COLABORACIONES
 Crónica
 
Lapido
  08/11/2013     
  Rafael Pérez     
  Antonio J. Pérez
  Sala Kharma, Jaén, Jaén
www.insonoro.com

Viernes 8 de noviembre, capital del santo reino.  La noche arropa Jaén mostrándonos, como una inmensa postal fundida en negro, el imponente castillo de Santa Catalina. Como si tuviese cimientos magnéticos, parece levitar en la negrura, aspirante a alcanzar sepa dios que reino celestial. Más abajo, allí donde arrastramos los pies, donde cargamos con ilusiones livianas y aplastantes losas encadenadas a la ruin realidad,  nos vamos acercando en busca del Kharma, en este caso una sala. Cuatro pareces que contendrán un universo sonoro, un pasaporte a otra realidad, la dosis necesaria para que yo y otros como yo sigamos conservando la cordura en medio de un mundo ya apenas calificable. Pasen y vean, sientan lo que yo sentí.

Como un dúo indisoluble, a esa hora que asesina el día y con esos despojos crea uno nuevo, aparecen en el escenario Lapido y su sempiterna Gibson SG. No voy a cometer el error de olvidar al resto de  componentes humanos, Víctor Sánchez a la diestra y guitarra, Paco solana y Raúl Bernal a la siniestra bajo y teclados respectivamente y Popi González en la retaguardia a la batería. Todos juntos, aunque no revueltos, forman lo que es José Ignacio Lapido en directo, una banda. Creo que no hace falta añadir adjetivo alguno.

Antes de empezar no hay fuegos de artificio, ni ninguna canción rimbombante que preceda el show ¿de verdad eso es necesario? Solo se hace un silencio denso para,  después y de la  misma manera que cuando un coche pisa un charco y te salpica majándote por completo, los primeros acordes de “Nadie Supo Decirme la Verdad”  causan el mismo efecto en versión sonora y sin improperios para el conductor.  La primera canción de un concierto es como el primer trago de una cerveza, por donde pasa riega y va reordenado tu ser para los siguientes tragos. Así y sin tiempo para pensar mucho,   todo siguió su rumbo con el tema “Algo Falla”.

 Suena perfecto y si algo falla la emoción del directo lo suple, lo repara y los sentidos ni se enteran. Echando la vista atrás pude ver que hay una generosa media entrada  y eso no está nada mal, para una sala con unas dimensiones generosas  y para ser viernes. Fijándome un poco más en las caras, estas reflejaban una expresión parecida que podemos llamar satisfacción. Como zombis ante un montón de carne cruda, categoría donde sin duda me encuadro. Con la canción "Un Día de Perros" Lapido hincó el diente al nuevo disco, en cuya gira se halla. También tocó “La Ciudad que Nunca Existió",  “Cosas  por Hacer” “40 Días en el Desierto”, “Cuando por Fin”, “Muy Lejos de Aquí” y “Esta que Arde”. A fin de cuentas, más de medio disco de “Formas de Matar el Tiempo”.  

  
Lapido
 

La garganta se resiente de tanto gritar, pero puedo decir que las canciones de Lapido están en perfecta sincronía con ese estado mental que uso para interpretar la realidad. Realidad que en esos momentos ya ha dejado de existir. Esas cuatro paredes contienen un universo “sonoro-poético”  cuya clave de entrada es la escala pentatónica.  La magistral forma de mostrarnos la verdad,  a través del absurdo aparente, te eleva hasta un punto de vista donde las piezas del puzle del mundo encajan de mil formas, para dar idéntico resultado. Cada cual tendrá que sacar su propia conclusión. Yo lo tengo claro en el centro de la confusión.

Las dos horas de concierto se me hicieron escasas, debe ser que en estos universos paralelos en los que coexistimos, no sumamos minutos, ni descontamos penas y malos augurios.  Todo el mundo sabe que, cuando te quitan lastre todo va más rápido, hasta el tiempo. Como decía en ese intervalo de felicidad temporal Lapido repasó temas de sus otros discos en solitario como “Luz de Ciudades en Llamas” un tema exquisito sin duda,  “Cuando el Ángel Decida  Volver”, ” Lo Creas o No",  “En el Angulo Muerto“ o  “En el más Allá". Como también es habitual, sonaron  algunas canciones de Los Cero, canciones incombustibles y atemporales marca de la casa como “Zapatos de Piel de Caimán” y el bis, compuesto de la bellísima " Un Cielo Color Vino” y  la apoteosis final con “Otros Como Yo". Temazo que te lleva a no sé qué lugar, del que no quieres volver. 

Para terminar diré que si se pone a tiro no dejes de ir a verlo, son dos horas de música sublime. Dos horas donde purgarás la parte gris de lo tangible y lo etéreo. Por último, siendo justo y en honor de la verdad diré que Lapido miente. Es falaz en al menos dos cosas,  dice que anda buscando al dios de la luz eléctrica, pero yo se que lo ha encontrado, y dice no tener un diapasón que afina sentimientos, pero yo creo que ese diapasón se lo dio ese dios y es con él con el que afina la séptima cuerda de la guitarra. Ahí está la nota con las que nos hace vibrar a todos, la emoción. Si no ves esa cuerda cierra los ojos y mira con los oídos.

Gracias maestro por ser deletéreo con la vulgaridad.

  
Lapido
 
 Fotos
 
  
 
Lapido - Ambiente
 
 Comentarios
comments powered by Disqus
Crónicas
18/04/2024 - El Surtidor
Sarón (Cantabria)
19/04/2024 - Gaztetxe de Zorroza
Bilbao (Bizkaia)
13/04/2024 - Rock Beer The New
Santander (Cantabria)
13/04/2024 - Recinto
Alcalá de Henares (Madrid)
12/04/2024 - A.C. Octubre
Sierrapando (Cantabria)
12/04/2024 - Teatro Circo Price
Madrid (Madrid)
11/04/2024 - Teatro Circo Price
Madrid (Madrid)
06/04/2024 - Sala La Caverna
Madrid (Madrid)
28/03/2024 - Gong Galaxy Club
Oviedo (Asturias)
06/04/2024 - Sala Gruta 77
Madrid (Madrid)
05/04/2024 - El Surtidor
Sarón (Cantabria)
29/03/2024 - Escenario Santander
Santander (Cantabria)
04/04/2024 - Sala La Riviera
Madrid (Madrid)
23/03/2024 - Espacio Creativo José Manuel Illera
Torrelavega (Cantabria)
23/03/2024 - Sala Moby Dick Club
Madrid (Madrid)