El pasado sábado 17 de septiembre, In Flames, una de las bandas de metal más potentes de Europa, regresaba a tierras vizcaínas para actuar en la Rock Star de Barakaldo donde ya lo había hecho un par de años antes. Además, en esta ocasión el quinteto sueco iba ser teloneado por Noctiferia, una banda de metal formada en la ciudad eslovena de Ljubljana que lleva en activo 15 años. El concierto programado a las siete de la tarde estaba apunto de empezar.
Minutos antes de la apertura de puertas una extensa cola se concentraba en el exterior de la sala. Cuando el reloj marcó la hora y las puertas se abrieron, las personas, unas más impacientes que otras, entraron en la sala ansiosos de pasar una noche de sábado que nunca iban a olvidar. Otras, sin embargo optaron por tomar algún refrigerio fuera del recinto antes de que iniciase la fiesta. Una hora y media después todo estaba listo para comenzar una noche en la que la Rock Star de Barakaldo se iba a abarrotar.
Eran las 20:30 horas cuando Noctiferia irrumpió en el escenario con “Terror”. El quinteto que lidera Gianni Poposki lo dio todo desde los primeros acordes de este tema para intentar meter de lleno a los asistentes en la actuación, que tuvo cuarenta y cinco minutos de duración. Le siguió “Slavedriver” uno de los temas que bajo mi punto de vista destacaron en su concierto y que seguramente si se hubiese interpretado al final del repertorio hubiese tenido un mayor tirón. Todavía con el público frío tocaron “Deluders and Followers” y “So Devoid”. Fue con “Evil Vs Evil” cuando el público reaccionó y proporcionó una pequeña ovación al final de la canción. Imagen que se repitió cuando le sucedió “Demoncracy”.
Llegaba la mitad del repertorio y mientras terminaban de entrar las últimas personas en la sala, un pequeño grupo que estaba en primera fila, empezó a poguear con “Monarch”. Fue a partir de ese momento cuando noté que el quinteto se llenó de energía, y que ésta aumentó cuando el vocalista se puso a una segunda batería en “Catharsis”, puesto que también ocupó después en “Samsara”. Terminados estos dos grandes temas, que sorprendieron a más de uno, llegó el final de su actuación con “Holymen”.
Noctiferia
Entre concierto y concierto, hubo una pausa de media hora para cambiar los equipos, momento que la gente aprovechó para tomarse un descanso, ya fuera “echándose un cigarro” en el descansillo, acercándose a la barra a por algo que humedeciese las gargantas o para ir al baño. A las 21:45 llegó el gran momento, la expectación estaba latente y sobre el escenario salió In Flames. Se presentaron con “Sounds Of A Playground Fading”, el primer tema del mismo nombre que su nuevo trabajo, el público contestó su entrada con una gran ovación. Mientras la sala daba botes y aparecían los primeros cuernos en el aire siguieron con "Deliver Us" y "All For Me", para seguir el mismo orden que en su último disco. Resaltar que el escenario gozaba de un sorprendente juego de luces además de dos telones con iluminación que estaban colocados en ambos lados de la banda durante las primeras canciones de la hora y media de su actuación.
Entre canción y canción, Anders Fridén, vocalista de la banda, sin rastas y con gorra, se dirigía al público para mostrar su gratitud y alentar el ánimo de la sala, cosa que no costó mucho porque con “Trigger” parecía que saltaba incluso el suelo. Se palpaba que la gente estaba dispuesta a vivir el momento, a dejar que el death metal melódico del quinteto sueco penetrara cada poro de su piel. Igual sucedió con “Alias”, y “Colony”.
Fue con “Swim” uno de los momentos más emotivos de la noche, ya que se lo dedicaron a una de las bandas a las que más ha marcado esta formación, hablo de “Rise To Fall”. La presencia de alguno de los miembros del grupo entre los asistentes se hizo notar ya que además de lanzar al escenario una camiseta de este grupo bilbaíno, en algunos momentos desde abajo se coreó hasta su nombre.
In Flames
El concierto siguió en marcha con “The Hive” y “The Quiet Place”, dos de los temas que caracterizo como cumbre de la noche. La temperatura aumentaba, el sonido fluía entre los continuos botes y las barras seguían vendiendo algo que humedeciera las secas bocas. El concierto continuó con “Where the Dead Ships Dwell”, “Fear Is The Weakness”, temas que también gozaron de gran acogida popular. Después “Come Clarity” e “Insipid 2000”. Acto seguido llegó uno de sus temas estrella “Only For The Weak”, fue en este instante cuando Fridén invitó a una chica a que subiera al escenario para que grabase al público como lo vivía desde abajo y le sugirió que posteriormente lo subiera a Youtube, vídeo que a día de hoy ya podemos disfrutar en la red.
Los de Gotemburgo no decepcionaban, el ambiente no podía ser mejor e incluso supieron pulir los pequeños problemas de sonido ya que en algunos momentos al final de la sala no se podía apreciar bien la voz del cantante. Pero la fiesta continuaba y todavía quedaba un gran final. Siguió “Delight and Angers” y uno de sus viejos temas: “Cloud Connected”.
El único incidente de la noche tuvo lugar con “The Mirror´s Truth", tras el que pudimos escuchar al cantante de In Flames echarle a alguien una bronca desde el escenario. Poco después supimos gracias a algunos testimonios de gente que estaba en la zona del percance que el enfado iba dirigido a “un miembro de seguridad” ya que supuestamente “al intentar acercarse una persona al foso que precede al escenario, éste le arrojó hacia el público de malas maneras pudiéndole ocasionar alguna lesión física”.
Después de este percance, Fridén dio las gracias al público por asistir a su concierto, e In Flames finalizó con “Take This Life”. Eran las 23:15 y la sala echaba el cierre. Sorprendió el hecho de que no hubiese ni bises ni ningún tipo de contenido extra a pesar de que la gente pidiera una canción más. A la salida algunos de los asistentes se abrían paso con alguna prenda de vestir de esta gran formación sueca.
In Flames ofreció un gran concierto y dejó con gran sabor de boca a sus fieles seguidores. Seguro que esta banda sueca que goza de 4 premios Grammis (equivalente sueco de los premios estadounidenses Grammy) y más de 2,5 millones de discos vendidos por todo el mundo sigue cosechando éxitos allá por donde se mueva.