Tras visitar en plena gira de promoción de su nuevo disco las poblaciones de Murcia, Granada, Sevilla o Burgos entre otras, la banda catalana aterrizó la semana pasada en tierras vascas para realizar una exitosa e intensa presentación de Xapomelön en Vitoria y Bilbao. El pasado viernes 15 de abril, el día en el que el nuevo álbum de La Pegatina cumplía un mes en el mercado, el septeto de Montcada i Reixac (Barcelona) se dejó ver en la Sala Jimmy Jazz vitoriana, que se presentó con unas 3/4 partes de aforo. Uno a uno, fueron saliendo a escena los siete miembros de este grupo de pachanga, rumba y mestizaje, que cuenta con tres discos de estudio y que gracias a la difusión gratuita de su música mediante internet, ha logrado romper muchas fronteras a nivel de distribución y girar por buena parte de Europa. De hecho, tras haber triunfado recientemente en Holanda y Bélgica, preparan una serie de conciertos por Latinoamérica. Antes, continuarán con su gira y ofrecerán su directo en Villarrobledo (Viña Rock), Manresa, Madrid, Zaragoza e incluso Italia, Francia o Liechtenstein. La Pegatina se hizo esperar, apareció sobre las tablas cuando pasaban escasos minutos de las diez de la noche, con algo de retraso y ante la expectación de sus seguidores. A la entrada de los músicos al escenario le acompañó una lluvia de confeti y serpentina, y un Buenas noches Gasteiz, ¿Hay rumberos o no hay rumberos? por parte de Rubén, el líder y fundador de esta banda que incita al baile. El respetable entusiasmado, expectante y entregado les ovacionó y aplaudió acaloradamente. |
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Rubén Sierra (voz y guitarra), Adrià Salas (voz y guitarra), Ovidi Díaz (percusión), Ferran Ibáñez (bajo), Axel Magnani (trompeta), Romain Renard (acordeón) y Sergi López (batería), fueron desgranando su animoso directo al entusiasta público gasteiztarra. Fueron alrededor de cuarenta y cinco los temas interpretados de manera impetuosa, entre canción y canción no hubo apenas pausas, pero si mucho salto, baile y diversión, tanto por parte de los músicos como de sus seguidores. Presentaron una gran cantidad de cortes de “Xapomelön”, su nuevo disco, así como de sus anteriores trabajos “Via mandarina” y “Al carrer!”. El nuevo álbum de La Pegatina, es un trabajo más personal, formado por veintiún pistas de gran variedad estilística, que fueron compuestos durante su anterior gira. La gran variedad de estilos que se da, es gracias a la incorporación de la batería, ausente en los primeros discos. En Xapomelön las rancheras, la música disco y la cumbia se han sumado al ska, reggae o rumba de anteriores obras. No faltaron en su extenso repertorio éxitos del grupo como “Sueños de sirena”, “Mandarinas y pomelos”, “Alosque”, “Tomasín” o “Lerei”. Con ellos, el público disfrutó del calor de la fusión y de las letras con irónico humor. A sus temas ya clásicos se unieron “Muérdeme”, “El cáliz de fuego”, “Sólo por una vez”, “Chocholoco” y “Jai eta dantza”; tema en euskera que ya fue presentado en su anterior visita a la capital alavesa. Los catalanes mezclan la voluntad con la fiesta y los juegos de palabras con la creatividad verbal. Fusionan en sus temas seis idiomas; galego, euskera, catalán, castellano, inglés y francés, estas dos últimas lenguas están presentes en las animadas “Foxy & Billy” y “La voisine”. |
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Para continuar con las presentaciones optaron por “Lacón con grelos” y “Ajo y agua”, excelentemente acogidas por los asistentes que demostraron haber realizado muchas escuchas al nuevo LP. No faltó el típico popurrí de canciones populares como “Sarandonga”, “Chihuahua” y “La bilirrubina”, con las que creció tanto la animación en la sala que los músicos optaron por despréndese de sus camisetas. Ante el éxtasis generalizado Rubén se atrevió con un Crowd Surfing que le transportó durante varios segundos por la sala. Tras desaparecer del escenario para los consabidos bises, el grupo no tardó en regresar debido a las súplicas colectivas. Tras varias nuevas interpretaciones se acercaba el remate. El tema elegido para poner punto y final al show fue “Maricarmen”, canción del grupo sevillano Los Canijos sin fronteras. Durante la misma, el público vibró, botó y agotó sus ultimas energías, la banda quiso poner la guinda a una atractiva actuación y al compás de la batucada descendieron del escenario para hermanarse con sus aficionados y realizar los últimos bailoteos. La capital vasca vibró al ritmo de una de las bandas revelación. La Pegatina gustó y sus componentes se mostraron cercanos, divertidos, naturales y agradecidos. Solo falta añadir, que tras la velada pudimos ver a Rubén en el puesto de merchandaising vendiendo camisetas, discos y otros artículos de la banda, un punto siempre positivo para favorecer el trato entre los seguidores y el grupo, hecho que los catalanes cuidaron durante toda la noche. |
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