Afrontábamos la última jornada con muchas ganas, al despertarnos y ver nuevamente un día soleado, uno saltaba de la cama dispuesto a afrontar la recta final del Viña Rock, muchas ganas y mucha energía y eso que llevábamos durmiendo poco más de cuatro horas de media por día, pero el cuerpo tenía cuerda para rato.

Sería una jornada para el recuerdo, nos encontraríamos con formaciones muy queridas por Insonoro.com: Ska-P, Zuloak, Termofrigidus, Desakato, Uzzhuaia, Skunk Df o Fermin Muguruza, motivación al máximo.

Tras una estupenda vuelta por la zona de bares de Villarrobledo y despedirnos de nuestros amigos del Bar La Perdición hasta el año siguiente, acudíamos temprano al recinto para cubrir los conciertos de las primeras bandas que hoy empezaban a las cuatro de la tarde, una hora antes que las pasadas jornadas.

Zuloak en el escenario principal conseguían reunir a unos pocos curiosos, la mayoría seguramente de Euskadi. El trío femenino formado por Tania de Sousa a la voz, Ainhoa Unzueta a la guitarra y coros y Ursula Strong a la batería, salieron a demostrar porque la banda que salió de un documental de Fermín Muguruza, sigue actuando de forma periódica.

Aprovecharon sus 25 minutos al máximo, es más, quisieron continuar pero la organización no les dejó. En los temas finales se les unió Koldo Soret al bajo, (actualmente guitarrista de Surfin Kaos). Alta distorsión, actitud y provocación al máximo, un trío que lo da todo sobre el escenario, y si hay que tirarse por el sueno, se tiran.

Respecto a los temas, interpretaron “Zoaz Behera”, “Botak Jantziko Ditut”, su himno “Zuloak Riot” y “American Dick” entre otras. Para quien no las conozca, comentar que su rollo roza el punk, rock de garaje e incluso con sonidos clásicos del soul, una salvaje propuesta que a nadie deja indiferente.

Esta fue su primera toma de contacto con un gran festival, que entró dentro de su gira que ya las ha llevado a tocar por Madrid, Barcelona, Europa y Latinoamérica.

En el escenario Villarrobledo era el turno de Sujeto K, con un sol justiciero y sus coloridos atuendos salían a darlo todo a las cuatro y media de la tarde. Mala hora pero a alguien tiene que tocarle. La última vez que los vi eran cuatro y me dejaron muy buen sabor de boca así que ni el sol ni el calor me importaron.

Han sorprendido con su sonido renovado, dando más protagonismo a la electrónica, tal como comprobamos en su último disco “Sujetrónika”, del que nos enseñaron buena parte, “Technología”, “R.E.I.”, “Dame más” y “Estúpidos” entre otras, aunque siguen guardando mucha fuerza temas como “Torero”, “Desemphreno forte”, “Larrigui” o “N.S.Q.M.D.” en la que hubo un divertido guiño a la famosa “Gangnagm style”. “Trance” sonó para despedirse, buena nota para los valencianos, esperamos volver a escucharles pronto.

Curiosamente Termofrígidus coincidían en hora con sus amigos y vecinos valencianos Sujeto K y era imposible ver las dos formaciones a la vez, teníamos por delante una difícil elección, así que optamos por dividirnos el trabajo e intentar ver parte de ambas actuaciones.

Los valencianos siguen presentando su tercer trabajo que sacaron adelante gracias a un proceso de autofinanciación, lo que se está denominando crowfunding. Cada concierto de ellos es una auténtica fiesta y en el Viña no iba a ser menos, la última vez que les vimos fue hace unos años en la segunda edición del Isla Rock, allí tuvieron la difícil papeleta de cerrar una de las dos jornadas, pero en cambio en este festival les tocó a primeras horas del día a pleno sol primaveral

Es de los pocos conciertos que están dando últimamente, meses atrás lanzaban un comunicado indicando que no podrían actuar de forma asidua porque su cantante, por motivos laborales, está viviendo en Inglaterra.

Empezaron con la fuerza que les caracteriza, contagiando al instante las ganas de bailar y realizar los primeros pogos y pachangas del día, y como no, primeros círculos en los que el guitarrista de la banda, Victor, no dudo en bajarse del escenario y meterse en faena. Sus temas funcionan de maravilla, consiguen poner el dedo en la llaga en letras como “Querida República”, dedicada a nuestro entrañable Rey, o “El Opio del Pueblo”, tema vacilón en plan polska-ska rusa que brilla en su nuevo disco.

“Les Arrels”, tema en valenciano, no se perdió la cita, resultó ser una de las más activas de su concierto mirando hacia atrás en la historia, al igual que “13 bolsus”, versión de Bersuit que puso en marcha a todo el respetable con la sesión de vientos dándolo todo.

Una banda que poco a poco sigue subiendo escaños y lo hacen pisando fuerte.

Manolo Kabezabolo volvía a subirse de nuevo a un escenario acompañado de una banda ya que sus últimas comparecencias lo hacía en solitario y en formato acústico. En esta ocasión estaba arropado por Tonirito Leré entre otros, como bien hiciera en más festivales como el Mundo Idiota o el Alfarock de ediciones pasadas. Fuimos testigos del gran poder de convocatoria que tiene el músico maño.

Su último disco en estudio “Kagate Kid” data del 2.010 y durante la gira presentación apareció un nuevo trabajo en forma de DVD en directo, grabado ese mismo año durante el Aupa Lumbreiras junto con Los Ke No Dan Pie Kon Bolo . A pesar de ello sigue viviendo de las rentas, de los viejos clásicos que nunca mueren, las canciones maqueteras que son un legado de nuestro rock y que la peña las sigue cantando a grito pelado, “Spiz Amarillo”, “Papel Morao”, “Sid Vizius”, “El Aborto de la Gallina”, Militares Subnormales”, “Terrorismo Kontrolado” o “Véndemelo”, clásico de Judas Priest, pero a su manera.

Temas acelerados, uno tras otro a toda pastilla, balas disparadas sin contemplación, sin descanso, como si serían los Ramones, lo que hizo que acabara antes de tiempo, pudieron descansar unos minutos para volver a salir y acabar con “Resina, Agua y Ajo”. Durante su concierto no perdió la costumbre de interpretar algunas canciones a capella, “Niño Gramo” o “Marinao Cuanta Madera”. Como siempre, genio y figura.

Uzzhuaïa volvían a retomar la actividad del directo tras estar inmersos en la grabación de un nuevo disco que llevará por título “Santos y Diablos”, cuyo primer single que da nombre al disco pudimos escuchar en primicia aquella tarde, tema que encajaron en mitad de su concierto.

Uzzhuaïa es una de nuestras bandas, teníamos claro acudir a su concierto a pesar que a pocos metros estaba tocando otro grupo que nos encantan, los asturianos Desakato, estas cosas nos duelen en el alma pero la vida es así, cuando un festival tiene tres escenarios y muchas actuaciones se solapan, hay que elegir.

A los valencianos les vimos como siempre, pletóricos y con ganas de machacar nuestros oídos con el buen hard rock de corte americano que practican, ya sabéis, influenciados por The Cult, Mötley Crue y Skid Row entre otros. A pesar de tener un sonido espectacular, se les notó un poco la falta de rodaje con continuos parones entre tema y tema, bajadas de intensidad pero estas últimas las supieron rellenar de inmediato con palabras, lo que está claro que en pocos meses tendremos trabajo nuevo y una gira que promete.

Inicio espectacular con los grandes himnos de la banda, “13 veces por Minuto”, “No quiero verte Caer”, “Baja California” o “La Mala Suerte”, canciones de sus dos últimos discos que nunca faltan en sus repertorios, aunque siempre echaremos en falta el tema “Durango”. Tras esa primera columna vertebral optaron por dar salida el tema nuevo “Santos y Diablos” que acogimos con expectación, una canción que de primeras nos dejó fríos, pero esperamos sea de largo recorrido como tiene que ser en estos casos.
 
Pau, siempre en continuo movimiento haciendo uso de la pandereta en determinados momentos, y en otros, cogiendo la guitarra acústica para aportar los sonidos más relajados de las canciones “Destino Perdición” y “Maldito Fracasado”, siguiendo con “Cuando ya no queda Nada” y “Blanco y Negro”, estas últimas dándolo todo.

Su potente directo nos enfiló en una recta final de auténtico lujo, “Desde Septiembre” y “Nuestra Revolución”, nos dejamos la voz con ellas mientras la banda se posicionaba en mitad del escenario para saludar y recibir la ovación del público. Les queremos tanto, siempre tendrán un hueco en nuestro corazón rockero.

Sin duda los más esperados por mí este Viña Rock eran Desakato. Están presentando “Inercia” por toda la península y llegaban a Villarrobledo con muchas ganas. Salieron con “L’espantayu” y no pararon ni un segundo mientras disfrutábamos de “Contra la pared”, “Iceberg”, “N’alcordanza”, “En el ojo ajeno”… una buena selección de sus mejores temas.

Ya se merecían estar ahí y por supuesto no defraudaron. Estos asturianos tienen cuerda y bombo para dar que hablar, y cada vez más experiencia. Pepo no para de moverse por el escenario, es sin duda una pieza clave, y esa mezcla de dos voces marca la diferencia.

Continuaron con las nuevas, “Perdido”, “Sonrisa certera”, “Al cuarto poder” y las viejas conocidas “Octubres rotos”, “Cada vez” y “África”. Eléctrico Pepo se bajó al foso, se subió a la valla y estuvo cerca de su público mientras sonaba “Carta a un paria”, ya de vuelta al escenario siguieron con “Cuando salga el sol” para despedirse. Encantada de volver a verlos, fue un placer.

A las siete y media ya empezaba aquello a estar muy lleno, tocaban los Porretas. No esperamos de su actuación ninguna sorpresa, solo pasarlo bien, y es que siempre han sonado a fiesta. Quien no tiene unos cuantos buenos recuerdos con alguna de sus canciones de fondo. Por ejemplo con “Joder que cruz”, con la que empezaron, seguida de “Vive y deja vivir” y “El abuelo fue picaor”, todo tremendos clásicos.

Pero tienen un disco nuevo que se llama “La vamos a liar!!” y este incluye la curiosa versión que tocaron de “American Idiot” de Green Day, que para ellos es “Cuando sales con los colegas”. Destacó también la especial dedicatoria a Rober, miembro de la banda fallecido hace dos años, de la mítica “Si lo se me meo”, escrita por él según nos contaron.

No contábamos con ello así que una pequeña sorpresa si que hubo, en “Tripis”, otro de los temas nuevos, salió Txikitín de Ska-P a acompañarles. La recta final fue con “Jodido futuro”, “La del fútbol”, “Marihuana” y “Porretas”.

Mientras sonaba una voz en off que nos ponía en onda salían Alamedadosoulna, esa voz nos decía que estaba permitido todo con un solo fin, divertirse. Y desde el comienzo, idas y venidas, sonrisas y miradas cómplices. Para empezar Rubén nos contaba que estaba “Encantado” de haberse conocido, y acto seguido nos confesaba que es un “Bicho raro”. Sus letras son irónicas y positivas y sus canciones pegadizas, su último disco se llama “Play!” y su espectáculo es muy completo.

Son el optimismo, el compañerismo, dinamita a punto de explotar. Esa tarde sonaron algunas como “Me lo trago”, “La musa de guardia”, “Seminte” y “Optimista” Me llamó la atención el tema “Ya no tengo miedo”, el único cantado por Rebeca, que en el resto de temas se encarga del saxofón. Antes del concierto regalaron un montón de globos entre la gente que además de colorear el ambiente significaron la explosión final mientras ellos encendían la última mecha.

Skunk DF volvían al Viña Rock en unas horas todavía iluminadas por el sol tras actuar el año pasado a la luz de la luna, su nuevo disco “Perseidas” estuvo presente en todo momento, de primeras bien visible por las grades lonas que envolvían el escenario.

De inicio recurrieron a su nuevo trabajo con “El Final de la Diplomacia”, tema que ya nos ha dejado su correspondiente videoclip, además de ser uno de los más activos del disco y que continúa con la perfecta armonía de su anterior álbum “El Crisol”. Como novedad, nos han querido dejar con un trabajo más ambiental, aparcando su contundencia por unos temas más melódicos y llenos de fuerza interior, donde las letras de Germán cobran vida propia.

Sonaron “En Noches como esta”, “Lucha Interior”, “Loto”, un bloque que encarriló perfectamente la actuación, a pesar del embarullado sonido, pero nos daba igual, disfrutábamos de Skunk DF. Los madrileños siempre son conscientes de su público y tiraron algunos guiños a familiares y amigos.

Su poder de transmitir sentimientos está latente en todas sus canciones, capaz de conseguir transportarnos a su terreno desde la primera interpretación, “Anestesia”, luego con “Musa”, “Miedo”, segundo tema del novedoso trabajo, o “Supernova”, hacían no flagelar su concierto y mantener la chispa desde el inicio.

Pepe, espectacular en posturas, animando a público y compañeros sin perder el control, al igual que Germán, gesticulando sin parar y realizando continuos saltos. Se acercaba el fin del horario establecido, apareciendo “Decreto Ley”, “Himen” y “Cuarto Oscuro” y nosotros, dejándonos la voz sin parar de gritar. Otro año más, han conseguido hacerse un hueco en el cartel del Viña Rock.

Mucho se había hablado de Lendakaris Muertos semanas antes del Viña Rock, pero, ajenos a polémicas y fieles a su estilo, allí todo siguió como siempre. Empezaron con “A la calle!” de su “Crucificados por el antisistema”, y ya sabéis como son los conciertos de Lendakaris, un cañón, “Drogopropulsado”, “Cómeme la Franja de Gaza”, “Detector de gilipolleces”, un pedazo de repertorio. Durante “Héroes” Aitor se dio el primer paseo bajando del escenario, del primer baño de masas se trajo una púa gigante personalizada de regalo.

Hasta vimos a un espontáneo que subió al escenario, fue rápido, más de lo que esperaban los chicos de seguridad, Aitor le dejó decir unas palabras de alcalde indignado ya que apenas cinco minutos antes acababan de tocar “Vine, vi y me vendí” y no hubo mucho más problema. Continuó la fiesta, “Gora España”, “Fuimos ikastoleros”, “Oso panda” y segundo paseo entre el público en “La hoz y el Martini”.

Me gusta más verlos en escenarios pequeños por eso de la cercanía con el público, pocos grupos veréis interactuar tanto con la gente. Pero eso no es inconveniente para ellos, se resuelve moviéndose más. Aitor volvía al escenario y el show continuaba con “ETA, deja alguna discoteca”, “Centro comercial”, “Se habla español”, “Hotel familiar” y “Veteranos de la Kale Borroka” para la que se bajaron todos del escenario. Casi nada… y les sobró tiempo.

Entre Sepultura y Fermín Muguruza optamos por ver mitad y mitad, de primeras tocaban Sepultura, curiosamente por a o por b siempre coincidimos con ellos una vez al año, esta vez volvían al Viña para mover su disco “Kairos” editado a mediados del 2.011, un trabajo que pronto será relevado. Siempre que les vemos en directo nos surge una pregunta, ¿Para cuándo una gira con la formación original?, se cumplen 22 años del disco que les catapultó a la fama “Arise”, sería una buena oportunidad para recordar el pasado.

Siempre es grato ver a Andreas Kisser, único miembro original, como mantiene una formación sólida en la banda, con Paulo al bajo, Derrik Green a la voz y Eloy Casagrande a la batería, este último puesto cuesta consolidarle, al menos ya van dos personas las que han realizado dicha función.

Su puesta en escena fue un poco pobre, con una lona con el logo de la banda y se acabó, eso sí, lo nivelaron con un tremendo comienzo con “Troops of Dom” de sus primeros discos, “Eschizophrenia” o “Refuse Resist” del Chaos A.D.

No faltó la unión de su cantante a la percusión en una de las últimas canciones del “Kairos”, concretamente la que da nombre al disco, dejando la parte final con los éxitos de sus anteriores trabajos, “Altered State” del “Arise”, “Sepulnation” del “Nation” o “Convicted In Life” del “Dante XXI”. Nos asombró la espectacular pegada de su joven batería que ha vuelto a dar alas a la banda a base de bien.

Aún quedaba lo mejor, “Arise”, “Ratamahatta” y “Roots Bloody Roots”, ritmos que explotaron a modo tribal, canciones que dejaron huella en el mundo musical desde que en el 96 Sepultura aparecieron con su disco “Roots”, sonidos de metal – groove que han dejado escuela y reconocimiento mundial.

A todo correr y después de presenciar la primera media hora de Sepultura, dejamos el escenario de sonidos metálicos para llegar a la zona tranquila donde actuaba el comandante Fermín, que hace bien poquito inició una gira a nivel mundial llamada “Fermín Muguruza Kontrakantxa”, un tour que ya ha pisado Berlín, Kurdistan y que en junio le llevará a Argentina, Los Ángeles, Nueva York, Roma...

Recientemente el músico vasco ha cumplido 50 años y de nuevo vuelve a subirse a los escenarios tras varios años de parón musical, en los que ha ido fomentando y dando vida otras inquietudes, como director de documentales, sin ir más lejos, “Zuloak” es su último trabajo cinematográfico.

En esta gira Fermín recupera clásicos de Kortatu como “54-46”, “La Línea de Frente” o “Sarri Sarri”, traca final de sus actuaciones. A parte, hace pocos meses salió al mercado un disco recopilatorio auto gestionado “Radar FM 1999.2013”, disco que acoge lo mejor de su dilatada discografía en solitario, más dos canciones inéditas que nunca vieron la luz en los últimos quince años.

Sus conciertos se rellenan con los temas más selectos, y lo mejor de todo, tocados con delicadeza y buen hacer gracias a los estupendos músicos que rodean al señor Muguruza, son: Mikel Txopeitia a la batería; Fino al saxo; Jontron al trombón; Lonbi a la trompeta; Zigor DZ a los platos; el guitarrista Oskar Benas, el trikitilari Xabi Solano y el bajista cubano Victor Navarrete.

Hubo recuerdos a Iñigo Cabacas y varias reivindicaciones hacia la libertad de expresión y libertad de presos vascos dejando paso a la quema de bengalas. Se vivieron grandes momentos también de la etapa de Negu Gorriak, “Radio Rahim” o los más carismáticos de su repertorio “Mapuche”, “Dub Manifest” o “Big Beñat”, canción que sirvió para una edición de la Korrika. Se puede decir que este fue uno de los mejores conciertos del Viña.

Ya había pasado la media noche, no sé cuántos de los que estuviesen allí irían con el principal objetivo de ver a Ska-P. Apuesto a que muchos, y es que aquello estaba a reventar, se comentaba que eran quienes más público habían congregado. Y parece ser cierto, hasta en el foso de prensa, la verdad. Los de Vallecas han sacado nuevo disco, “99%”, no habrá de momento muchas oportunidades de verlos por nuestro país, esta era de las primeras.

Arrancaron tras “Full gas”, del nuevo disco y a modo de intro, con “Consumo gusto”, “A la mierda” y “Mestizaje”, y pronto cayó la siguiente de las nuevas, “Se acabó”, aunque solo escuchamos una más del nuevo disco, “¿Quiénes sois?”. El resto fueron anteriores, y es que el tiempo no da para todo. Algunas de esas fueron “Casposos”, “Niño Soldado” e “Intifada”, pero otras, con más historia aún, también sonaron, “Cannabis”, “Romero el madero”, una que no esperaba que fue “Sexo y religión” y “El vals del obrero” dedicado al pueblo de Marinaleda. Tampoco se olvidaron de recordar que el grupo cumplirá veinte años en 2014, ¿habrá celebración especial?

El final llegó con “Mis colegas”, “El libertador” y la mítica “El gato López”, consiguiendo formar un espectacular círculo de gente entre el público. He de reconocer que entre pogo y pogo me lo pasé en grande, en cada estribillo volví a mi adolescencia y disfrute como una quinceañera. Que tendrán los festivales…

En el escenario Ron Legendario era el turno de Bongo Botrako, con solo un par de discos de estudio se han plantado en un montón de grandes festivales y sus seguidores van masivamente en aumento. El último de esos discos, “Revoltosa”, salió hace unos meses, así que sirvió para muchos como presentación.

Si aún quedaban fuerzas esa noche para bailar, ellos tenían las canciones para hacerlo, “Caminante”, “Gira la vida”, “Bonobo”…  Pero sin duda las más celebradas fueron “Todos los días sale el sol”, esa que les hizo tan conocidos, y “Revoltosa”, que ya ha enganchado a muchos.

Barón Rojo volvían al Viña Rock con mucha fuerza y con nuevo disco bajo el brazo “Tommy Barón”, una revisión propia de uno de los imprescindibles trabajos de The Who. Los hermanos Castro, Gorka Alegre y Rafa Díaz, salieron como un huracán y no pararon en la hora y pico de actuación dando salida a lo más selecto de su repertorio, que enfundaron en un comienzo brutal, “Las Flores del Mal”, “Resistiré” y “Concierto para Ellos”, que nos pilló en fase de buscar los mejores planos de la banda.

Tras salir del foso vimos a un Manolo Kabezabolo en las primeras filas, cosa que nos llamó gratamente la atención, pero es comprensible, los barones están en un gran momento con toda la maquinaria engrasada, atrás quedan los tiempos de la reunión de la formación original con Hermes y Sherma, ahora es el futuro, la juventud de Gorka y Rafa dan un giro al sonido de la banda, son más vistosos y dinámicos, se nota su evolución, antes estaban más limitados y cohibidos.

Músicos comprometidos y cómplices, así da gusto ver en directo a Barón Rojo. Su repertorio fue afín al festival gracias a la gran cantidad de temas clásicos que tocaron, “Breaktoveen”, “Invulnerable”, “El Malo”, “Larga Vida al Rockanrol”, “Punto de Mira” o “Cuerdas de Acero” entre ellas. La novedad fue escuchar en directo “La Reina Ácida” de su nuevo disco, donde Amaral acompaña a la banda en la grabación original.

Esperamos coincidir con ellos en otra ocasión para que nos presenten más detalladamente el “Tommy Barón” porque realmente nos quedamos con ganas de escuchar en directo los nuevos cortes. Llegamos al final del concierto con “Los roqueros van al Infierno” y “Cazardas”, su tradicional pista instrumental. Una forma fantástica de redondear una actuación de sobresaliente.

Así llegábamos a una de las últimas actuaciones del festival, le tocaba el turno a El Último ke Zierre, los encargados de cerrar el escenario principal. Su nuevo álbum “La Rutina del Miedo” les ha llevado a girar por toda la península, regalándole a todo el mundo que adquirió una entrada para sus conciertos, una iniciativa que realizan muchas bandas y que Segismundo Toxicómano fueron uno de los pioneros por no decir los primeros.

Un repertorio repleto de clásicos que se llevaron de calle al público, a esas horas es lo que había que hacer, Rober (El Feo), Pedro, Oscar, Sam y Kusio se metieron rápido en el concierto y acabaron con nuestras cuerdas vocales de un plumazo con ”Yo también puedo ser Malo”, “Vuelta al Infierno”, “¿A Donde Vas?, ”A Cara de Perro” o “Escupiré Jodidos” volvieron a reencontrarnos con una banda que en los últimos años habíamos perdido por la dirección que van tomando sus últimos trabajos.

Escuchamos algunos temas de su último trabajo, que por cierto no nos convenció nada, pero en directo se asimilaban mejor, ya sea “Lejos”, “La Libertad se va a Cagar” o “La Fiesta de los Estómagos”, recuperando en la recta final los de siempre, “Veneno”, “No tengo Miedo”, “Tus Bragas” o “Camino de Rosas”, dejándonos con ganas de más, hasta ellos mismos querían seguir pero la organización lleva el tema del horario a rajatabla. Siguen siendo únicos.

Los chicos de La Raíz ya se van abriendo hueco entre los grandes aunque les tocó la difícil tarea de ser los últimos del festival, pero tienen algo a su favor, son un grupo para no dormirse. Recientemente han estrenado su disco “Así en el cielo como en la selva” y abrieron con uno de sus temas, “Jilgueros”. Tras él, “Malos tiempos”, “Llueve en semana santa”, “Noches en Babylon” y otros tantos.

Tienen letras críticas, con conciencia y ritmos diversos, pero, sobre todo sus directos, son enérgicos, un gran grupo por descubrir si no los conoces. También sonaron “La voz del pueblo”, “Donde duerme el Chamán”, gran tema de su último trabajo, y “El lado de los rebeldes”, saltada y coreada por los muchos valientes que seguíamos allí.

Aunque parecía que se acababa la fiesta, en el escenario Babilonia aún echamos unas risas con Orkesta Paraíso. Estos si que eran los últimos de verdad, y terminó la música pero no la fiesta, que se estiró un poco más. Y hasta aquí puedo leer.

Ahora solo nos queda agradecer a la organización por su buen trato, a los amigos con los que compartimos esos días y a los grupos por la música, sin ellos no habría nada de esto. Hasta el año que viene.