Berriozar. Navarra. Noche mágica de hogueras y rockanroll y qué mejor acompañamiento que Bocanada y Marea al unísono para armonizar esta noche de meigas y fuego.
A las 21:30 salieron al escenario Bocanada, aún era de día, pero salieron a comerse la noche, el mundo y lo que hiciera falta. Al principio hubo algún que otro fallo técnico (cosas del directo) pero nada que recordáramos dos acordes después.
La primera impresión es que salieron algo nerviosos y es lógico cuando se trata de tocar en el campo de fútbol de tu pueblo con todos los vecinos de asistentes. Decimos todos los vecinos porque allí había gente de todos los sexos y edades, pero también hay que decir que las calles aledañas al evento estaban cortadas desde el día anterior y que se organizaron autobuses desde distintos puntos del estado español para disfrutar de un concierto con mayúsculas. A los vecinos de Berriozar les hacían descuento en las entradas por ser del pueblo, todo un detalle, se nota que el gobierno poco o nada tuvo que ver. Pero a lo que vamos, que es básicamente a describir una gran noche de rock and roll.
A los Bocanada se les quedaba pequeño el escenario, descargaron adrenalina a golpe de guitarra y de carrera de un lado a otro. Desgranaron gran parte de su repertorio en la hora que estuvieron tocando. “Gallo de pelea”, “Campo a través”, “La Guadaña”, “Que corra el aire”, “Sólo pero vivo”… y un largo etcétera fueron dando color y calor a la noche. En el tema “Río” que forma parte de su primer disco, colaboró a las voces Kutxi Romero. Duelo de hermanos sobre el escenario. La verdad es que da gusto ver con qué complicidad cantan y qué miradas de orgullo y admiración se dedicaron mutuamente.
Se hizo de noche mientras los Bocanada estaban tocando. Llegó la noche, el viento, el frío, pero el calor iba in crescendo bajo el escenario. Como es habitual en todos sus conciertos, Martín Romero bajó del escenario para diluirse entre el público. Una maraña de gente le acogió como uno más y vociferó con él (porque aquello no era cantar) hasta que le devolvieron a su estado original. Se nota que la gente les quiere, y es que se lo ganan a pulso, por el arte, el esfuerzo y la sencillez.
Mientras cambiaban de escenario el estadio de fue llenado más y más. Cuando empezaron los Marea a las 23:00 horas, había cerca de 6.000 personas charlando y bebiendo en el campo de fútbol de Berriozar. |