Sin planearlo y casi sin pensarlo es como suelen salir mejor las cosas, y sin planearlo y casi sin pensarlo, nos fuimos hasta Zaragoza, a las Fiesta de El Pilar, a cantar jotas y lo que nos dejaran.
Entre una multitud de gente de todas las edades nos plantamos en la plaza del pilar para ver a Revólver, el frío amenazaba la noche, pero estábamos tan apretujados, que era imposible congelarse, tan imposible, como acceder a primera fila (o a segunda o a tercera…)
Y resulta que sin saberlo vimos el último concierto eléctrico de la gira, por lo menos durante la temporada de invierno, ya que ahora podremos seguir viéndoles pero en teatros, en plan acústico, también muy recomendable pero… otro estilo.
Con la Pilarica de fondo escuchamos canciones de hoy y de siempre. Sonaron “San Pedro”, “El Aire Sabe a Veneno”, “El Dorado”, “Sara”… los aire arabescos de “Argán”, su último trabajo, nos envolvieron con “Manos Arriba” y “Quiero Aire”, que acompañados por la voz de Redouane Hamani (road managger y colaborador) nos desplazaron al otro lado de un charco no tan grande ni tan lejano como a veces nos parece. |
Los acordes eléctricos dejaron paso a la nota dulce y acústica de la noche con un Carlos Goñi sólo ante la afición, guitarra y armónica hicieron resonar “Esta Noche Tengo Más de Lo Normal” y “Princesas y Mendigos”, canción de su último disco que, según palabras del propio Carlos, es la canción más visceral y verdadera que ha escrito nunca.
Los músicos volvieron al escenario y con ellos el rock, “Faro de Lisboa”, “Quiero Aire”, “No Va Más” y “Odio”, una de sus canciones más aclamadas, fueron dando fin al espectáculo. Fue un concierto potente, mucha gente entregada y algunos expectantes a ver qué sonaba, es lo que tienen los conciertos gratis.
De momento abandonan los grande escenarios por los pequeños teatros, así que tardaremos en ver a los valencianos (aunque sea de adopción) llenando plazas. Nos tendremos que conformar con verles llenando teatros. |