¿Cómo puede la tristeza y el dolor convertirse en algo bello? ¿Es posible llegar a desear ese estado de ánimo apesadumbrado, el cual te permite estar a solas contigo mismo, para sentir algo tan sublime e intenso en tus propias carnes? Son cuestiones que uno puede llegar a plantearse escuchando la música de los bizkainos Shinova, canciones de amplio calado emocional, estados de desolación por los que los seres humanos transitamos en determinados momentos de nuestra vida y un diluvio interior que te lleva, sin darte cuenta, hacia él hasta encogerte el alma, haciendo suyos tus miedos y lamentos.
Pocos grupos hay cualificados de afrontar con tanta valentía como Shinova lo que se les venía encima esa noche, hacer frente a una presentación en su tierra con la presión que eso conlleva y encima no conformándose solamente en reflejar todo el sentimiento invertido en cada nota, sino que además se tratara de una exposición de un grado de convencimiento y aprehensión elevado, intentando aturdir al espectador, por medio de una escenografía impactante y ciertos matices electrónicos a cargo de un nuevo músico, con la intención de conmover su corazón humano y extender un cierto espíritu revolucionario, nadie es dueño de tu felicidad, no dejes tu vida en manos de nadie y lucha por tu paz interior, por tu vida aceptando aquellas dificultades que nos presenta la vida y evitando caer en una lucidez mental alterada promovida por una pérdida de identidad como consecuencia del fuerte sometimiento a los círculos capitalistas gobernantes.
Fue una noche épica de rock, con distintas versiones de enfrentarse a un público pero de igual semejanza en cuanto a naturaleza y entendimiento, una música como vehículo de libre expresión y bajo la teoría del “Hago lo que quiero, como quiero y donde quiero, sin importarme lo que digan”, huyendo de complejos y convencionalismos
Aunque los madrileños Tenpel eran conscientes de que más de 80 % venía a ver a Shinova y que el cansancio del viaje era quizás su gran enemigo a batir en esa ocasión, más que el posible miedo escénico, se dedicaron a calentar el ambiente y dejarlo en el punto idóneo para lo que vendría después, estirando de melodías superlativas, en las que los impecables arreglos vocales e instrumentales les otorgaron tal condición especial, plantándonos en nuestras caras, sin artificios y con esa sinceridad que siempre ha sido la seña de identidad de la banda, los cimientos sobre los que descansa su caleidoscópico entramado musical. Una enorme tela de araña, rica en sensibilidades muy naturales donde el rock convive con el pop desnudo de un por ejemplo Greg Weeks y el post-rock de unos Caspian, adoptando formas diversas e impredecibles que sorprenden por su versatilidad y por lo agradable que resulta en muchos momentos, y gracias tanto por la portentosa calidad vocal de Kantz como por su nobleza en la transmisión de sus emociones humanas, canciones que hablan sobre lo jodido que está el mundo en que vivimos, la frustración de no lograr determinadas metas y la rabia como símbolo de la rebelión contra las injusticias que nos rodean. Música intimista que no entiende de salvaciones mediáticas, solamente busca enloquecerte usando aquellos compases primitivos de pegada inmediata de voces desgarradas y melódicas, cada cual con su propio diseño rítmico y armónico.
Tenpel
El conjunto repartió efusivos golpes de ritmo, forcejaron las guitarras y también las puntearon con conocimiento, presentando temas de su segundo trabajo “La Sangre Del Pegaso” como “Brahamante”, “Pegaso” , “Monótona Languidez” , “En Detalle” y “Vita-cora” y sin obviar tampoco un pasado más lejano de su primer disco “Arete Despierta” o de los EPs “Una Increíble Verdad” y “El Método Silencio”, en la que el resto de músicos quedaron en un segundo plano, algo apáticos y oscurecidos por esa estrella deslumbrante que es Kantz, en él se centra casi toda, si no toda, la expectación.
Una actuación redonda, sin altibajos, compacta, llena de feeling, cargada de increíbles pasajes musicales, hermosos matices vocales y emotivos pero sin desestimar por completo la fuerza que una pequeña batería bombeaba desde dentro como fue el caso de una impresionante “Trastévere”, en la que estuvimos flotando gracias a sus texturas guitarreras y ese tándem perfecto entre Kantz y Gabriel de Shinova, que fue invitado a subir y recrear el tema como fue grabado, enriquecida con su majestuosa voz, aunque el resultado no fuese el mismo debido a la ausencia del violinista, que por motivos de fuerza mayor no pudo desplazarse junto a sus compañeros. Después de presenciar tal grandiosa actuación podemos asegurar que están en un punto inmejorable como banda
Set List
- Bramante
- Pegaso
- La Verdadera Historia
- Monotona languidez
- Notas Para Ti
- En Detalle
- Tenpelodio
- Sin Condiciones
- Tremendo Circo.
- El Dolorosa.
- Trastévere
- Vita-cora
- Historia De Cuatro Paredes
Tenpel
A medida que el mundo se convierte en un lugar más duro donde sobrevivir, el ser humano parece buscar vías de escape en formas de expresión más violentas y radicales, sin embargo siempre encontramos músicos que buscan otras menos brutales pero igual de compulsivas, letras que retratan con todo detalle la dura realidad a que este universo algunas veces nos enfrenta. Aunque la música de los bizkainos Shinova de por si sea de naturaleza imaginativa y seductora es el mejor remedio contra esa insulsez que ha ido enquistándose en el cada vez más acomodada y paupérrima escena de rock y metal alternativo nacional.
Un panorama que, aunque con excepciones dignas de elogio como Moebio, Romeo, Sexma, El Portal De Jade, entre otros, merece dicho descalificativo por su escasez de ideas originales y un talante casi siempre a remolque de lo foráneo que no han favorecido en nada su difusión a un público mayor.
Sin embargo siempre surgen bandas con una concepción más libre e independiente a los preceptos e ideas del metal convencional, sabiendo desligarse de los cánones habituales del género con un nivel de inspiración encomiable y Shinova es una de ellas, un artefacto musical emocional que serpentea sinuosamente entre pasajes tan evocadores como introspectivos. Tarde o temprano les ha de llegar el momento de su gran reconocimiento, fruto de esa tremenda agudeza de haber escapado de cualquier tipo de convencionalismos acompañado de un espíritu innovador para provocar una variedad de sensaciones y pensamientos, con genuino dramatismo y técnica, convirtiendo su propuesta musical en aún más original y creativa.
Ya era hora de que la renovada formación demostrase todo su aplomo, elegancia y aplastante directo como se merecía, en olor de multitudes y como los verdaderos protagonistas de la ceremonia. Vestido con un traje negro, el mentor Gabriel predicó la palabra del rock moderno con rabia y credibilidad, sin olvidarse de recordar a gigantes como Survivor (Eye Of The Tiger) y Led Zeppelin (Inmigrant Song), entre medias de una alucinante “Aprendiendo a Volar”; dejándonos aturdidos y maravillados tanto por esa facilidad y comodidad en elevar su extensión vocal hacia tonos más agudos como unas tesituras melódicas totalmente desarrolladas y vigorosas; y sin abusar de agudos fuera de lugar, manifestando una realidad palpable, que hay otros mundos continuos y simultáneos, más allá del archiconocido planeta Sôber.
Desde el principio la banda impulso sus condiciones con una capacidad asombrosa para enganchar y estimular vibracionalmente nuestras neuronas con la intención de que halláramos el camino a la superconsciencia, alcanzar nuestro mundo interior y conectar con el conocimiento absoluto del mundo y así darnos cuenta que debemos luchar contra la impunidad, el olvido y la amnesia colectiva, que nuestras vidas no sean utilizadas por los altos poderes para hacerse mucho más fuerte, desatando un despertar colectivo por medio de una ejecución turbulenta de proporciones mayúsculas, “Trescientos Treinta y Tres” y “La Ceremonia De La Confusión” , acompañadas de un juego visual vistoso, una pantalla en el fondo del escenario en el que se iban proyectando algunas imágenes sobre acontecimientos que han hecho historia por estar rodeados de grandes mentiras, como los aviones que impactaron contra las torres gemelas, un modo más directo para concienciar al espectador de la más pura realidad, que abra los ojos, se percate que vive en un sistema plagado de falacia, hipocresía y egoísmo y se arme de valor para pedir explicaciones, que no escape de esa dura realidad, yéndose a dormir para volverse irreal y así olvidarse de todos esos males existentes en el planeta.
La banda se entregó a un público que les festejo todo, “Ritual” fue recibida con un tremendo aplauso, sobre todo al aparecer en escena dos guapísimas bailarinas (Iasmina Balenciaga y Susana Sagara), quienes con sus fantásticos bailes dejaron constancia de que la danza es también una actividad en la que también se puede fomentar la creatividad. La furia desatada en el tema “El Espejo”, la primera aproximación a su disco debut “Latidos”, vino gracias a la ejecución desquiciante de ese par de guitarras, en particular del perseverante Argi, el sustituto del inigualable "Javi", que no dio en ningún instante síntomas de un cierto agotamiento, a pesar de haber hecho doblete, unas horas antes en la final del Villa de Bilbao con su grupo en paralelo All Reasons.
Shinova
Siguieron cayendo temas como “La Sombra”, “Aprendiendo A Volar” y “Necio”, buscando una conmoción cerebral asociado al poder de evocación visual empleado esa noche, haciendo imposible que al término de la actuación nos decantáramos fácilmente a favor de uno de ellos. Aunque hubo ciertos momentos de fuerte calado emocional como el totalmente improvisado “Por Si El Viento Cambia”, mezclado con atmósferas y matices acústicos, con la participación de la prodigiosa violinista Edurne Fernández así como de su ex-compañero y amigo “Akaro”, impregnándolo ambos de una delicadeza sonora emocionante e inolvidable o la fascinante “Cicatrices” en el que el vocalista de Tenpel quiso devolverle el mismo favor que le había hecho Gabriel hacía unas horas. Aún así para un servidor hubo un tema por si solo valió toda la noche, “Circulo Oculto”, una tremenda andana de buen metal vanguardista, con un Gabriel estirando al máximo sus cuerdas vocales para darle aún más firmeza en directo a un tema duro por naturaleza.
Por el contrario los siguientes en sonar nos retraía inmediata y sencillamente a un tiempo lejano, bases musicales girando en torno a un alto grado de melancolía y dramatismo “El Peso De Los Días” y “Sin Ti” , cuyos textos están proyectados hacia las emociones humanas y en la que se sirvieron de un lanzamiento de globos para contrarrestar ese carácter triste, sensible, retraído, romántico que emana de la profundidad de un sentimiento, ese llamado tristeza infinita, que es fruto de acabarse un amor que te tuvo loco.
Acto seguido se pusieron, ante la estupefacción del personal a marcarse el irreemplazable “Tinta Purpura” con la que acabaron por precisar en vivo una personalidad vibrante y fornida de esencias que los diferencia de otras formaciones incapaces de evocar tantas pasiones y sensaciones
Sin duda alguna, en la singularidad de sus acumulaciones estilísticas y en su intrigante heterogeneidad es quizás en donde podamos indagar para saber qué es lo que les hace tan inimitables y arrebatadores. Si la teoría de los universos paralelos se pudiera aplicar al mundo de la música, nos pasaríamos años explorando la galaxia para encontrar más universos como éste. ¡Como un orgasmo corto e intenso! ¡Déjate seducir!
Set List
- 333
- La Ceremonia De La Confusión
- Ritual
- Cuestión De Ego
- El Espejo
- La Sombra
- Aprendiendo A Volar
- Necio
- Cicatrices
- Por Si El Viento Cambia
- Circulo Oculto
- El Peso De Los Días
- Sin Ti
- Tinta Purpura