El sábado día 13 de abril tenía lugar en el frontón de Vallelado (Segovia) el festival La Galera. Iba a hacerse en Arroyo de Cuellar pero se cambió al Vallelado por problemas de espacio. En el cartel, Korporazion Antiestetika, Hasta el moño, Lendakaris Muertos, Ni puto kaso y Trotapunkis, y el plan más que apetecible, porque esta pequeña crónica  tengo que empezarla dando las gracias a la organización que nos invitó a comer una estupenda caldereta de cordero, perfecta excusa para reunirnos con un montón de caras nuevas y algunas conocidas, siempre es un placer.

Los primeros en subir al escenario fueron Korporazión Antiestétika, que venían desde Segovia con un sonido punk-rock y abrían la noche entre versiones y temas propios. Mucha actitud la de estas chicas (y un chico), calentaron el ambiente. Después fue el turno de Hasta El Moño, que vinieron a enseñarnos algunos de sus temas, entre los que se encontraban “Canochel” y “Mire usted”. Pusieron a todo el mundo a cantar con las versiones que se marcaron de Gatillazo, Envidia Kotxina y Kaótiko, entre otros. Otro grupo de féminas segovianas, casualmente también con un chico en su formación, esta vez a la batería.

Llegaban los más esperados… llegaban Lendakaris Muertos. Empezaron más tarde de la hora prevista, trescientas personas les esperaban. Salieron al grito de “A la calle!” y no hubo descanso. Pogos, saltos, espontáneos de todo tipo en el escenario y un set-list que dio mucho de sí, dos horas de concierto con muchas risas y alguna que otra herida de guerra. No faltaron el “Detector de gilipolleces”, los “Besos gaztetxeros”, “Héroes de la clase obrera”, “Gora España” y el famoso “Oso Panda”. No sabría decir si se lo pasó mejor el público o el grupo pero muchos no van a olvidar este quinto aniversario de La Galera. El habitual paseo del grupo entre la gente les llevó hasta el baño, ¿a cuántos grupos habéis visto tocar en el baño de un frontón?

Para el final del concierto llenaron el escenario con gente de la organización y de las primeras filas, como el que está entre colegas se despidieron con “Veteranos de la kale borroka”. Un derroche de energía que ya quisieran otros grupos para sí mismos.

Y al sentir los pies cansado miramos el reloj, ¡las cuatro! Pues si que se había alargado el tema… El cuerpo y la mente no dieron para más. Una pena porque nos quedaban dos grupos por ver, pero el día había sido muy largo.

Solo me queda agradecer de nuevo a la gente de la Asociación Cultural San Benito lo bien que nos trataron, a Jorge, a María, a Rebeca, a Lorena… y otros nombres que no recuerdo (pero si las caras) porque aunque La Galera sea un festival pequeño en cuanto a los medios, es un festival muy grande en cuanto personas. Nos vemos el año que viene.