A veces pienso que la gente es demasiado permisiva con las tomaduras de pelo. Bien es cierto que
la percepción e interpretación de la realidad varia en la medida que la experiencia del sujeto es distinta y que estar bajo la influencia del alcohol o las drogas altera dicha captación a favor. Incuestionablemente, el objetivo básico de un grupo de Rock and roll ha sido siempre pasarlo bien, tocar para divertir y divertirse, últimamente se descuida con facilidad, una omisión involuntaria de las viejas formas expresivas, las reglas imprescindibles para el ejercicio adrenalínico del mismo, desbordante actitud, entretenimiento y mucho sudor, dejando que su destino lo maneje más la suerte, conforme a lo estrictamente musical.
Asimismo, en numerosas ocasiones, no es oro todo lo que reluce, más bien, un mar de correctas formas con escasa profundidad, bajo un interés liviano de llenarse exclusivamente los bolsillos; por lo que deberíamos asimilar, de una vez por todas, que una incuestionable actitud rockera lo es en todo tiempo y lugar, una auténtica expresión de magnificencia destellante e intensa, de salvaguardar las viejas raíces del rock y hacer vibrar sus verdaderas almas, expeliendo un rock con puro sentimiento y estilo.
Si las hojas de hierbabuena tienen un distintivo aroma fresco, debido a la presencia de pequeñas dosis de mentol, también los genuinos rockeros tienen una idiosincrasia que los distinguen de aquellos oportunistas, un ser de espíritu humilde, de sentir y vivir la vida a su manera, un despliegue de generosidad, entusiasmo y mucha energía de compartir su rock and roll, erigiéndose ello en un vehículo inductor para que el quiera pueda correrse una buena juerga con los amigotes, bañada en alcohol.
Forraje
Toda esa honradez y decencia que últimamente escasea en el rock nacional actual, tanto a los gallegos Forraje como a los bizkainos Memoria de Pez les sobra a raudales. Mucha actitud, valentía, fulgente nobleza y un frenesí alocado por vivir de sábado todos los días y alimentar a esas almas que necesitan esa dosis de rock diaria para sentirse vivos. Ya se sabe mala hierba nunca muere, los gallegos Forraje han vuelto a la carga con ganas de dar guerra, transformando de nuevo las cosas más inapreciables para la amplia mayoría, en arrebatadora poesía, envuelta en unas turbulencias sonoras que beben del rock urbano de los noventa.
Unas sólidas convicciones que parecen no tener fecha de caducidad y que siguen escapando de la influencia de los estereotipos comerciales. Consiguieron generar un espacio diáfano y acogedor, en donde el tiempo se fue dividiendo en pequeños espacios de absoluta felicidad, convirtiéndose en auténticos revitalizantes la amplia mayoría de los temas que esa noche interpretaron, no solamente las más emblemáticas “Cuánta Gotera”, “En Cada Alborada”, “Migajas”, “Robar Tus Caricias”, “Forraje”, Tú Sin Braguitas y Yo Sin Calzones o su particular adaptación a la clásica canción de Alarma “Colgado De Ti”, también las más nuevas en donde la banda dejó plenamente constancia de un pulimento de renovadas intenciones paralelamente a su notorio crecimiento como músicos, navegando entre emociones a flor de piel, “ A Horcajadas”, “Un Vendaval De Suspiros”, una versión del conocido tema de Francis Cabrel “La Quiero a Morir” o su reciente sencillo en el que ha puesto su granito de arena a la voz el inconfundible Roberto Iniesta “Puñales”, abordándolas todas ellas con sumo acierto para aquellos que buscan emoción, intensidad y calidad a partes iguales y hacernos entender que la vida que nos ha tocado vivir no es tan mala como la pintan, sabiendo dibujar ese mundo de ensueño sin errores y ningún tipo de hipocresía.
Forraje
A veces nos vestimos con la creencia que la ropa esconderá nuestra vulnerabilidad , al considerar que un cuerpo desnudo es sinónimo de indefensión, sin embargo, no deberíamos tener miedo a desnudar nuestra alma puesto que alimenta los sentimientos más nobles del ser humano, tal como lo hacen los bizkainos Memoria de Pez que siguen mostrándose abiertos y generosos en compartir sus profundas pasiones.
Unas cristalinas almas rockeras que esquivan el corriente mimetismo imperante en el rock, rastreando en sonidos añejos y en los sentimientos más puros e intensos del ánima, caminando con la cabeza bien alta hacia nuevos horizontes sin perder la buena dirección o cambiar de bando, a fin de obtener un envoltorio más consistente que no se puede llevar por delante ni el más violento oleaje. Cada poro de sus cuerpos lo supura con gusto. Hacía tiempo que no veía una banda tan sincera, profesional y amante de su arte, llevando al máximo exponente las enseñanzas de los viejos dinosaurios del rock, un torrente de emociones incontrolables.
Memoria de Pez
En lo musical, demostraron una mayor versatilidad que sus predecesores a las tablas, al primer golpe de cuerdas, “Tus Rincones”, ocupando cada uno una parte vital, lograban alcanzar esa química y magia necesaria para encandilar sin remedio, dando paso a todo un mundo maravilloso por descubrir, de creatividad en estado puro, reservándonos momentos geniales, de alto poder adictivo como la nicotina, “Buscando En Tus Pies”, “Bir Litter”, “Por El Día Se Marcharán”, el recuerdo ineludible a La Inconsciencia de Uoho “Dentro de Una Botella” o la motorizada a base de crujientes guitarras “Mil Lugares” y aconsejándonos en momentos puntuales a arrancarnos la piel dañina a tiras con nuestros propias manos y de inmediato envolver nuestros corazones con plástico transparente y resistente para conseguir ser más fuertes a nivel emocional; “Si No Entiendes Nada” o “No Quiero Verte Más” y que hay que vivir la vida como si fuera el ultimo día, porque nunca sabes cuándo vas a morir en “Huele a Quemado” o “Me Voy a Cantar” , cantada por su guitarrista Laka, de ecuánime equilibrio entre chulería irreverente y espíritu retro bailable muy en la onda a Tequila, definiendo perfectamente la dirección hacía la cual nos dirigíamos, un salvaje recital de rock y en donde indudablemente nos invitarían a lanzarnos con ellos cuesta abajo, sin frenos ni el miedo a descarrilar en una de las curvas que conducirían al final del trayecto.
Además la brava actitud y su nobleza por defender con clase, viveza y honestidad las nuevas creaciones como “Todo Tuyo”; “Dame Un Poco Más” no hizo más que proporcionarles una garantía más que amplía a la hora de conducir el curso de la actuación con dominio, sin perder el ritmo y reclamando un sonido que únicamente les pertenece a ellos, desechando florituras innecesarias pero disponiendo de suficiente dominio, versatilidad instrumental para no resultar monocordes y una complicidad enlazante, empujando a actuar de acuerdo a nuestro libre albedrío y vivir al límite de la realidad. Una honestidad y talento que deberían reflejarse en una merecida aceptación por parte de un público más amplio.