En esta época de tanta información, a veces demasiada, muchos grupos quedan sepultados por las noticias de las bandas por todos conocidas, lo que hace que la gente esté esperando el último disco del grupo famoso en cuestión, mientras se pierde muchos grupos locales o cercanos de igual o superior calidad.
A la gente de Zente no la conocía nada más que de ver su logotipo en carteles y poco más, pero en una de esas conversaciones de facebook y charlando con Peri, bajista de los burgaleses Frio, me contó que tocaba en dicha banda y así fue como los descubrí de verdad.
Este cuarteto burgalés se formó hace 24 años, casi nada, y desde entonces siguen en ella los fundadores Manolo a la voz y a la guitarra (de aquellos BO2 que aparecieron en el aquel mítico disco compartido llamado Descarga Norte) y Kelly a la batería, que provenían de los Red Storm, a los que se han ido uniendo primero, en 2003, el mencionado Peri, que también está en Frio y, en el 2013, Javi a la guitarra, procedente de los Súper 46.
Hasta el momento, la banda ha editado 5 discos, como nos indica su último disco, todos ellos autoproducidos y editados por su propio sello Grande Nauer, aunque este "V" ha sido editado por Rock CD Records.
El disco, primero que la banda edita con 2 guitarras, ha sido grabado, arreglado, mezclado y masterizado en Burgos por Rodrigo Vázquez, que, además coprodujo el disco junto a la banda, e incluso incorporó partes de teclados donde las canciones lo requerían.
La metálica portada ha sido llevada a cabo por el propio Javier Rojo, guitarrista de la banda, muy al estilo de las clásicas portadas de los 80, y las fotografías, que aparecen debajo del CD, han sido realizadas por el propio Javier Rojo y Ramón Casado.
Y entrando ya en harina, la primera de las 11 canciones que conforman este disco es "Velocidad", que, como su nombre indica, arranca con el ruido de un motor, hasta llevarnos a un tema muy guitarrero, en la onda del Hard Rock más clásico, siendo un tema que cuenta con un estribillo bastante pegadizo y que se te grabará enseguida, contando, además, con un gran solo de guitarra hacia la mitad del tema.
¿A quién no le ha pasado alguna vez que sales por salir y te lías hasta altas horas de la noche? Pues de algo así habla "Barra libre", un tema que cuenta con unos buenos teclados, con los que comienza la canción, hasta desembocar en una de esas piezas que podríamos cantar en cualquier fiesta o concierto, ya que es un himno a la diversión, con un buen trabajo de todos los músicos, que brillan en toda la canción, dotándolo de muchos matices.
Y ya que estamos de fiesta, nunca es bueno estar solo y "Mal remedio" habla precisamente de eso, de que a veces es peor el remedio que la enfermedad, siendo un tema muy rockero y que nos lleva por un estribillo muy coreable, con unas guitarras que tienen mucho protagonismo y donde dejan evidenciar algunas de sus influencias, para hacerte mover la cabeza sin parar.
Seguimos avanzando por una de las piezas que más me ha gustado del disco, "Todo se perdió", y que habla sobre lo contradictorio que somos en nuestros comportamientos y que siempre hay que pelear por lo que buscamos, siendo una pieza que te engancha desde el principio, ecordándote de manera inevitable a las canciones de los 80 y eso es mucho decir; las guitarras suenan aquí algo más afiladas, con un gran trabajo en la parte vocal y muchos contrastes, que la hacen una pieza que resonará en tu cabeza.
No hay un disco de Hard Rock que se precie sin una buen medio tiempo o balada y en este caso los chicos de Zente nos dejan "Ya no estoy allí", que empieza de manera lenta, apareciendo alguna guitarra acústica, mientras Manolo susurra las primeras estrofas, hasta llegar a un estribillo que va cogiendo fuerza y dejando un bello tema, que podría estar perfectamente en cualquier recopilatorio de baladas, que tanto se estilaban década atrás. Sensacionales las guitarras en la mitad del tema, dando a la canción la fuerza necesaria.
Ese rock positivo y festivo que nos propone la banda se hace más presente en "Pierna creciente, falda menguante", un tema muy rockero y con un estribillo muy pegadizo y vacilón, en el que no descuidan esas guitarras, que tanto destacan durante todo el álbum, siendo un tema más ligero y que fácilmente podría llegar a un público más amplio.
El lento comienzo de "Si digo no" nos despista, ya que podemos creer que estamos ante un tema lento, pero unas guitarras cañeras nos devuelven a la realidad, con un temazo con todas las letras de esos que te harán tarearlo a la segunda escucha, combinando perfectamente contundencia con accesibilidad, y que cuando parece estar acabando, nos regala otro gran solo de guitarra. Muy brillante tema.
Vamos avanzando en el disco con "Las noches susurran tu nombre", un tema que comienza con unas guitarras muy crudas, para llevarnos por un ritmo muy repetitivo, hasta llegar a uno de los estribillos más trabajados del disco y donde la voz de Manolo brilla más, perfectamente arropado por unos coros muy necesarios, en un tema que gana enteros a medida que les vas escuchando y apreciando el trabajo que tiene.
Muy festivo es el comienzo de "Dulce enfermedad", con talk box incluido, siendo un tema que dedican a esta música que tanto nos llena y es que hay enfermedades de las que no nos queremos curar, siendo una pieza muy pegadiza y en la que hacen referencias a algunos de los temas míticos del rock. En directo tiene que ser una autentica fiesta.
Y la última canción propiamente del disco es "Una sola voz", comienza con una omnipresente guitarra, acompañado por una sección rítmica, que aquí está más presentes que nunca, en un tema que es también muy coreable, siendo una pieza que te engancha y que te hará mover la cabeza mientras no paras de cantarla y que termina de manera brillante a capela.
Para acabar definitivamente el disco, tenemos la versión orquestal del "Todo se perdió", que aquí aparece como tema extra, dándole una nueva cara sobre todo a ese comienzo más épico gracias a los teclados de Rodrigo Vázquez que aquí se luce durante todo el tema, dándolo un perspectiva más como amplia, que encaja en el contexto de la banda y que pone punto y final a este disco.
Y así llegamos al punto final de este disco de los burgaleses Zente, que me ha gustado mucho, sobre todo a medida que le he ido escuchando, con canciones que te van enganchando poco a poco y con un gran trabajo de todos los músicos, especialmente de un Javier que parece tener un papel muy importante en la actual formación de la banda.
Si os gusta el Hard Rock que triunfó en décadas pasadas, pero sin sonar arcaico y con unas pinceladas del Heavy más melódico, este disco debe estar en vuestras estanterías, ya que tiene muchas canciones brillantes y destila buen rollo por todos los lados.
11/04/2018 
Txutxy Cano 
