Hay siglas que no pasan desapercibidas. Movimientos sociales que luchan en el tiempo y marcan un antes y un después. Sentimientos que nacen, evolucionan, revolucionan y son reacios a desaparecer. La música en esto nunca ha sido una excepción. Por eso disfrutamos cada vez que hay eventos que rememoran, mantienen, y arrastran al futuro algo tan importante como la cultura musical surgida años atrás. Un buen ejemplo la velada que vivimos el pasado 15 de mayo en la Sala Stage de Bilbao.
Esa noche fue una auténtica fiesta musical. En el mismo escenario compartieron cartel nada más ni nada menos que G.B.H. y M.C.D. Dos bandas importantes tanto para los que en décadas pasadas vivieron en sus carnes la explosión punk como para aquellos que nutridos de sus influencias la mantienen vigente muchos años después. Una gozada de evento que se convirtió en una cita ineludible. Nosotros no nos la quisimos perder.
En primer lugar, salió a la palestra M.C.D. Esta veterana banda bilbaína de punk nos presentó a través de su formación actual su último disco bajo el título “Con Un Par”. Un álbum doble que contiene por un lado, un recopilatorio de doce de sus mejores canciones y por otro, ocho nuevas creaciones. Y lo hicieron con garra desde el inicio del repertorio con “35 Millones de Borregos” hasta su despedida al ritmo de “Entre Borrachos”.
M.C.D. es una de las bandas que más cambios internos ha tenido desde que empezó su rodaje por las calles de Bilbao en el año 1979. Pero su esencia nunca se ha perdido. Que siga en activo es una suerte para todos aquellos que siguen viviendo a flor de piel sus viejos himnos y disfrutan con los nuevos. Por eso nos volvimos locos viendo como desde el escenario “Iñiguito” interpretaba “Gernika”, “No Hay Sitio Para Ti”, “Vomitaré” y “Barrenkalle”. Y bailando aún más si cabe con “No Más Punkis Muertos”, “Violencia Sin Cuartel” y “Ruido de Sables”.
También disfrutamos de sus nuevas canciones. Tuvimos el gusto de escuchar la mitad: “Imposible”, “Odio”, “Como Un Perro” y “Mil Historias”. Las cuatro nos dejaron buenas sensaciones y demostraron que a la actual formación actitud y templanza no les falta. Al concierto solo le faltó, por ponerle un pero, la interpretación del “Himno del Athletic” debido al espíritu latente que había por el lugar con la cercana final de Copa. |