Tras actuar en el Festival de Blues de Béjar, Eric Sardinas realizó una parada el sábado 14 de julio en el festival Cultura Inquieta de Getafe para ofrecer un nuevo concierto de la gira “Sticks & Stones” junto a “The Big Motor Band”.

Haciendo exhibición de un depurado blues y rock n´roll sureño, Eric Sardinas, natural de Florida (Estados Unidos), repitió la fórmula de su anterior trabajo junto a su grupo Big Motor.

 Si una cosa es cierta, es que el blues no está para nada muerto. Y la cada vez mayor concentración de público que esta viviendo el Festival Cultura Inquieta lo corrobora.

Para curiosidad de muchos, lo llamativo de Eric Sardinas no se queda en lo peculiar de su nombre, puesto que a diferencia de lo que dice su instrumento, se trata de un músico zurdo. Esta extraña combinación, que al igual que grandes de las 6 cuerdas como Mark Knopfler y Miguel Pino, supone un estilo especialmente llamativo y cuanto menos, espectacular.

Algo muy habitualmente usado en la actualidad, son los clips de introducción en los que el artista saluda al público y agradece la oportunidad de poder tocar para ellos. Y realmente, por lo comprobado, consigue captar bien la atención del público.

El trio llevó a cabo su habitual set list para la gira de este año. Comenzando con “Worried Mind Blues”, “Flames Of Love” y “I Can´t Be Satisfied”, la formación blusera llevó un ritmo sumamente rockero lo cual animó el ambiente. Todo ello aderezado con una buena y cambiante iluminación.
Respecto al sonido, a la altura del evento. Comenzó con algunos problemas en la voz, que ya que quedaba pisada por los otros instrumentos, pero fue solucionado rápidamente.

“Down to Whiskey”, “Country Line”, “Road to Ruin” y “HellHound On My Trail” con participación del público incluida y divertida preparación para la canción por parte de Sardinas, pusieron al máximo al público congregado allí.

Entre canción y canción llegaron las presentaciones. Muy destacable y llamativa la estética del bajista. A muchos les recordará ese estilo sureño al portado por el guitarrista de Black Label Society y ex de Ozzy Osbourne, Zakk Wylde.

Continuando con el espectáculo, “My Sweet Time”, fue la balada del concierto, que se encargó de entregar aun más a las damas que se encontraban allí.

“It´s Nothing New”, “Full Tilt Mama”, y “Texola” encaraban ya la recta final del concierto. Además de la chulería que emanaban sobre el escenario, algo que resulta imprescindible en grupos de este estilo, fueron las muchas individualidades por cada uno de los componentes. Notorios los solos del bajista y batería, que dotaban de más fluidez al concierto y daban un toque distinto más allá del sonido de una guitarra, por buen y estrambótico uso que se pueda hacer de ella.

Casi afónico por la entrega, “The Big Motor band” se dispuso a cerrar el concierto con las últimas canciones. “Piece Of Me” y “Behind The 8”. Con un sonido caótico al principio, acabó siendo un desenfreno de Blues y Rock n´Roll que hizo las delicias de todos. La imagen de unos niños haciendo air guitar a ritmo de la melodía ejemplifica perfectamente el ambiente vivido.

Una vez terminado el concierto, los asistentes pudieron disfrutar de la compañía de los artistas, que amablemente bajaron junto al público para agradecer su entrega. Tarea difícil, puesto que todos querían fotografiarse con ellos.

Sin duda un gran espectáculo que a manos de este prodigio de la guitarra no solo demuestra la vida que tiene este estilo, sino también la gran calidad del Festival Cultura Inquieta, que tiene todo a favor para seguir así por muchas ediciones más.