Hacía bastante tiempo que no nos pasábamos por el Rock Beer The New de Santander para ir a un concierto, pero eso había llegado a su fin esa noche, pues íbamos a ver a Granada Goblin y a Mind Driller. Teníamos muchísimas ganas de acudir a este evento, intuíamos que lo íbamos a pasar muy bien, y el sexto sentido no nos falló. Fue una noche apoteósica.

Lo primero a comentar es que el dueño de la sala ha tenido el acierto de quitar unas vallas que había un poco antes del escenario, y así se consigue una mayor cercanía con el público. Y además el concierto sonó bastante bien, la verdad, es que en temas de calidad de la escucha, el New (como se conoce a la sala vulgarmente) últimamente está ganando bastantes puntos.

Los primeros en romper el hielo fueron los cántabros Granada Goblin, un grupo de Hard Rock en castellano que cuenta con dos discos en su haber. De esta banda nos habían hablado muy bien, pero curiosamente nunca habíamos escuchado nada de su material ni tampoco habíamos coincidido con ellos en directo.

La sorpresa fue mayúscula, y nos lo pasamos como los indios. Son, sin duda alguna, una banda muy recomendable. Nos supieron entretener a la perfección con sus melodías y con su actitud (y con su aptitud también). Las seis cuerdas eran envidiables, la ejecución perfecta, y los temas muy cañeros, directos y suculentos.

Durante lo que duró la actuación de Granada Goblin, nos dejaron con algunos de los temas de sus dos discos: “Y el misterio del chile fantasma” y “Jackalope”. Aquella noche sucumbimos entre otras a “Francisco Bizarro”, “A.D.N.”, “Jesucristo Yeti”, “Armario nodriza” o “Megacritter”.

Después de dejarlos los ojos como platos, lo que también dejaron bien claro los cántabros es que tienen cera para repartir durante un buen rato.

Podéis escuchar la música de este grupo en su web.

Para rematar una noche apoteósica, llegaron desde Alicante Mind Driller, una pedazo de banda de los pies a la cabeza, un grupazo como la copa de un pino, y es que son tan apabullantes que consiguen que te intereses por su género, por una música como el metal industrial, cuando no lo sueles escuchar. Algo que para mí resultaría impensable que me pudiera llegar a gustar, pero ellos consiguen engancharte de tal manera que lo imposible se hace realidad.

Mind Driller se había pegado una pechada de kilómetros para tocar en Cantabria y obtuvieron una buena acogida por parte del público, las canciones eran coreadas, ellos aplaudidos y los pelos se ponían de punta ante una puesta en escena espectacular. Una manera de jugar con el público pocas veces vista, acompañando las canciones, interpretándolas a través de aderezos y de arreglos de vestuario.

Esto unido a que cuentan con tres cantantes, que dan muchísimo dinamismo y que aportan una pluralidad sin precedentes, esto unido a la guitarra y las programaciones (espectaculares) y la batería y el bajo que acompañan a la perfección… Pues bien, todo junto, más unas buenas composiciones, contundentes y variadas, consiguen al fin y al cabo que no puedas quitar la vista del escenario ni un solo momento. Hasta las ganas de ir al servicio desaparecen ante semejante espectáculo que hace que no quieras perderte ni un solo segundo.

Esa noche los Mind Driller venían a presentarnos su nuevo disco, “Zirkus” y nos dejaron con una buena muestra de las canciones incluidas en el mismo. Nos vimos derrotados ante temas como “Escape”, “Memories” y “Thanks for nothin”. De su primer disco también pudimos escuchar himnos como “My own law” o “Red industrial”.

Yo no tengo ni puñetera idea de la calidad de un grupo de este tipo de estilo. Pero debería estar sorda para no poder darme cuenta de que son apabullantes y de que su espectáculo es difícil de superar.

¡¡Enormes Mind Driller!!.