Si alguna vez habéis buscado entre las flores y lo que hallasteis  eran cucarachas, pulgones, algún gusano y restos de hojas muertas lo siento por vosotros. En Córdoba, lugar donde la magia se deja ver en lo cotidiano y hace extraordinario lo mundano, si buscas entre las flores en Mayo encuentras música. Música para las penas, ritmos para los sueños, acordes que abren lugares en la imaginación o sólo sonidos en los que dejarse llevar como una barca en una suave deriva una vez o en mil rápidos un segundo después. Eso es cosa de cada uno. La ciudad de las tres culturas se vive de mil maneras y en  ese intervalo entre Abril y Junio cada día la ciudad rejuvenece las arrugas de sus piedras y se concatenan los acontecimientos.

Entre todo ello a mediados de mes este festival nos regaló una noche eléctrica y llena de sensaciones en El Alcázar de los Reyes Cristianos, que no se yo qué pensarían si levantaran la cabeza y vieran en sus jardines, bellísimo marco por otro lado, a una multitud de plebeyos coreando música popular. 

La cuestión es que a eso de las diez estaban dispuestos Lapido, Sexy Sadie y Fuel Fandango. Antes de nada quiero agradecer a la organización, personificada en Juandi Vázquez,  las facilidades que puso a nuestra disposición, al igual que la elección de los grupos. Como decía a eso de las diez y como si el mundo estuviera al revés, mientras pedíamos una primera cerveza el camarero nos advertía que el poeta eléctrico estaba tomando posiciones en el escenario, extrañados pues pensábamos que sería el postre de la noche nos acercamos al querer. 

Había ganas de oír los nuevos temas de José Ignacio en directo y apenas sin tiempo para encontrar nuestro lugar disparó a discreción con Escrito en la Ley,  tema elegido para romper el hielo. La gente se entrega desde el primer acorde. Pero entiéndanme si digo que Lapido es un intérprete bastante hierático en el escenario, donde lo que tiene que decir lo dice cantando y no hablando. Sus seguidores, entre los que me incluyo, tenemos una edad donde la entrega se hace más de garganta y guitarra ficticia que con  saltos y brincos descontrolados. Aferrado al guión que le dicta su personalidad y al ir y venir del diapasón de sus palabras, en algo más de una hora y media disfrutamos de una colección de temas cuidadosamente escogidos y ampliamente acertados donde brillaron canciones como Me Voy, Luz de Ciudades en Llamas,  Algo Falla, Antes de Morir de Pena o Sueños que Dejamos Ir,  con ellas completó lo que después sabríamos que era un tercio del espectáculo.

El mundo de Lapido se despliega a lomos de esas seis cuerdas electrificando el aire y poniendo en sintonía vibratoria hasta la última célula que nos hace personas. Si rascas detrás de la  irreal cortina de humo  que es la primera apariencia de sus letras,  tras ese aparente  absurdo vive y lo llena todo una lucidez que huye de lo banal. Haciendo de él casi un visionario o por lo menos una persona con una sensibilidad especial de la que no alardea y de la que muchos envidian en forma de admiración. En el repaso a todos sus discos, de su carrera post 091 sonaron también El Dios de la Luz Eléctrica, Vuelta a Empezar, Lo Creas o No, En el Ángulo Muerto o Más Difícil Todavía. Todas con la misma intensidad y ese aire de tradición sureña norteamericana que tan bien interpreta, haciéndola suya.

En total veintiuna canciones sin piedad contra el aburrimiento entre las cuales rescató de los cero La Canción del Espantapájaros y Zapatos de Piel de Caimán. Las dos tan atemporales como actuales. Y un apoteósico totalmente remozado para el directo Espejismo Nº 8, con el que acabó, para deleite de una buena parte de los allí congregados. Y yo solo puedo decir ¡Gracias Maestro!

SET LIST DE LAPIDO

- Escrito en la ley
- Me voy
- Luz de ciudades en llamas
- Algo falla
- El más allá
- Antes de morir de pena
- Sueños que dejamos ir
- En medio de ningún lado
- El dios de la luz eléctrica
- Sigo esperando
- Olvidé decirte que te quiero
- La canción del espantapájaros
- Vuelta a empezar
- Lo creas o no
- En el ángulo muerto
- La antesala del dolor
- Más difícil todavía
- Zapatos de piel de caimán

- Cuando el ángel decida volver-   
- La hora de los lamentos
- Espejismo nº8

Después ocuparon las tablas Sexy Sadie. Si dijera que conocía de los mallorquines algo más que su nombre os estaría engañando. La música indi y aún más en inglés, idioma en el que con nuestro seseo cordobés no podemos aspirar más  que a un tarareo ininteligible, no es santo de mi devoción. No voy a discutir su buen hacer porque eso se podía ver en las caras de sus seguidores que nada más acabar Lapido se agarraron a las vallas, como un pulpo a una roca. Empezaron tocando Always Drunks, para seguir con You Know That`s the Away, Nonsense, I Do entre otras.

Creo que dieron un buen concierto, como digo por las caras de sus seguidores. Para mí, con todos los respetos para los que se suben a un escenario, todas las canciones eran como los gatos en la noche. Me gustó, justo es decirlo, por ser la única canción que conocía American Girl de Mister Tom Petty, ahí sí les alabo el gusto. Aunque a mí no me transmitan demasiado, creo que es interesante traer grupos diversos, con estilos diferentes ya que de otra forma sería más complicado ir a verlos expresamente, al menos en mi caso. Decir que estuvieron más de hora y media, donde tocaron 23 canciones acabando con un bis de cuatro temas que fueron Questions, Satellites,  No Way Out y Brand New World.

SET LIST SEXY SADIE

- Always Drunk
- You know that's the way I Like it
- Nonsense
- Take From Me
- Stay Behind Me
- I Do
- Someone Like You
- Scratch In My Skin
- Charlie Jones
- Mr Nobody
- No One's Better
- No Matter How, I Feel So Fine
- I Won't Hurt You
- American Girl (Tom Petty cover)
- Turn Me On
- Second to Last
- My Bike

- Questions
- Satellites
- No way Out
- Brand New World

Y ya para acabar la noche el escenario se llenó de flores. Fuel Fandango, casi como un homenaje al nombre del festival, sembraron de rosas coloradas instrumentos, micrófonos y todo aquello donde pueda asirse una rosa roja. Si de Sexy Sadie solo conocía el nombre, del trío vocalizado por Nita he de reconocer  mi ignorancia sobre su existencia.

El impacto visual es innegable, entre los focos de colores aparece la cantante ocultando el rostro tras un abanico. Resulta inconfundible la mezcla que se denota ya en su vestuario. El pelo negro recogido al estilo asiático al igual que el vaporoso vestido azul nos trasladan ese halo oriental que remata andaluzamente con una rosa roja a modo de peineta. Sin duda sus señas de identidad son la amalgama de sonidos. Rock, funk, electrónica, pinceladas de flamenco en una fusión caliente con una batería que parecía una batucada ella sola.  Por momentos esa potente base rítmica absorbía por completo a la guitarra y a los samples. Cuestiones del directo supongo, o de las horas a las que empezaron. Ya se sabe, técnico de sonido aburrido,  técnico que liga con la cerveza. 

Para hacernos una idea, porque describirlos sería cosa de eruditos musicales o frikis de prolífico verbo. Puedo decir que Nita posee una voz potentísima de una belleza que modula con total solvencia. Alterna   inglés y castellano con una naturalidad que descoloca al más pintado.  Sería injusto negar la carga sexual que exhibe, mostrándose exótica y sabedora de ser el centro de todas las miradas, al menos de las masculinas. Por lo demás, las mezclas musicales son como el gazpacho se le puede echar de todo, de eso sabemos por aquí, el resultado dependerá del paladar de cada uno.

Entre otras composiciones sonaron: Something, Driving Fast, Best Friend, Brazil, No Sense, Dirty Money, Shiny Soul o I Say No, todas ellas con un mismo denominador común, el mestizaje sonoro.

Para mi gusto estas efervescencias musicales, que rozan si no sobrepasan el experimento, están bien como chupito de prueba en el laboratorio, pero en grandes tragos me producen algún que otro vapor estomacal. Si pasan por vuestra ciudad acercaos, que aquella noche que nació nublada se abrió con ellos y hasta se asomó la luna, tal vez atraída por la curiosidad. Seguro que a más de uno les gusta y el que avisa no es traidor. Avisados quedáis. Por cierto, el disco de Fuel Fandango, del mismo nombre, no es complicado de encontrar.

Salud y hasta la próxima ocasión, en la que esperemos que del concierto a la crónica no pasen más de dos semanas,  como esta vez. Quiera también  el cielo o los elementos que, en Cañete de las Torres, nuestro pueblo, la lluvia no lo inunde todo en una hora, que tantas familias pierdan lo poco que poseían y ninguna lluvia jamás caiga para llevarse una vida. Desde aquí como cañeteros continuamos trabajando para dejar nuestro pueblo como estaba antes de la lluvia.