La trayectoria de Sidecars los coloca como una de las bandas más prometedoras en el ámbito nacional del rock & roll más radiable, comercial o pop-rock, si se prefiere. Herederos de gente como Tequila, Ronaldos o Los Rodríguez en el arte de elaborar temas pegadizos sin dejar de lado la actitud canalla que podrían representar grupos como Burning, los madrileños se presentaban en casa en la Sala But a un precio bastante asequible (si se compraba la entrada con la suficiente antelación), cosa que es de agradecer.
Lo que no podemos agradecer, lamentablemente, son los horarios que imperan últimamente en los conciertos de la capital. En una ciudad tan grande y caótica como Madrid, comenzar un concierto alrededor de las 8 de la tarde de un viernes significa que los que no vivimos ni trabajamos en el centro de la capital lo tenemos más que complicado para llegar a tiempo de sorprendernos con algún “telonero” con calidad suficiente para llamar la atención.
Ese podría ser el caso de Almas Mudas, joven banda aragonesa a la que llegamos a ver finalizar su repertorio, con el tema “Estilo Bowie”, el single extraído de su primer y único disco hasta la fecha, “Pura Velocidad” (Warner, 2011). El trabajo realizado por estos chicos tocando sin parar y teloneando a artistas de primer nivel ha hecho que gran parte del público que ya ocupaba la sala coreara el estribillo, para mi sorpresa, como si de los cabezas de cartel se tratara.
Alrededor de las nueve y cuarto saltan al escenario los Sidecars, liderados por Juancho (voz y guitarra), y arrancan con energía interpretando seguidas “Muy bien” y “Caradura”, ambas de su recomendable primer disco homónimo, editado en 2008. A favor de la sala y de los técnicos, decir que el sonido nos sorprendió gratamente por su claridad sin perder potencia, permitiéndonos distinguir y disfrutar durante todo el concierto de la interpretación de cada uno de los cinco músicos.
Sidecars
Sobre el escenario, la banda de Alameda de Osuna continúa encadenando canciones dando paso a su segundo (y por ahora, último) álbum, “Cremalleras” (2010), del que cayeron “Merecido” y “Miénteme”. En esta última ya queda claro que la gente tiene ganas de participar. Echamos un vistazo general y comprobamos que la sala está prácticamente llena, lo que por desgracia es noticia en estos tiempos. Desde luego, los Sidecars tienen tirón, sobre todo entre el público femenino, que se agolpa en las primeras filas.
Aprovechando esta complicidad y con otra intro que te obliga a corear, el grupo vuelve a su álbum de debut con “Adiós”. Personalmente, diría que en directo se agradecen la energía e inmediatez de estas canciones, frente a las algo más calmadas que son la tónica general en el segundo disco de la banda, como son las siguientes, “Pastillas de colores” y “Plan B”.
Habrá que estar atentos a cuál de estas dos vertientes predomina en su próximo trabajo, el cual ya están preparando, como nos comenta Juancho al presentar uno de los temas nuevos: “Contra las cuerdas”. Cuenta también que llevan algún tiempo en tierra de nadie, sin discográfica, lo que explica que este tercer disco se esté haciendo esperar algo más.
Los madrileños tiran de oficio y tras la canción inédita levantan de nuevo a la sala con dos trallazos como “El jugador” y “Chica fácil”, que hacen casi imposible resistirse a moverse y cantar. La banda suena impecable, como sólo un grupo que ha hecho de los conciertos su día a día puede hacerlo. Y lo demuestran dejándose llevar con soltura por un blues para introducir la motivadora “Salir a matar”, a la que sigue otro tema nuevo, “Fuego cruzado”.
A partir de aquí el espectáculo empieza a encarar su recta final, y es en “Mundo frágil” donde el público, cada vez más implicado, llega a hacerse oír incluso por encima de la voz de Juancho (aún así, debo decir que esta última, siendo para mí quizá su mejor canción, me pareció algo menos contundente que en su versión de estudio). Con la banda ya desatada alargando con acierto algún solo instrumental nos queda claro que quedan pocas balas en la recámara, porque ya están disparando las mejores, como “Si nada sale bien”, tras la que los Sidecars se retiran al camerino para hacerse desear unos minutos.
Sidecars
Salen al escenario sólo los tres guitarristas: Manu, Matías y el mencionado Juancho, para interpretar en acústico “Noche en velero”, con desmayo incluido de una chica en la primera fila. La siguiente canción, “Fan de ti”, es ampliamente conocida por haber sido la sintonía en la publicidad de unos famosos grandes almacenes.
Tras agradecernos la asistencia al concierto, especialmente al haberlo organizado ellos mismos, el vocalista da paso al final de la actuación, que incluye un duelo guitarrístico entre Matías y Juancho (muy acertados durante todo el show); así como la presentación de la banda con Ruly a la batería y la simpática introducción de Gerbas al bajo. Todo esto ocurre durante la interpretación de la apropiada, por funky y festiva, “Ya no tengo problemas”.
Al grito de “¿Queréis una más?” empieza “Cremalleras”, elegida acertadamente como canción de despedida, con un final en el que Juancho se mete entre el público y termina derribando su micrófono de una patada, al hilo de la actitud algo decadente que ha mantenido durante todo el show.
Tras un repertorio de 20 canciones interpretadas durante más de una hora y media, Sidecars se despidieron de todos los allí presentes dejándonos con buen sabor de boca, y todo esto, ¡antes de las 11 de la noche! Estaremos atentos a su próximo trabajo, les deseamos suerte y... “si nada sale bien, volveré a empezar de cero”.