementos inusuales, contrapuntos rítmicos melódicos para lograr una perspectiva vanguardista.
 
El disco suena de cojones, unas fieras salvajes dando rienda suelta a todas sus pasiones, sabiendo acrecentar en todo momento la sensación de que cada una de las canciones es un puñetazo de autoridad a la yugular, pero todos sabemos que no sólo se trata de una producción perfecta o de tener más mala hostia que nadie. Lo importante son buenas ideas aplicadas a unas composiciones que puedan sobresalir en una escena con competencia muy dura, y creo sinceramente que en eso Nuckin` Futs van bien encaminados. Pepinazos como "Massive Life Effect" haciendo explosionar las guitarras y las voces en nuestra cara con crudeza, "Slavery" y "Join The Butcher" pasando de guitarras cortantes a riffs más rasgados con gran facilidad, subiendo enteros en estructuras fruto al descaro de hacer lo que les sale de la entrepierna en "Warborn Child" o "Limbo", en ésta última contando con la colaboración de Juli Bazooka (Crisix) a las voces, evidencian todo el potencial de una banda que aspira a grandes cosas.

El nervio y la caña siguen presentes en "Delirium Tremens" o "Black To The Grave", marcando con más fuerza su sello personal, reminiscencias mucho más clásicas que consiguen manufacturar un sonido aplastante que no da lugar a especulaciones. Impacto total el que consiguen en nuestros oídos. Ya no hace falta que busquéis emociones fuertes fuera de nuestras fronteras. ¡Para correrse de gusto!
 
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