Casi a punto de comer las uvas de fin de año me llegó este primer disco de Los Perdedores, banda formada en Los Corrales de Buelna allá por el 2011 e integrada por los hermanos Nacho, guitarra y voz y Kini, batería aquí y guitarra y voz en Karonte, además de Germán como bajista.
Musicalmente la banda se centra en los sonidos de los 70, con momentos que suenan a blues, otros que pueden recordar a Ramones o Motörhead y en otros a figuras del verdadero Hard Rock de los 70.
El disco has sido grabado durante el pasado 2016 en los K-215 de su localidad natal, y ha sido editado por su propio sello Deep Sheep Productions. Entre ellos 3 se han repartido todo el trabajo, siendo Germán el encargado de las fotos, Kini se encargó del diseño gráfico y de la maquetación y Nacho de las composiciones.
El resultado nada más abrir el disco es un trabajo artístico sencillo pero efectivo, ya que la portada es de las que se te queda y con el símbolo de Los Perdedores presidiendo. Lo que es el disco en sí, es un puñetazo en la cara desde que pinchas la primera de las 10 canciones de este gran trabajo, en el que la única pega (o no) es que se hace muy corto, ya que no llega a la media hora de duración.
El disco lo abre "Todo el día", una canción que entra como un tiro, con un sonido muy potente, unos coros muy logrados y una guitarra que te taladra la cabeza.
Tras este inicio potente, nos llega la breve y rápida "Nada que hacer", para pasar a "Detrás de ti" donde nos encontramos con una potente sección rítmica y "Semáforo", que, como el resto de las letras, nos habla de situaciones cotidianas de gente a las que no les sonríe la suerte.
Sin perder la intensidad del disco, nos encontramos con "La losa" donde la canción va ganando en intensidad en una canción que habla sobre la traición, a la que sigue "Demonio", en la que nos encontramos un vacilón blues muy bien ejecutado y es que estos chicos se atreven con todo.
Volvemos a la caña con la rockera "Fuera de aquí", donde encaran del tema de las envidias y sus acciones, para seguir el disco con una de mis preferidas, "Una me dijo", en donde abordan ese inevitable momento en que la persona que te hace caso no es la que te gusta y la que a ti te gusta no te hace ni caso: muy guapa la canción y con un estribillo muy pegadizo.
Como buenos perdedores "Mirando al cielo" abordan la pérdida de un ser querido y el inevitable recuerdo hacia dicha persona, para acabar el disco con "El afilador (Radio edit)", otra canción muy rockera y muy vacilona.
En definitiva, me ha encantado el disco debut de esta gente, a los que vi en directo hace un año sin haber escuchado nada de ellos, pero que ya con este disco estoy deseando volver a ver en directo.
Gran trabajo que nos lleva al rock de los 70, con temáticas que abordan cuestiones de la vida diaria, pero sin derrotismo y que te enganchan y te hacen volver a poner el disco.
08/03/2017 
Txutxy Cano 
