Otro año más pasamos por el Leyendas del Rock Festival, edición que año tras año va creciendo hasta llegar a límites insospechados, este año colgaron el cartel de entradas agotadas para la segunda jornada, y es que se ha convertido en toda una referencia para los amantes del buen heavy metal de nuestro país, todos dispuestos a escuchar buena música y a pasar calor, porque sufrimos muchísimo con esos 40 grados desde primeras horas del día.
Jornadas familiares, todos nos conocemos, empezando por la organización que cumple correctamente con su cometido, empezando por Marcos Rubio. Parece ser que el evento ha encontrado su sitio, se consolida en ubicación, en el Colegio Rio Segura de Beniel, Murcia, ya que en estos siete años que tiene el festival ha pasado por varios lugares y localidades, Mazarrón, San Javier y ahora Beniel.
Han tenido en cuenta las circunstancias económicas por las que pasa el país, los precios de los abonos y los de la barra se ajustaron perfectamente a los bolsillos de la gente, así todos disfrutamos del festival y de esas dos jornadas inolvidables gracias a las buenas actuaciones que hemos disfrutado.
Como bien sabéis, la entrada de la primera jornada era gratuita, y allí disfrutamos del buen hacer de Oker, Steel Horse, Hybris y Vhaldemar, formaciones que marcan una generación y aseguran el relevo musical por unos cuantos años, bandas que luchan día a día en su local de ensayo sin ningún tipo de tregua, luego sus conciertos son impresionantes. También vimos a Iron What y a La Leñera que volvieron a crear un ambiente festivo rindiendo tributo a Iron Maiden y a Leño respectivamente.
Unido todo a las actuaciones de las bandas veteranas como Rosa Negra, que pisaban de nuevo un escenario, o Medina Azahara que siguen demostrando tras 30 años de historia que son los más grandes en su terreno, en el rock andaluz. |
La segunda jornada la vivimos con un gran maratón que empezó desde las primeras horas de la mañana, a las 11 en punto empezó el espectáculo y ya se empezaba a sentir el sol sobre nuestras cabezas, altas temperaturas que cada uno remedió como pudo, unos fuera del recinto, otros en las sombras del festival y los más osados al pie del escenario.
Bandas como Vita Imana, Dunedäin, Sphinx, Azrael y Centinela, cargaban las pilas y se centraban en presentar sus últimos trabajos, entre sudores y calores, pero allí estaban, dándolo todo. Lujuria eligió el festival para presentar un adelanto de su nuevo disco "Sexurreción" y reivindicar una vez más el apoyo a este festival, a la lucha de los mineros y a la unión y fuerza de cada uno de nosotros para ese cambio en la sociedad que se demanda, fuera los políticos, fuera la corrupción.
El peso de la jornada se la llevaron las bandas internacionales como la de los italianos Eluveitie con un folk metal de ambiente festivo, o los finlandeses Stratovarius, que una vez más se marcaron un gran concierto de power metal.
Avalanch puso la veteranía con una actuación destacada. Warcry nos ofrecieron un concierto distinto, con temas poco habituales en sus directos, y Banzai volvieron a los escenarios con un nuevo trabajo en directo grabado en las pasadas fiestas del barrio madrileño de Aluche. Para finalizar con la actuación de Saurom que no dudaron ni un minuto en liarla, con pirotecnia, personajes medievales, y la participación del grupo medieval Wyrdamur que les ayudaron a la percusión.
No nos olvidamos de los fuegos artificiales que marcaron el fin de fiesta del festival, un festival que ha sufrido por llegar a donde está, donde se ha encontrado muchas piedras en el camino pero que siempre, con trabajo y elegancia, han sabido esquivar, desde aquí, mi más sincera enhorabuena.
La única nota negativa que encontramos fue la zona de acampada, que pese a contar con una carpa y más duchas que el año pasado, una explanada de tierra no es lo ideal para alojar un público que tiene por delante dos jornadas musicales tan calurosas. |