Metido entre la vorágine de la navidad y todos sus fastos, (cenas de empresa, comilonas familiares, compras compulsivas y el buenrrolismo como bandera), la gente de X Trañas Producciones tuvo a bien sacudirnos un poco la sesera trayendo a Valladolid a Gatillazo para que cerraran el año en lo que a citas concertiles en la ciudad se refería.
Es muy curioso lo que ha sucedido con las huestes del Evas en la capital de Pisuerga. Durante muchos años, más de 15, sin pisar la ciudad y en apenas año y media tres presencias, con una acogida mayoritaria por parte del público, y en el 2016 que acabamos de abandonar dos conciertos en el mismo recinto, presentando el mismo disco y ambos rozando el lleno.
El cartel en principio, y digo lo de "en principio" porque luego hubo sorpresa, lo completaba la formación local A Mamarla, autobautizados como "Tu Karaoke Punk Rock”. Un combo de versiones cuyo repertorio homenajea y rinde tributo a los nombres clásicos del rock nacional. De Soziedad Alkoholica a Los Suaves pasando por La Polla Records, Boikot, Piperrak, Siniestro Total, Barricada, Kortatu...y de todas ellas su temas más emblemáticos. No hay sorpresas en el repertorio y al final acaba siendo una especie de reproducción a modo "play list" de los grandes éxitos del género, todos ellos bien ejecutados y creando buen ambiente.
Cómo pero lo excesivamente estáticos que están sobre el escenario y que los temas estén muy "calcados" a los originales, lo cual creo es su intención, y que no hubieran colado alguna canción un poco menos conocida en el set list, aunque imagino que querían ir al grano y dejar una buena sensación, eso si, acabar con "El Venao" creo que fue una salida de tiesto entre divertida y provocadora. Si tienes una fiesta y quieres diversión asegurada, son tu banda.
A Mamarla
En los días previos al concierto se rumoreó en Pucela que la noche tendría una sorpresa especial, y esta se confirmó por redes sociales el mismo día del evento. Imperativo Legal, una de las bandas de rock locales con más repercusión en las últimas décadas se reunía para hacer unos temas de manera excepcional esa noche, casi quince años después de su disolución.
Los Imperativo son un grupo que dejó una huella importante en todos los que en los noventa nos movíamos por Valladolid con su propuesta musical que unía el rock urbano combativo, el sentido del humor y la diversión, y que llegaron en su tiempo a meter casi 5.000 personas en un concierto de fiestas en la ciudad. Por todo ello, tener la oportunidad de volver a entonar canciones como Alto Forastero, De Barrio, Se Me Va La Olla o Mi Abrevadero se convirtió en un viaje a la juventud de muchos de los presentes. Apenas media hora sobre las tablas en una cita que, según parece, era excepcional y no tiene visos de repetirse. Un viaje al recuerdo y un regalo de navidad para los presentes.
Imperativo Legal
Lo he escrito en alguna crónica anterior y me reafirmo cada vez que vuelvo a cruzarme con el Evas. Gatillazo a día de hoy no tienen nada que envidiar a su etapa con La Polla. Con el paso de los discos han conseguido crear un repertorio propio sólido que acude cada vez con menos frecuencia a la etapa de "los pollos", y además cuentan con dos bazas fundamentales. Primero que el cantante mantiene sin mácula su sentido de la ironía, su acierto al elegir las frases y los enfoques de las canciones, y además está más centrado en los conciertos, y por otro lado que la juventud y las ganas de la banda le aporta una frescura que, no vamos a negar, el género perdió hace tiempo.
Como Convertirse en Nada, su último trabajo, es otro disparo al centro de la diana, y de él se extraen canciones que encajan perfectamente entre sus clásicos. De la cachonda Follate Al Lider a Nada Que Ver, Problemas, La Familia Unida, El Poder Del Metal, Siente El Pánico o SKK, una de la que tiene pinta que se va a quedar por siempre en el repertorio. Pero la gente cantó por igual las "propias" Hemos Venido a Divertirnos, Otra Canción Para La Policía, La Jota de la Derrota, No Love, o Pijos Powers que el mítico Txus (esta vez sin letra ranchera de por medio), Johnny o la final Odio A Los Partidos, las únicas que sonaron de tiempos pretéritos.
Evas en su salsa gesticuló, se movió sin parar por el escenario, desafió con la mirada a todos los presentes, escupió en todas direcciones y se revolcó un par de veces por el suelo, dejando claro que aún no ha nacido un frontmen que le pueda hacer sombra por estas tierras y que, se pongan como se ponga el respetable, sigue revalidando cada noche el título de "hombre más punk de la sala". Pero claro, un concierto que empieza con la sintonía de El Padrino no puede acabar de otra manera que nos sea con los asistentes reverenciando a alguien tan mítico como actual. Garantía de gran bolo. Vamos a seguir aprovechando su incesante actividad y que tocan casi cada finde del año, porque cuando el Evas no esté por aquí no hay quien llene el hueco que dejará.